Las necesidades alimentarias de un bebé incrementan conforme se desarrolla y cuando llega a los 6 meses de edad se enfrenta a un cambio significativo en su alimentación, ya que deja de consumir exclusivamente leche materna, para integrar nuevos alimentos en su dieta diaria. De esta manera, comienza una nueva etapa: la alimentación complementaria. Periodo en el que el pequeño necesita recibir nutrientes de los diversos alimentos, además de los que le aporta la lactancia materna, para que continúe con su óptimo crecimiento y desarrollo.
A pesar de que su estómago aún es muy pequeño, las necesidades nutrimentales son elevadas, lo cual hace necesario que los bebés consuman alimentos ricos en vitaminas y minerales, en porciones pequeñas. Con esto, los papás asegurarán que sus hijos reciban los nutrientes que necesitan.Mamás y papás deciden qué va a comer el bebé y el pequeño es quien decide cuánto quiere comer, por ello es importante hacer buenas elecciones de alimentos con alta calidad nutrimental. Es importante no obligar a los bebés a terminarse la porción ofrecida, es mejor que solitos pidan más en caso de experimentar mayor apetito, con ello se incentiva una buena relación con la comida.
La integración de alimentos sólidos en la dieta diaria de los pequeños debe incluir los siguientes grupos:
- Frutas y verduras
- Cereales y tubérculos
- Leguminosas y alimentos de origen animal
Frecuentemente, el inicio de la alimentación complementaria se realiza con el consumo de cereales infantiles fortificados, ya que cuentan con los nutrimentos necesarios en porciones pequeñas. Durante esta etapa, se deben satisfacer las cantidades necesarias de Hierro, elemento determinante para la salud futura. El hierro tiene un papel importante en el desarrollo mental y del sistema nervioso, sobre todo en los primeros años de vida. Es por ello que se debe asegurar el adecuado aporte de este mineral para promover un óptimo desarrollo motriz, emocional, cognitivo, etcétera. La deficiencia de este importante mineral puede tener efectos negativos en el desarrollo mental y cognitivo que no son reversibles.
Nestum, cereal infantil fortificado, brinda una opción saludable para los bebés que se encuentran en esta etapa, al contener vitaminas y minerales, es una adecuada fuente de hierro que apoya al neurodesarrollo. Al consumir 3 cucharaditas 2 veces al día, cubre el 50% del requerimiento diario de Hierro. Además de brindar energía por ser una buena fuente de carbohidratos, importante para que pueda aprender y desarrollarse adecuadamente[.]