Embarazo saludable
El periodo normal de gestación es de 38 a 40 semanas; cuando el parto se da antes de las 36 semanas, se considera prematuro. ¿Qué es lo que puede ocasionar que un embarazo no llegue a su término ‘normal’? Las causas pueden ser muchas pero las más frecuentes son las de tipo ambiental, nutricional, médicas y los malos hábitos de salud. Las mujeres que se encuentran en mayor riesgo son aquellas:
Muy jóvenes o mayores de 40 años.
Que han tenido varios embarazos.
Que esperan más de un bebé (embarazos gemelares).
Con bajo peso o una dieta pobre.
Fumadoras.
Con afecciones como estrés, ansiedad o depresión.
Una condición muy conocida es la pre-eclampsia, un grave y repentino aumento de la presión arterial que afecta a una de 14 mujeres embarazadas y que cuando no se controla desemboca en la eclampsia que incluye alteraciones más graves a nivel neurológico y metabólico, poniendo en peligro la vida de la madre y el feto. Las características anatómicas de la madre pueden ser otra causa de parto prematuro, un cuello uterino débil que no puede permanecer cerrado bajo la presión del peso de un bebé, y las infecciones vaginales. Además, sucesos estresantes como la muerte de un familiar o amigo cercano, problemas de pareja, mudanza de casa, etc. pueden causar que una mujer entre en trabajo de parto antes de tiempo.
Ha habido avances extraordinarios en el cuidado neonatal en los últimos veinte años al salvar a bebés muy prematuros (de 22 a 24 semanas). Sin embargo, se trata de niños que enfrentarán problemas a lo largo de la vida como dificultades en el aprendizaje, trastornos respiratorios, desórdenes neurológicos o parálisis cerebral, entre otros.
Existen tratamientos seguros y novedosos disponibles para los profesionales de la salud cuando sus pacientes presentan amenaza de parto prematuro; éstos ayudan a mantener el embarazo por mayor tiempo.
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