Cómo negar que uno de los grandes temores ante el riesgo de tener diabetes es el estarse dando esos molestos pinchazos en el dedo que los pacientes con esta enfermedad tienen que estarse haciendo frecuentemente para estar midiendo sus niveles de glucosa.
Un paciente con diabetes que depende de la insulina para mantener nivelados sus niveles de azúcar en sangre necesita vivir con el glucómetro a la mano para medirse antes y después de los alimentos o de hacer ejercicio, es decir a cada momento.
Eso ha significado por muchos años tener que estarse dando piquetes en el dedo, aunque superficiales pero muchas veces a lo largo del día. Por más pequeña que sea la lanceta, siempre es algo molesto y para muchos doloroso.
Esta realidad ha empezado a cambiar para los diabéticos a partir de que han aparecido los monitores de monitoreo continuo sin pinchazos. En Europa ya existen desde hace 3 años. Ahora ha llegado el momento de que esta nueva tecnología médica está entrando a países en desarrollo y por suerte le ha tocado su turno a México.
Esta semana se está lanzando un monitor de última generación vinculado a un sensor que se pega al brazo y que sin necesidad de piquetes monitorea a cada minuto el nivel de glucosa en sangre.
Ayer tuvimos oportunidad de conocer dicho dispositivo, probarlo, ver cómo opera y quedamos convencidos de que se trata de una de esas tecnologías que realmente traen innovación en favor del paciente y de su calidad de vida.
En este caso es evidente que el monitor de glucosa puede ser un elemento determinante para evitar hipoglucemia, es decir, aquellos bajones de glucosa que son causa de crisis serias entre un paciente con diabetes tipo I o tipo II.
Hablamos del Sistema Flash de Monitoreo de Glucosa que hoy mismo está lanzando la farmacéutica Abbott en México. Este sistema fue autorizado por el regulador sanitario Cofepris en abril pasado, y en estos días ya se está poniendo a la venta en línea.
Fank Dzvonik, director médico científico para América Latina y Canadá en Abbott Diabetes Care, nos explicó que este revolucionario sistema tiene ventajas comparativas frente a otros que ya existen en el mercado:
El sensor viene calibrado de fábrica, de modo que tampoco requiere el pinchazo inicial como sucede con otros monitores.
- El sensor que se adhiere al brazo y funciona como una especie de cartucho reemplazable, tendrá una duración de hasta 14 días.
- No es necesaria su calibración por medio de piquetes, un diferenciador clave de los actuales sistemas de monitoreo continuo de glucosa.
- El sensor desechable es resistente al agua y la medición se puede hacer por encima de la ropa, incluso de chamarra o abrigos en época de frío.
- Las lecturas de glucosa pueden tomarse tantas veces al día como sea necesario o deseado, con un escaneo de un segundo sin dolor.
Es como traer un pequeño teléfono adicional
Algo que llama nuestra atención de este equipo es que realmente resulta muy fácil de usar. Como lo probamos ahora sí que en piel propia, le podemos decir que el sensor es una ruedita de 2-3 centímetros; se lo pega uno mismo en automático al brazo, si trae una agujita pequeñita pero al incrustarse no genera ningún dolor. Es más ni se siente; de hecho se le olvida a uno que lo trae puesto. Algo curioso que nos dijeron los directivos de Abbott es que se puede uno bañar con él y no pasa nada.
Este sensor es el que está registrando todo el tiempo los niveles de glucosa, y para verlos se usa un pequeño escaner Haga de cuenta que se trata de un teléfono inalámbrico de los chicos con una pantalla. Este monitor es el que debe pasarse cerca al sensor para ir registrando los niveles cada vez que se desee.
Otro elemento que llamó nuestra atención es que el escaneo proporciona una lectura de la glucosa actual, un histórico de 8 horas y la dirección a la que se dirige la glucosa. Es decir, que debe ser de mucha ayuda al médico para conocer la tendencia de la glucosa de sus pacientes, medida diariamente y sin mayor problema. El lector tiene hasta 90 días de datos, y proporciona una instantánea histórica de los niveles de glucosa en el tiempo.
La verdad es que el funcionamiento de estos dispositivos hace pensar en cómo está dando un giro notorio el manejo de la diabetes que con estas tecnologías permite a los pacientes un mayor control de su enfermedad y así vivir más saludables y en plenitud.
Como dice el doctor Kazemi, Abbott “está desafiando los métodos convencionales de manejo de la diabetes con tecnología disponible, accesible y asequible. El sistema FreeStyle Libre está diseñado para liberar a las personas del dolor y las molestias de la diabetes y ayudarles a lograr mejores resultados de su salud”.
El precio con el que saldrá al mercado en México este sistema de Abbott es de 2,999 pesos el kit inicial que incluye el monitor de uso permanente y 2 sensores que duran 14 días cada uno. Es decir, cada 14 días se tendrán que estar reemplazando los sensores que estarán a un precio de 1,256 pesos cada uno; o lo que es lo mismo 2,512 pesos cada 28 días.
De acuerdo con Oliver López, director general de Cuidados de la Diabetes en Abbott México, es un precio competitivo frente a la opción de un glucómetro convencional donde el diabético que depende de tomar diariamente insulina gasta entre 2,500 y 2,600 pesos al mes consumiendo lancetas con pinchazos y de 8 a 10 tiras cada mes.