La edad puede repercutir sobre la fertilidad masculina, pero su influencia no es tan importante como sobre la edad femenina. Las investigaciones revelan que puede haber más riesgo de ciertos problemas médicos en los hijos de hombres mayores, pero el riesgo parece ser poco.
De acuerdo con la Dra. Jani Jensen, del departamento de Endocrinología Reproductiva e Infertilidad en Mayo Clinic de Rochester, Minnesota, una vez alcanzada la pubertad, la mayoría de hombres continúa produciendo espermatozoides durante el resto de su vida. Eso significa que los hombres pueden engendrar un hijo, incluso entrados en años. No obstante, los estudios revelan que los hombres mayores de 40 años tienden a ser menos fértiles que los jóvenes, aunque la menor fertilidad por la mayor edad masculina no parece ejercer un efecto sustancial sobre la fertilidad general de la pareja. Es decir, los estudios han demostrado que la edad del hombre no disminuye el éxito del tratamiento para fertilidad en las parejas que buscan dichos servicios.
La edad de un hombre en el momento de la concepción del bebé se conoce como la edad paterna y la edad de la mujer en el momento de la concepción se conoce como la edad materna. Se considera que a partir de los 35 años, la mujer tiene una edad materna avanzada y aumentan los riesgos para la salud del bebé. Sin embargo, no existe una definición universalmente aceptada de cuándo se considera avanzada la edad paterna. Varios estudios han optado por los 40, 50 y hasta 60 años como el punto de corte para una edad paterna avanzada.
La razón para la inexistencia de un claro punto de corte para la edad paterna, a partir del que empiezan a aumentar los riesgos para la salud del bebé, es que el riesgo sube muy lento con el transcurso del tiempo. A medida que más veces ha producido espermatozoides el cuerpo de un hombre, proceso conocido como espermatogénesis, mayor es el riesgo de ciertos trastornos genéticos, tales como un tipo de enanismo conocido como acondroplasia, en los hijos de hombres mayores de 40 años.
La Dra. Jensen comenta que a se ha visto también que los hijos de padres mayores pueden enfrentar otros riesgos médicos. Las investigaciones han descubierto que los niños nacidos de padres de 40 o más años de edad parecen tener mayor propensión a desarrollar autismo que los hijos de hombres menores de 30. Los hijos de hombres de 50 o más años parecen correr más riesgo de sufrir el trastorno cerebral de esquizofrenia, que los hijos de los hombres menores de 25 años.
El riesgo de impedimento cognitivo también podría ser mayor en los hijos de padres de más edad. En un estudio realizado en el año 2009, los hijos con padres mayores obtuvieron una puntuación ligeramente menor en las pruebas para medir la concentración, la memoria, la lectura y la capacidad de razonamiento hasta los 7 años de edad.
A pesar de que los riesgos mencionados sean mayores, de manera general, la posibilidad de que el bebé nazca con problemas médicos sólo porque el padre tiene más edad todavía es bastante baja.
Si usted tiene más de 40 años y piensa procrear un hijo, vale la pena que platique con su médico. Ese profesional puede revisar su historial clínico y antecedentes familiares para ver si existe alguna duda respecto a la fertilidad o riesgos para la salud del bebé, aparte de conversar sobre la salud reproductiva en general.