El Hemangioma Infantil (HI), el tumor benigno más frecuente en la infancia, es un tipo de mancha de nacimiento que aparece por la proliferación y crecimiento de células que recubren el interior de los vasos sanguíneos. Estos pueden aparecer en la piel o debajo de ella.
Algunos hemangiomas parecen manchas de piel del color de una fresa, por ello también se le conoce como “la marca de la fresa”, mientras que otros pueden aparecer como un bulto en la piel.
Así lo explicó la Dra. Helena Vidaurri de la Cruz, dermatóloga pediatra quien agregó que los Hemangiomas Infantiles aparecen en las primeras semanas de la vida, crecen poco a poco en los primeros cuatro meses, luego se estabilizan y posteriormente disminuyen de tamaño, a partir del año de edad, hasta desaparecer.
Detalló que son más frecuentes en niños: prematuros, con bajo peso al nacer o que nacen en partos múltiples (mellizos o trillizos).
La Dra. Vidaurri de la Cruz, cirujana dermatóloga y dermato-oncóloga egresada del Hospital General de México reconoció que si bien la mayor parte de los Hemangiomas Infantiles son inocuos, el 12% de ellos pueden ser voluminosos o estar cerca de estructuras sensibles, como los ojos, los oídos, la boca o el área genital.
En casos excepcionales, los hemangiomas pueden crecer en un órgano interno, como los riñones, los pulmones, el hígado o el cerebro, donde no es posible verlos.
En los casos más complicados, comentó, pueden causar cicatrización y desfiguración duraderas o permanentes, problemas hepáticos (hígado) o de las vías respiratorias, deterioro de otros órganos, ulceración (que puede causar dolor o cicatrización) o formar parte de enfermedades más complejas. Estos Hemangiomas, alertó, requieren tratamiento médico.
En cuanto al diagnóstico, la experta consideró que sería ideal que los médicos de primer contacto reconozcan las características de los hemangiomas para canalizar a los pacientes a especialistas como dermatólogos o dermatólogos pediatras, quienes podrían solicitar estudios específicos para obtener mayor información para hacer el diagnóstico.
No obstante, refirió que los hemangiomas infantiles se diagnostican mediante un examen físico-visual en la consulta médica. Ocasionalmente se requieren estudios como ultrasonido o tomografía para determinar su extensión. De acuerdo con la localización, tamaño, velocidad de crecimiento y potenciales complicaciones de los hemangiomas se decidirá el manejo.
El tratamiento puede ser con vigilancia médica periódica por el pediatra y dermatólogo pediatra. Anteriormente, los tratamientos para el hemangioma eran inespecíficos y de moderada efectividad. En 2008, se observó que el propranolol era útil para acelerar la involución de estos. En los últimos años, se realizaron investigaciones médicas en distintos países que han demostrado la eficacia y la seguridad de este fármaco para tratar los hemangiomas.
El propranolol es el primer y único fármaco oral aprobado por las autoridades de salud para combatir las formas graves de hemangiomas y ya se encuentra disponible en México.
Gracias a su acción, disminuyen las complicaciones y secuelas. Este avance en la medicina significa un nuevo horizonte en la calidad de vida de los pequeños y una esperanza para muchas familias, concluyó la especialista.