Científicos mexicanos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) campus Guadalajara, desarrollan un instrumento de monitoreo médico llamado electrocardiógrafo inteligente, el cual tiene la finalidad de mantener bajo vigilancia médica en tiempo real y a distancia, a personas con afecciones cardíacas.
José Luis Leyva Montiel, investigador del área de Diseño Electrónico y responsable del proyecto, explica que este tipo de instrumentos son procesadores de señales cardíacas que permite obtener información para tomar decisiones sobre la persona que porta el aparato.
“El electrocardiógrafo que estamos diseñando es un dispositivo de supervisión remota que permitirá dar seguimiento y vigilar a pacientes que se encuentren en terapia intensiva, o en movimiento, es decir, haciendo una vida cotidiana”.
El dispositivo usa el sistema de comunicaciones de la red de telefonía móvil para enlazarse con sistemas computarizados, teléfonos inteligentes y computadoras, para vigilar y dar seguimiento al desempeño del corazón de los pacientes que los portan.
El aparato captura las señales eléctricas producidas por el corazón con la ayuda de electrodos desechables que se pegan a la superficie del cuerpo. Posteriormente, las señales eléctricas son filtradas para eliminar, en la medida de lo posible, el ruido o contaminación eléctrica contenida en ellas. De esta manera las señales son procesadas para obtener la información requerida por los médicos para llevar a cabo el diagnóstico.
El investigador José Luis Leyva Montiel, ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009, precisa que existen dos tipos de alarmas que el electrocardiógrafo reporta al médico: la alarma amarilla, cuando la actividad del corazón rebasa los parámetros programados y, a través de un mensaje SMS, le indica cuáles se están violando; es decir, la vida del paciente no corre peligro, pero es necesario dar indicaciones al paciente para regresarlo a la normalidad.
La alarma roja se activa en caso de que el paciente entre en un cuadro que ponga en riesgo su salud e integridad, por ejemplo, altas frecuencias cardiacas, arritmias, paros cardiacos o caídas. En este caso el aparato se comunica con el médico tratante y le envía los parámetros medidos y las señales electrocardiográficas, donde se evidencia el problema cardiaco.
En caso de que el médico reciba un mensaje de alarma roja, llama al paciente para darle instrucciones o, en caso de ser necesario, el doctor también puede comunicarse con la unidad médica más cercana e, incluso, enviar una ambulancia.
La efectividad del aparato permite a los pacientes con este tipo de problemas viajar a cualquier parte del mundo, ya que donde quiera que esté, su doctor recibirá informes sobre la actividad cardiaca y de igual forma podrá notificar a médicos de la zona en caso de existir alguna emergencia.
Este electrocardiógrafo tiene como principal objetivo disminuir el tiempo de espera de atención médica, así como minimizar la presencia de pacientes en los hospitales.
El dispositivo, que funciona con baterías recargables y le permiten tener una independencia de 48 horas. Podría estar a la venta en el mercado, farmacias o centros comerciales en seis meses, con un costo de mil quinientos dólares, un precio bajo teniendo en cuenta sus características, expresa el investigador del Cinvestav.
El electrocardiógrafo se lleva en la bolsa del pantalón, camisa o sujeto al cinturón, y se conecta al paciente a través de unos cables colocados de manera ortodonal. Dependiendo de la evaluación realizada por el doctor, los candidatos a usar este aparato sólo se conectan a él una vez al día para un monitoreo, de lo contrario lo portarían las 24 horas.
Los prototipos que ya están funcionando se encuentran en etapa de observación para vigilar su calidad de señal y de las mediciones con el objetivo de ajustarlos a las recomendaciones de los cardiólogos.