Últimamente se ha visto una tendencia hacia una mayor concientización de consumo, cada vez es más común que las personas cultiven su propio alimento.
Una gran opción es germinar lo que se consume por ser fácil, económico y accesible para todo tipo de vivienda y ambiente.
La germinación es una práctica que da como resultado el despertar de una semilla a través de agua, oxígeno y temperatura adecuada, es el primer periodo de vida de una planta, en esta etapa podemos encontrar los nutrientes necesarios para que el organismo los aproveche, tales como enzimas y clorofila que ayuda a nivelar el PH del organismo, mejorar la digestión, tener un sistema inmunológico más fuerte y aportar más energía al cuerpo.
Beneficios de germinar en casa
- Es muy sencillo de hacer.
- Se puede realizar en cualquier época del año.
- No se necesita tener un jardín o tierras para cultivar, se puede hacer en un frasco y colocarlo en la cocina de la casa.
- Tiene impacto positivo para el medio ambiente porque se necesita poca agua y no se requiere electricidad.
- Genera un consumo responsable con menos desperdicios.
- No se usan agroquímicos.
- Rinde mucho, por ejemplo, 1 kilo de semilla de alfalfa es igual a 5 kilos de germinado.
- Se consume alimento de buena calidad y muy nutritivo.
Para que una semilla germine se necesitan únicamente de 3 a 5 días y puede durar hasta 3 semanas en refrigeración. La lista de semillas que pueden germinarse es larga: brócoli, zanahoria, rábano, cebolla, kale, betabel, cilantro, entre otros.
“Los brotes y germinados hoy son considerados un tesoro de la naturaleza y se les ha catalogado como alimentos vivos por su gran cantidad de nutrientes y energía. Varias organizaciones mundiales están apostando por esta opción para terminar con la desnutrición, por su fácil y económica elaboración, así como el cero impacto ambiental que genera” comentó Karla Galindo, Nutrióloga de Cultivos Naturales San Francisco.
¿Qué se necesita para germinar en casa?
- Frasco de vidrio o plástico de 750 ml.
- 1 liga.
- Tela tul.
- Trozo de tela oscuro (25cm x 30cm).
- 20 g de semillas para germinar.
- Molde cuadrado con capacidad de 200g.
- Agua purificada.
El proceso de germinación se realiza de la siguiente manera:
- Coloca 20g de semillas en un frasco de vidrio o plástico con capacidad de 750ml
- Agrega agua y desinfecta tus semillas (cuida que el desinfectante no incluya plata coliodal). Retira el agua.
- Agrega 250 ml de agua purificada e hidrata tus semillas por el tiempo que sea necesario según la variedad 4hrs para (Brócoli, Alfalfa, Rábano, Trébol, etc.) Retira el agua.
- Esparce tus semillas por todo el frasco, colócalo en posición inclinada sin tapar la boquilla y déjalo en un lugar oscuro en donde circule el aire por 3 a 4 días.
- Durante los mismos 3 a 4 días que estará en oscuridad, riégalo de 2 a 3 veces al día con un atomizado hasta que quede húmedo, cuidando de que no tenga exceso de agua.
- Al cuarto día puedes sacar tu germinado y colocarlo por 24hrs en una bandeja para exponerlo a luz indirecta o luz de foco para que adquiera clorofila y se ponga verde. Cúbrelo con una malla para evitar que los insectos se acerquen.
- Puedes almacenarlos en un molde con tapadera para llevarlos al refrigerador. Asegura que el molde cierre muy bien para que tus germinados se mantengan en buen estado cuando los refrigeres.
El material es muy sencillo y accesible, es algo que normalmente todos tienen en casa, las semillas para germinar se pueden comprar en tiendas en línea como Mercado Libre, donde Cultivos Naturales San Francisco tiene a la venta kits germinadores.
Para aprender a germinar, esta marca orgullosamente mexicana, ofrece talleres gratuitos en sus redes sociales Facebook e Instagram donde se explica paso a paso las instrucciones a seguir para germinar.
También en sus redes cuentan con deliciosas recetas que la Chef Sofía Tirado crea para una vez obtenido el germinado, poder prepararlo en muchos platillos: dulces, salados, bebidas, postres, etcétera.
