La Cámara de Diputados aprobó el pasado 8 de febrero de 2018 con 305 votos y una abstención, el dictamen que reforma el artículo 33 de la Ley General de Educación, para prevenir y erradicar la violencia en contra de la mujer en el ámbito educativo.
Se faculta a las autoridades educativas, para coadyuvar en el cumplimiento de programas que tengan por objeto prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, en términos de lo dispuesto por la normatividad aplicable.
El dictamen enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales, precisa que conforme a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), de las mujeres que asisten a la escuela, el 25.3% ha enfrentado violencia por parte de compañeras, compañeros y maestros, siendo las agresiones físicas y sexuales las más frecuentes; en los últimos 12 meses, 10.7% fueron agredidas sexualmente.
Argumenta que la educación con perspectiva de género es necesaria para enseñar a las niñas, niños, las y los adolescentes un nuevo paradigma en las relaciones entre hombres y mujeres que, posteriormente, permeé a la sociedad en su conjunto. Se busca influir a edades tempranas para lograr un cambio de patrones de conducta discriminatoria o que atenten contra los derechos humanos.
En la fundamentación del dictamen, la presidenta de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, diputada Hortensia Aragón Castillo, expresó que la reforma tiene que ver con la violencia hacia las mujeres y lo que se puede hacer desde los espacios educativos para evitar que siga siendo una práctica consuetudinaria y cultural en el país.
Relató que el Instituto Nacional de las Mujeres dio a conocer una serie de indicadores básicos respecto a la participación de las mujeres en la toma de decisiones, con resultados lamentables. Estos estudios, señalan que en los últimos años el incremento de feminicidios y la violencia hacia las mujeres ha sido realmente notable, lo que “nos obliga a que pongamos un poco más de atención en este dictamen”.
Se pretende que a través de las instituciones educativas, se implementen programas que hagan posible generar conciencia en las niñas, niños y adolescentes sobre el tema. “Esto es parte de los compromisos que México ha establecido con organizaciones internacionales en el sentido de hacer cosas, de tomar medidas para cambiar este panorama”.
En los posicionamientos, la diputada Ana Guadalupe Perea Santos indicó que el dictamen traerá beneficios para el combate a la violencia de género y su eventual contribución al cambio cultural de las nuevas generaciones; además, forma parte de un largo proceso de armonización legislativa en materia de equidad e igualdad de género.
De acuerdo con cifras de la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016, elaborada por el Inegi, el 66.1% de las mujeres de 15 años y más han enfrentado al menos un incidente de violencia por parte de cualquier agresor alguna vez en su vida.
María Eugenia Ocampo Bedolla, puntualizó que la eliminación de la violencia contra las mujeres ha sido un tema toral y fundamental. “Hemos sido partícipes en todas las acciones que se persiguen con dicho fin, para nosotros es una prioridad dar certeza y garantizar la erradicación de la violencia”.
Argumentó que la violencia contra las mujeres es un tema que se presenta en todos los ámbitos de la sociedad y las estadísticas al respecto son elocuentes. “Estamos comprometidos a conseguir cambios normativos que permitan garantizar que las niñas y mujeres puedan asistir a la escuela sin correr peligro y, sobre todo, de no ser agredidas”.
La diputada María Candelaria Ochoa Ávalos expresó que hoy se incluye la perspectiva de género en las actividades que las autoridades educativas realizan; sin embargo, dijo, la reforma quedó corta para la instrumentación.
“Es importante que se enfrenten no solamente en el ámbito educativo modificaciones, y en los padres y madres de familia, sino también en el propio espacio educativo, la forma de trato que todavía hoy las niñas y los niños tienen en la escuela es desigualdad. Hoy se tiene una amplia demanda de que los infantes son violentados por distintas cosas, en principio por la diferencia”, añadió.
La diputada Edna González Evia mencionó que la violencia de género en la escuela es un fenómeno que afecta profundamente a millones de niñas y niños. “Es uno de los principales obstáculos para la consecución de la igualdad entre hombres y mujeres y tiene efectos de largo alcance, que afectan a la capacidad de aprendizaje de las alumnas y su permanencia en la escuela”.
Precisó que la educación con perspectiva de género es necesaria para enseñar a las niñas, niños, las y los adolescentes un nuevo paradigma en las relaciones entre hombres y mujeres, que posteriormente debiera apremiar a la sociedad en su conjunto, generando así un cambio de actitudes y valores y prácticas.
Sara Paola Galico Félix Díaz, manifestó que la violencia de género se encuentra arraigada en México; en números, 7 de cada 10 mujeres han sufrido alguna vez agresiones de tipo sexual, físico, laboral y emocional y del total de quienes han experimentado agresión física o sexual por otro agresor distinto a su pareja, solo el 9.4% presentó una queja o denunció ante alguna autoridad.
Para combatir la violencia, dijo, la principal herramienta con la que se cuenta es la educación. “Es la más poderosa que tenemos para cambiar la situación actual del país, pero también a nivel internacional. Debemos entender que la violencia de género es un problema de derechos humanos”.
La diputada María Luisa Beltrán Reyes, planteó que las autoridades educativas apoyen y desarrollen programas, cursos y actividades que fortalezcan la enseñanza sobre la importancia de la prevención de la violencia de género, toda vez que el riesgo de reproducir este tipo de agresión se genera a partir de ser testigos o de haber sufrido malos tratos en la infancia, en la adolescencia o de patrones conductuales que se transmiten de una generación a otra.
Según información del Banco Nacional de Datos y Formación sobre Casos de Violencia contra las Mujeres, anualmente se registran alrededor de 130 mil casos de violencia contra las mujeres, que van desde la de índole psicológica hasta la física. El principal agresor suele ser un familiar, en casi el 85%. “Hay que transformar estos factores estructurales que la alimentan y la producen, como la desigualdad y la cultura machista”.
La diputada Rocío Matesanz Santamaría dijo que cada vez son más jóvenes las mujeres que sufren violencia en diferentes ámbitos, “pero más nos preocupa cuando se presenta esto de manera recurrente en el ámbito educativo”.
Afirmó que los padres de familia juegan un papel muy importante para generar, a través de la educación que se da en casa, el que niñas y niños puedan evitar esta situación y actitudes, cuando se desplazan a su escuela o al plantel escolar, desde edades tan tempranas como preescolar y básico. “Padres junto con las autoridades escolares tienen que construir sinergias en las que se pueda ir dando este tipo de conductas y así avanzar en la erradicación de la violencia de género en las escuelas”.
Dulce María Montes Salas, expresó que la violencia de género nunca debe ser vista como algo natural, inercial y ordinario, sino como una conducta reprobable, y por ende, castigarla.
“Votamos a favor del dictamen que tuvo origen en una iniciativa de nuestra compañera Dennis Ibarra, para establecer que las autoridades educativas, en el ámbito de sus respectivas competencias, lleven a cabo actividades que fortalezcan la enseñanza de los padres de familia respecto a la prevención de la violencia de género y coadyuvar en el cumplimiento de programas que tengan por objeto prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres”, agregó.
Al hablar en pro, el diputado Virgilio Caballero Pedraza señaló que a pesar de los esfuerzos de diversas feministas, mujeres organizadas y diputadas conscientes del grave problema que se extiende en el país, las cifras sobre la violencia de género “siguen siendo aterradoras”.
Precisó que para reducir la violencia en la educación, urge que los centros educativos sean espacios en donde se fomenten relaciones más sanas y equitativas entre hombres y mujeres. “La intervención realizada en las aulas es de gran importancia en la lucha contra las desigualdades de género, pero es necesario que tanto el centro educativo como las familias adquieran un compromiso donde se establezca como uno de sus valores centrales el de la igualdad”.