Durante el embarazo surgen una serie de dudas e inquietudes por nuestra nueva condición de mamá que deberemos ir ajustando para disfrutar plenamente de esta etapa y del futuro bebé.
Así lo comenta la psicóloga Guadalupe Ávalos, psicóloga, especialista en terapia humanista y Gestalt quien aclara que, aunque no se mencione así, el embarazo involucra a todo el sistema familiar, por lo que en esta etapa la mujer se ve obligada a ajustarse a los cambios emocionales, psicológicos, sociales y económicos que conlleva un embarazo.
Para la especialista es importante que las mujeres embarazadas trabajen sus emociones debido a que viven una crisis interna por sus cambios y ajustes bio-psico-sociales que la llevan, indiscutiblemente, a revalorar su vida en general.
En la parte emocional, surgen un
a serie de cuestionamientos e inquietudes por su nueva condición de mamá, entre los que se encuentran:
- Sentimientos de incertidumbre: miedo a ser mamá y contrariedad por cómo equilibrar el amor de su pareja con el nuevo bebé y la familia.
- Experimenta altos niveles de estrés debido a las expectativas que se plantea sobre su desempeño: “¿Seré una buena madre?”.
- Preocupación por la economía y los gastos propios de este periodo.
- Experimenta sentimientos de inadecuación por su nueva imagen. Incluso, esto la lleva en ocasiones a dudar del amor de su pareja y desarrollar sensaciones de estar de más en la vida conyugal.
- En el aspecto psico-emocional, experimenta también una serie de cambios que tendrá que ir trabajando paulatinamente para poder disfrutar plenamente de su embarazo y del futuro bebé.
Dichos cambios podrían ocasionar:
- Hipersensibilidad emocional (se incrementa significativamente durante los últimos meses).
- Irritabilidad y vulnerabilidad.
- Inseguridad ante su nueva imagen: se siente “poco atractiva”.
- Preocupación natural por la incertidumbre de si su bebé nacerá sano.
- Algunas embarazadas experimentan una gran necesidad de protección y desean se les brinde seguridad en todos aspectos.
- Soledad y depresión.
- Distorsiona su auto-imagen: siente la necesidad de esconderse, de no mostrarse en lugares públicos y distanciamiento de amistades.
- Experimenta temor a que la vean con sobrepeso o descuidada, por lo que elige aislarse y desatiende su arreglo personal o, contrariamente a ello, se esmera en su arreglo e imagen.
Pero el embarazo no es para todas las mujeres una etapa de alegría y felicidad, reconoce la psicóloga, especialista en terapia humanista y Gestalt; esto tiene gran importancia porque el bebé aún dentro de la madre siente todo ese rechazo o la aceptación que se le brinde.
Los cambios psico-emocionales que lograrán fortalecer la autoestima, la imagen y la identidad que tendrá ese bebé como adulto, se perciben a través de su madre desde que es embrión hasta su nacimiento, explica la experta.
Un dato revelador, dice Ávalos, es que casi el 80 por ciento de los bebés en el mundo no son planeados y no todas las mujeres embarazadas están preparadas para ser madres.
Un apoyo psicológico profesional en esta etapa favorece en gran medida el desarrollo emocional de la mujer embarazada, de su pareja e incluso del propio bebé, quien tendrá un equilibrio pleno en su vida de adulto y su calidad de vida será diferente.
Se piensa que el embarazo es un asunto sólo de la mujer, pero en definitiva concierne a dos personas, pues el compañero también experimenta una serie de crisis emocionales internas y la dinámica de pareja y de la familia se altera en todos los sentidos, concluye la especialista.