“La violencia contra las mujeres ocurre en todas las clases sociales; la autonomía económica de las mujeres y el tener ingresos propios es una herramienta fundamental para la resolución, tanto para salir más rápido de la violencia, como para enfrentarse a ella y desarrollar más estrategias”.
[media-credit name=»Plenilunia | Elisa Guzmán» align=»aligncenter» width=»562″][/media-credit]Así lo expresó en Seminario “Compartiendo historias y fortaleciendo el empoderamiento económico femenino” la Dra. Ana Güemes García, Representante de ONU Mujeres en México, quien manifestó que la violencia contra las mujeres es un problema de nuestros gobiernos la convivencia; “para la ONU la discriminación, la violencia y la amenaza de violencia es la violación de derechos humanos más extendida en el mundo, porque genera inestabilidad e impide el progreso hacia la paz”.
Informó que es el primer año en el que se inicia la implementación de la agenda de desarrollo sostenible y tiene un propósito y objetivo para los próximos 15 años. Este año se tienen tres metas en proyecto:
- Eliminar de las leyes figuras discriminatorias.
- Eliminar prácticas nocivas.
- Eliminar la violencia en todas sus formas. (Empoderamiento de las mujeres y las niñas).
Declaró que se piensa hacer un llamado para incrementar la inversión, mejorar las técnicas de estadísticas, cifras y datos, y establecer un pacto con el sector privado.
“Eliminar la violencia no es un tema que va a lograr sólo un gobierno, estamos llamando a un gran pacto que involucre a todos los niveles de gobierno, a los poderes del Estado, al sector privado, a la academia, a las mujeres y también a los hombres”, declaró.
Señaló que 6 de cada 10 mujeres en México han vivido alguna forma de violencia y lo que caracteriza al fenómeno es que las mujeres no buscan ayuda. “En violencia física o sexual sólo una de cada cuatro recurre a alguna autoridad para solicitar ayuda”.
En el evento, organizado por Secretaría de Gobernación (Segob), la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), la Dra. Ana Güemes destacó que actualmente existen muchos elementos de desconfianza y de pensar que buscar ayuda no va a servir; “la mayoría de las mujeres que piden ayuda es en situación de crisis, cuando ya ven en peligro su vida o salud, después de muchos años de haber vivido situaciones de violencia”.
Indicó que en México 15% de las mujeres que declaran trabajar o solicitar trabajo les fue requerido el certificado de no embarazo y aclara que este proceso es ilegal, además destacó que el sector privado tiene una doble responsabilidad como actor social y generador de pautas claras para eliminar toda forma de discriminación y violencia de sus empresas.
“En la ONU estamos desarrollando la campaña Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, es una campaña en la cual cada 25 de noviembre pintamos de naranja los centros de justicia, haciendo actividades. El color naranja se eligió en Asia porque significa un futuro de esperanza, de alegría donde podamos tener una humanidad compartida”, anunció.
La representante de ONU Mujeres señaló que mucho del presupuesto contra la violencia es de fondos federales y es necesario un mayor compromiso de los Estados, Municipios y del sector empresarial para esta problemática; ya que los servicios de ayuda deben contener asesoría legal, emocional, y medidas fundamentales de protección.
“Los programas para eliminar la violencia contra las mujeres no se corresponden en ningún país del mundo, si 6 de cada 10 mujeres el presupuesto debe ser mayor al que se aplica para poder terminar con esta práctica inaceptable en cualquier país”, concluyó.