La serie «El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe» propuesta por el Banco Interamericano de Desarrollo, lanzó un episodio llamado «Educación y salud: ¿los sectores del futuro?«, dedicado a analizar un posible futuro para estas profesiones. Si habías pensado que la digitalización mitigaría los esfuerzos de estos sectores, te invitamos a que lo reflexiones con la información que te presentamos a continuación.
Desde el año pasado, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzó una serie llamada «El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe» , la cual busca analizar los efectos que ha tenido -y tendrá- la cuarta revolución industrial en nuestras vidas. La serie consta de 8 episodios.
De acuerdo con información proporcionada por el BID, los sectores laborales en educación y salud no se verán tan afectados por la cuarta revolución industria debido a dos razones: el índice de vejez, en América Latina y el Caribe, irá a la alza en los próximos años, lo que requerirá una mayor demanda de profesionales que se dediquen al cuidado de la salud.[1] Mientras tanto, el aumento de matrícula continuará en los próximos años, así como el número de alumnos por maestro disminuirá conforme pasen los años, lo que requerirá una mayor demanda de maestras y maestros en la región.
¿Qué tienen en común estos dos sectores? ¿Por qué no se verán tan afectadas como otras profesiones? En realidad, la respuesta no es compleja. A diferencia de otras ocupaciones que se han visto más afectadas por la automatización, industrial o digital, los sectores de salud y educación requieren mayores habilidades interpersonales que difícilmente podrán ser sustituidas por la inteligencia artificial.
Cabe destacar que los empleos dedicados a la salud y educación son buenos prospectos para una profesión por tres razones: por un lado, los ingresos salariales en estos sectores han evolucionado en los últimos años; además, la brecha salarial que tienen con respecto a otras ocupaciones se ha visto disminuida. Por otro lado, son sectores que tienen menor desigualdad en materia de género, pues, 3 de cada 4 profesionales son mujeres, en comparación con otras profesiones.[2] Por último, de acuerdo con censos de población y vivienda realizados en países como Brasil, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Panamá, Costa Rica, Perú y Trinidad y Tobago, quienes se dedican a la salud o la educación tienen más probabilidades de recibir una pensión para la vejez.
Así que, ¿sigues pensando que la educación y la salud no son viables como profesiones para un futuro próximo? [.]
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