En México nacen alrededor de dos millones de personas al año y hay alrededor de 1200 muertes maternas. A pesar de que quizá en tu círculo más cercano la muerte materna no es algo tan frecuente, es un mal que sigue afectando a las mujeres mexicanas. Pero, ¿qué hacer para prevenir esto?
“En nuestro país tenemos un índice de mortalidad materna de aproximadamente el 55 por cien mil, deberíamos estar en alrededor de 22 por cien mil; estas cifras forman parte de las Metas del Milenio, las cuales son generadas por una serie de juntas de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, comenta el Dr. Francisco José Bernárdez Zapata, Médico Cirujano especialista en Ginecología, Obstetricia y Medicina Materno Fetal, certificado por el Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia.
“En el 2010 tuvimos un repunte de mortalidad materna debido a la influenza, a pesar de que íbamos muy bien con las cifras”, explica el especialista.
Pero dejémonos de mitos que hacen parecer que el momento del parto es uno ideal. Claramente es uno de los más bellos e importantes de la existencia, sin embargo, no es un “camino de rosas”. Debemos estar conscientes de que a pesar de los cuidados que tengamos, las cosas pueden salir mal y eso es una realidad.
“La percepción de la gente ha cambiado mucho. Antes cuando alguien mencionaba que se había embarazado, provocaba en la gente que la rodeaba una preocupación hasta el momento del parto, por las probables complicaciones. Hoy, como eso ya casi no sucede, pues son cosas que no se toman en cuenta”, agrega el Dr. Bernárdez.
Las mujeres que tienen una percepción del parto como un momento que debe ser perfecto, simple y sencillo, son probablemente unas de las que toleran menos la labor y el parto; no es lo que esperaban. La tasa de cesáreas aumenta en hospitales privados y grupos de mujeres mayores de 30 años, pues la edad que se ha clasificado como médicamente “ideal” para parir, es entre los 18 y 25 años.
“En Estados como Chiapas o Hidalgo donde se tiene menor cantidad de cesáreas, es en donde también hay un mayor índice de mortalidad materna”, puntualiza.
¿Cuándo sí, cuándo no?
La cesárea es una operación que está diseñada para facilitar el paso de la vida intrauterina a la extrauterina. Es una medida para contención de daño. “Si yo veo que las cosas se complican, mejor tomo la solución con menos riesgo; lo lamentable es que muchas de esas cosas sólo se saben hasta el momento del parto, salvo circunstancias específicas. La cesárea sí tiene una indicación muy específica”, agrega.
Las cifras hablan de que en algunos momentos se podría pensar que se ha abusado de ella. En el 2010, indican que se presentó 70 por ciento de cesáreas, 30 por ciento de partos y 0.03 de fórceps, comparado con 1960, con 15% de cesáreas, 50 a 60% de aplicación de Fórceps y el resto de partos naturales; con un índice de mortalidad perinatal mayor.
Los abusos de la cesárea
El primer abuso de la cesárea se presenta cuando a la mamá le da miedo tener dolor, y la solicita; a eso se le llama cesárea por petición. La segunda es cuando el parto no está evolucionando como el médico y el paciente quisieran. “Entonces el médico y la paciente hace como que trabajan, pero terminan optando por la cesárea”.
También habría que tomar en cuenta el miedo que se le tiene al uso de fórceps, pues se piensa que su utilización automáticamente generará algún daño cerebral en el recién nacido, despreciando la indicación de los mismos; se trata de un instrumento que en manos educadas genera una contención de daño. Cuando se analiza a la hipoxia como causa de daño cerebral, se observa que se presenta solo en el 4 % en el transparto, 60 % en el preparto sin poder en la actualidad diagnosticarlo prevenirlo y predecirlo y el resto en el posparto.
El embarazo y el parto son un camino que hay que entender, que hay que vivir de manera consciente. Debes acercarte a un médico que sea honesto, que te dé siempre oportunidades, que te explique y te acompañe. Debes también considerar que hay riesgos y que no todos se podrán medir. “Un médico no es Dios, no puede garantizar el éxito del nacimiento de tú bebe, pero sí te puede garantizar estar ahí y dar lo mejor de sí mismo”, puntualiza el médico.