Un nuevo estudio dirigido por la OMS y publicado el 8 de octubre de 2019 en la revista The Lancet demuestra que más de un tercio de las mujeres de 4 países de ingresos bajos sufrieron maltrato durante el parto en establecimientos de salud.
[recuadro]Declaración sobre prevención y eliminación de falta de respeto y malos tratos durante el parto en centros de salud
En 2014, la OMS emitió una declaración de maltrato durante el parto en donde se consideró como una violación de los derechos de la mujer y una ruptura de la confianza entre las mujeres y sus proveedores de atención sanitaria. También se pidió que se intensificaran la acción, el diálogo, la investigación y la promoción.
En las recomendaciones de la OMS de 2018 sobre los cuidados durante el parto para una experiencia de parto positiva se destaca la importancia de una atención centrada en la mujer para optimizar la experiencia del trabajo de parto y el parto para las mujeres mediante un enfoque holístico basado en los derechos humanos. Esto incluye la prestación de una atención respetuosa de la maternidad que mantenga la dignidad, privacidad y confidencialidad de la mujer, le permita tomar una decisión informada y recibir apoyo continuo durante todo el trabajo de parto y el parto, y garantice la ausencia de malos tratos.[/recuadro]
En el estudio “How women are treated during facility-based childbirth in four countries: a cross-sectional study with labour observations and community-based surveys” [1] (Cómo se trata a las mujeres durante el parto en centros en cuatro países: un estudio transversal con observaciones laborales y encuestas comunitarias) se concluye que las mujeres más jóvenes y con menos formación son las que corren mayor riesgo de sufrir malos tratos, que pueden incluir el abuso físico y verbal, la estigmatización y la discriminación, la realización de procedimientos médicos sin su consentimiento, el uso de la fuerza durante los procedimientos y el abandono o la desatención por parte de los trabajadores sanitarios.
El estudio, realizado en Ghana, Guinea, Myanmar y Nigeria, reveló que 838 (42%) de 2016 mujeres sufrieron maltrato físico o verbal, estigmatización o discriminación. El 14% sufrió maltratos físicos, por lo general bofetadas, golpes o puñetazos. También hubo altas tasas de cesáreas, episiotomías (cortes quirúrgicos realizados en la abertura de la vagina durante el parto) y exámenes vaginales no consentidos.
Las directrices de la OMS promueven una atención respetuosa de la maternidad para todas las mujeres, esto es, una atención que mantenga “la dignidad, privacidad y confidencialidad, garantice la ausencia de daños y malos tratos y permita una elección informada y un apoyo continuo durante el trabajo de parto y el parto“.
Altos niveles de maltrato verbal y físico
En el estudio se observó a 2016 mujeres durante el trabajo de parto y el parto en Ghana, Guinea, Myanmar y Nigeria. También se realizaron entrevistas a 2,672 mujeres después del parto, que evidenciaron niveles de maltrato similares a los de las observaciones directas.
En lo que respecta a las 2016 mujeres observadas por los investigadores:
- Se realizaron sin el consentimiento de la mujer 35 cesáreas (13%), así como 190 de 253 episiotomías (75%).
- Los exámenes vaginales se realizaron sin el consentimiento de la mujer en el 59% de los casos (2611 de 4393 exámenes).
- El maltrato físico, se observó que 752 (38%) de las 2016 mujeres experimentaron altos niveles de maltrato verbal, tratándose la mayoría de las veces de gritos, regaños y burlas.
- Experimentaron estigmatización o discriminación, 11 mujeres normalmente con respecto a su raza u origen étnico.
Camino a seguir
Para hacer frente a los malos tratos durante el parto, los sistemas de salud deben rendir cuentas, y se ha de disponer de recursos suficientes para proporcionar una atención de la salud materna de calidad y accesible, así como de políticas claras sobre los derechos de la mujer. Los prestadores de atención de la salud también necesitan apoyo y capacitación para velar por que las mujeres sean tratadas con compasión y dignidad.
Las posibles estrategias son:
- rediseñar las salas de parto para satisfacer las necesidades de las mujeres, en particular en lo que respecta a la privacidad y la presencia de un acompañante durante el trabajo de parto;
- mejorar el proceso de consentimiento informado en todas las intervenciones médicas;
- proporcionar suficiente orientación y apoyo a los trabajadores sanitarios para ayudarles a prestar una atención de mejor calidad;
- permitir que todas las mujeres que lo deseen estén acompañadas por una persona de su elección durante todo el trabajo de parto y el parto;
- aumentar la demanda pública de servicios de maternidad de alta calidad que proporcionen una atención centrada en la mujer y que no toleren ninguna forma de maltrato.
Las asociaciones profesionales también pueden desempeñar un papel crucial en la promoción y el apoyo de la atención respetuosa entre el personal de partería, los obstetras y otros prestadores de atención materna, y en la salvaguardia de sus derechos. La OMS hace un llamamiento a estas entidades para que colaboren con el fin de garantizar que se identifiquen y denuncien sistemáticamente los malos tratos durante el parto y se apliquen medidas apropiadas a nivel local.
Los resultados del estudio deberían utilizarse para orientar las políticas y los programas con el fin de que todas las mujeres tengan experiencias positivas en el embarazo y el parto, con el apoyo de personal sanitario capacitado dentro de sistemas de salud que funcionen correctamente.
Esta investigación fue posible gracias al apoyo de:
- Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
- Programa Especial PNUD/UNFPA/UNICEF/OMS/Banco Mundial de Investigaciones, Desarrollo y Formación de Investigadores sobre Reproducción Humana (HRP) del Departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS.