¿Desde dónde eliges tú?

Uno de los retos más difíciles que tenemos a lo largo de nuestra vida, en todo momento y lugar, es sin duda, nuestra capacidad en la toma de decisiones. Actualmente, psicólogos, facilitadores y todo profesional que tenga que ver con la conducta humana, hablan al respecto.

Ilustración 3D de una persona en un camino con tres opciones
¿Desde dónde eliges tú?
Hubo quien, mucho tiempo atrás, habló de este tema. Me refiero al teólogo y filósofo danés, Søren Kierkegaard (1813-1855). Padre del Existencialismo, hizo Filosofía desde la existencia humana, centro su pensamiento en el individuo, la subjetividad, (el “mundo” visto desde el punto de vista del sujeto), la angustia, la desesperación y la responsabilidad. Temas retomados años más tarde por Jean-Paul Sartre y Martin Heidegger.

Escritor prolifero, parte de su obra habla de las emociones y sentimientos que experimentan los individuos al enfrentarse en las elecciones que plantea la vida. El concepto de la angustia y Etapas del camino de la vida, son los libros del filósofo danés que desarrollan este pensamiento.

“Prescindiendo de la opción que elija hoy, estoy dispuesto a aceptar las  consecuencias de mis acciones  porque me he tomado el tiempo para elegir”  Al-Anon Family Group, Headquarters, Inc. “Valor para cambiar” 2002, Nueva York, p. 16

¿Nunca has estado en una situación determinada, en la que sabes que algo no está “bien” y que, sin embargo, quieres vivirlo, y esto te hace “sentir” como si estuvieras al borde de la azotea de un edificio? Sientes gran atracción por el vacio, pero al mismo tiempo, sabes las consecuencias de aventarte. Este momento de vida te provoca “angustia. “Esta experiencia de angustia o temor,” dice Kierkegaard, “es debido a nuestra completa libertad de elegir si nos arrojarnos o no al precipicio”. Y continua: “el mero hecho de que uno tenga la posibilidad y la libertad de hacer algo, incluso la más terrorífica de las posibilidades, dispara inmensos temores“. De esto se trata “El concepto de la angustia”.

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A través de la angustia, en el momento de tomar una decisión, es según Kierkegaard, como nos autoconocemos- ¿Lo hago o no lo hago? ¿Me voy por aquí o por allá? Y así, “vamos de la autoconciencia inmediata a la autoconciencia de reflexión” señala el filósofo danés. ”Un individuo es plenamente consciente de su potencial tras la experiencia de la angustia. Por lo tanto, la angustia puede ser una posibilidad para pecar”, (entiéndase en un contexto actual, equivocarse, tomar una decisión que a la larga nos hará daño), “pero también puede ser el reconocimiento o la realización de nuestra propia identidad y libertad”.

En Etapas del camino de la vida, Kierkegaard , considera que el ser humano a lo largo de su vida y conforme pasa el tiempo, atraviesa tres etapas. (No todos lo hacen, unos se quedan en las dos primeras. Sn embargo, cuando se avanza, ya no hay regreso). La Estética, la Ética y La Religiosa, yo la llamaría
espiritual”.

  1. En la estética, la toma de decisiones, es a través del placer, de lo fugaz, de lo sensual, de lo instantáneo. Este tipo de persona, “esteta”. prueba de todo y nada le satisface. No tiene un proyecto de vida. No se compromete con nada ni con nadie. Sólo está. Se cansa de correr tras un placer, que una vez alcanzado, se desvanece. Vive en lo superficial. Se deja llevar por el instante y es incapaz de tomar las riendas de su vida. Actúa desde la diversión. Hacer todo lo que quiere, cuando quiere. No tiene un motivo valido para tomar decisiones. Esto lo lleva al aburrimiento. No tiene de que asirse y esto lo conduce a la desesperación. La desesperación es el estado propio de quien ya no espera nada, pero no sabe otra cosa que esperar. No obstante, dice Kierkegaard, “es la desesperación la que llevara al ‘esteta’ al siguiente escalón: el ético.”La desesperación misma es una elección, ya que se puede dudar sin elegir, pero no se puede desesperar sin elegir”. La decisión es un comienzo o un fin de algo. Lo que significa un cambio de estado.
  2. El hombre ético actúa para ser. Es, siendo. Se compromete. Tiene un proyecto de vida. Estabilidad y continuidad. Tiene, cree y confía en los valores. Tiene metas. Se hace responsable de su existencia. Se guía por deber. Tiene conciencia del bien y del mal. Y, esto le causa angustia. “El hombre ético teme hacerse culpable, ya que la culpa es lo contrario de la libertad. Pero, al mirar el futuro, ve a la culpa como una posibilidad, y se angustia. La angustia pone al hombre ante lo único inconmovible (Dios), empujándolo a dar el salto desesperado de la fe, el salto a la existencia religiosa”.
  3. El tercero, el religioso (o espiritual) es movido por una profunda fe en Dios (o Poder Superior o Fuente o Universo). Cambia la desesperación por la esperanza y la angustia por confianza en el Plan Divino. Ama a Dios y se sabe amado por Dios. Sabe que su deber absoluto no es obedecer la ley sino obedecer a Dios. A veces no entiende sus designios, pero se acata a ellos, pues confía plenamente en ese Plan Divino. Obra por amor no por angustia, deber o desesperación. Confía en él y en el Poder Divino. El hombre religioso está en contacto consigo mismo y con su Fuente Universal.
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desesperación
angustia

ESTÉTICO ÉTICO RELIGIOSO
Objetivo Conseguir el placer y evitar el dolor Hacer el bien y evitar el mal Agradar a Dios y no defraudarlo
Valor supremo PLACER DEBER AMOR
Arquetipo Don Juan

Fausto

El judío errante

Esposo Abraham
Relación
con el tiempo
Vive el
instante: disfruta el momento; carece de proyecto
Tiene
proyecto, estabilidad y continuidad.
Vive de cara a Dios; disfruta el momento pero sin apegarse a él
Relación con lo particular y lo general Busca la excepción; se apega a lo particular Vive sujeto
al imperio del deber, la moral, lo universal
Se relaciona con lo general no como subordinado sino como superior

Andar por la vida es una constante elección. A veces nos pone en caminos un tanto cuanto “difíciles”. Como cuando por ejemplo, nos divorciamos. ¿Desde donde estás tomando esta decisión? ¿desde el enojo, el resentimiento, el miedo, la desesperación, la tristeza? O, por el contrario, desde una profunda paz mental y una profunda serenidad. Ante una elección difícil, hay que sopesar lo positivo y lo negativo. Pensar en nuestro bienestar y en el de quienes nos rodean. Y dar el paso con un profundo convencimiento. Sea como fuere, siempre habrá consecuencias. Que a su tiempo, nos llevarán tomar otra decisión.

¿Desde dónde eliges tú?

Sitios de interés

Referencias

  • Colomer, Eusebi 1990. El pensaminto alemán de Kant a Heidegger, tomo III Barcelona: Herder
  • Royston Pike, Edgar 1991. Diccionario de religiones. México: Fondo de Cultura Económica
Imagen cortesía de Klektadarya



Escrito por

Humanista y facilitadora en Desarrollo Humano

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