La diputada Ana Laura Bernal Camarena planteó en una iniciativa reformar los artículos 47 y 69 de la Ley General de Educación, a fin de garantizar que en los programas escolares se delineen propósitos específicos de lectura, aprendizaje y comprensión.
La iniciativa, que se analiza en la Comisión de Educación, destaca que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) otorgó a México el sitio 107 en una lista de 108 países, toda vez que en promedio cada habitante lee 2.8 libros al año.Este organismo subrayó que hay una biblioteca pública por cada 15 mil habitantes, por lo que la diputada afirmó que la lectura es un tema pendiente y un fracaso del sistema pedagógico. “Se debe fomentar por interés, por gusto, pues, aunque se termine con índices de analfabetismo y aumente la población escolar, ello no implicará que la gente se cultive en lecturas que le beneficien”.
Por ello, busca que en cada escuela pública de nivel básico, por medio del consejo escolar de participación social se vigile que los planteles cumplan en sus programas, los propósitos específicos de lectura, aprendizaje y comprensión de las asignaturas.
Sostuvo que en México existe el enorme reto de impulsar el gusto por la lectura en la ciudadanía, pues en lugar de crecer, esta preferencia disminuyó.
Argumentó que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el 2018 los módulos de lectura detectaron que el 69.8% de sus usuarios adquirieron el hábito de leer tanto en el hogar como en la escuela.
Al revisar estas cifras se plantea que existe una mayor población lectora cuando se motiva en el hogar y en la escuela, de ahí la importancia de que los padres vigilen que los programas de estudio promuevan la lectura.
Destacó que los diccionarios en línea y libros digitales pueden aportar a la enseñanza, pero es fundamental modificar factores pedagógicos, sociales y económicos que intervienen para promover la lectura como práctica común en la población mexicana.
Bernal Camarena resaltó la importancia de la compresión, de la capacidad de entender las oraciones y frases que se transmiten en la conexión lectura, pensamiento y lenguaje; sobre todo, ante la enorme ola de tecnología con la que se cuenta en estos días, cuando debe ser más fácil introducir nuevos lectores de libros científicos, de cultura general y de sano recreo.
Enfatizó que de aprobarse esta reforma se lograría que la sociedad y autoridades educativas interactúen para garantizar el cumplimiento de los programas de lectura que deben impulsar los docentes de nivel básico en las escuelas del país[.]