La senadora Claudia Anaya Mota presentó una iniciativa para definir con claridad la violencia obstétrica contra las mujeres, establecer las acciones para identificarla, prevenirla y erradicarla, así como asegurar un trato digno durante el embarazo, parto y puerperio.
En la exposición de motivos, afirmó que este tipo de agresión constituye una violación a los derechos humanos y se expresa por la falta de acceso a servicios de salud reproductiva o tratos crueles, inhumanos o degradantes a quienes están en proceso de gestación.La legisladora refirió que esta violencia se manifiesta de diversas formas:
- “prácticas médicas invasivas”,
- aceleración del parto,
- omisión de información para favorecer la cesárea
- y burlas por parte de servidores públicos del sector salud
Anaya Mota consideró que no debe caerse en la trampa punitiva para erradicar este problema. Castigar para prevenir, aseguró, es propio de una visión inquisitoria de derecho. Por ello, asentó, primero es necesario hacer visibles estas prácticas que parecen normales en el sector salud, pero que son una forma de violencia y de discriminación.
Así, propuso reformar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la Ley General de Salud, a fin de establecer que la violencia obstétrica se refiere a todas las acciones y omisiones deliberadas por parte de profesionales de la salud, que atenten sobre el cuerpo en el proceso reproductivo, durante el embarazo, parto y puerperio.
De igual forma consideró formas de agresión:
- La criminalización de las mujeres que buscan métodos anticonceptivos
- información retardada o limitada sobre los procesos reproductivos
La iniciativa fue enviada a las comisiones de Salud, para la Igualdad de Género y de Estudios Legislativos, Primera