El Hospital Miguel Hidalgo, ahora llamado Centenario Hospital Miguel Hidalgo, en Aguascalientes, es uno de los que tiene carencia de oncológicos para sus pacientes desde hace tiempo. Desafortunadamente ello no es gran novedad porque en los últimos meses es algo común en los hospitales públicos del país que vienen arrastrando desabasto y caos en su servicio, en particular este año con la desaparición del Seguro Popular y el estropeado arranque sin reglas del nuevo Insabi.
El problema con el Hospital Miguel Hidalgo es que sus servicios dejan mucho qué desear cuando es para la población sin recursos que no cuenta con seguridad social, pero todo lo contrario cuando ofrece servicio pagado cobrándolo igual que cualquier otro hospital privado.
Así es. Este hospital público tiene permitido dar servicio de ambas maneras, e incluso promueve orgulloso su servicio privado de cirugías.
El lucro no va con el servicio público
No tendría por qué un hospital público estar ofreciendo servicios como un privado. El Servicio público no va con el objetivo de lucro que tienen permitido los servicios privados. Suena absurdo e injusto para la ciudadanía porque es obvio que se le da prioridad a quienes pagan, en tanto que los que no pagan en el momento ya aportaron con sus impuestos pero muy probablemente no tienen prioridad frente a los que sí pueden desembolsar para su cirugía.
Donde nos informan que es más notorio el objetivo de lucro que otra cosa es en las áreas de Traumatología, Nefrología, Cirugías Pediátricas y en Endoscopía de adultos. En algunos casos los proveedores de equipo médico y de insumos son algunos de los mismos médicos que laboran en el Hospital Miguel Hidalgo, lo que es negocio redondo para ellos pues ellos los solicitan y ellos mismos los proveen.
Su fama es por la confabulación
Pero adicionalmente, el Hospital Hidalgo, antes emblemático como el entonces conocido Hospital Civil por su elevado nivel de servicio y calidad de atención, hoy su fama ha ido trascendiendo más bien por la manera en que sus directivos encabezados por Armando Ramírez Loza se alían en beneficio mutuo con el Sindicato de dicho nosocomio, el Sindicato Unico de Trabajadores del Hospital Miguel Hidalgo que encabeza Francisco Javier Araiza Méndez.
Conforme lo que nos reportan profesionales de la salud de dicho hospital, hay muchas evidencias de nepotismo e influyentismo en este Centenario Hospital Miguel Hidalgo que atiende a miles de pacientes de toda la región del Bajío.
El desabasto de insumos, equipo y medicamento no es novedad hoy en ningún hospital público del país: tampoco la insuficiencia de personal de enfermería y paramédico.
Sin embargo en este Hospital Hidalgo, nos dicen, la situación ha llegado a grados inaceptables y vergonzosos porque es común que se suspendan cirugías o procedimientos por falta de recursos materiales y humanos, aparte de que a los pacientes se les cobran cada vez más elevadas cuotas de recuperación por todo tipo de insumos y servicios.
Y paradójicamente ha venido extendiendo sus servicios privados cobrados al doble y en horarios de servicio público en el mismo hospital. Es decir, los médicos, enfermeras y demás empleados que son pagados con recursos públicos también son aprovechados para los servicios cobrados a privados. Sin embargo, hay muchas quejas del personal de base (enfermeras y de otras áreas) porque se les exige trabajar turnos extras y horarios inhumanos sin que se les pague como debe ser.
Nos cuentan que a la confabulación entre el director Ramírez Loza con el secretario del sindicato Francisco Araiza Méndez también se suma la representante del Trabajo y Conflictos, Rocío Rangel; entre los tres se ponen de acuerdo para asignar basificaciones a familiares, amigos y recomendados violando el Contrato Colectivo de Trabajo sin códigos o sin convocar las bases. Estas son unas de entre muchas otras ilegalidades que en el Hospital Miguel Hidalgo dejan a los trabajadores pero también a los pacientes en el desamparo.
Descuentos de nómina sin explicación
Como no tienen el respaldo del sindicato, los trabajadores llegan a ver descuentos en su quincena sin autorización y sin explicar el concepto. Así por ejemplo, en la primer quincena de septiembre del 2019, se les hizo un descuento de 30 pesos por trabajador. Si son unos 1,400 trabajadores, lo recaudado por dicho cobro fueron 42,000 pesos, recursos que nunca se supo para que se destinaron.
Esa vez hubo trabajadores que solicitaron el reembolso, y sin explicación ni disculpa o aclaración sí les fue depositado en la quincena siguiente. Pero no fueron todos.
Entre otras acusaciones es que el personal directivo opera bajo una completa desorganización, pero cuando se trata de festejar o celebrar eventos conmemorativos, lo hacen en horas de servicio, y lo que menos importa es que se retrasen o cancelen las consultas, cirugías u otros procedimientos médicos, pues sin más se le pide al paciente reprogramar.
Uno de los problemas de origen es que este hospital dejó de recibir recursos de manera directa de la Federación debido a que se modificó su base legal; dejó de ser un organismo descentralizado pasando a ser un órgano desconcentrado dependiente de la Secretaría estatal de Salud encabezada por Miguel Ángel Piza, quien precisamente fue director del Seguro Popular en Aguascalientes.
Definitivamente pasó a la historia aquella buena fama que tuvo por tantos años el entonces Hospital Hidalgo, tantos buenos Médicos y personal adjunto que dejaron sus vidas como ejemplo de vocación de Servicio de amor al prójimo.
Sus médicos más antiguos se preguntan ¿dónde quedó aquel Hospital Civil Miguel Hidalgo que sin cobrar cuotas de recuperación brindaba con espíritu de servicio la mejor atención y apoyo a pacientes y familiares?[.]