En México las trabajadoras del hogar apenas ganan 51.7 por ciento de lo que perciben el resto de las personas asalariadas que se ocupan en otras actividades económicas, señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En el informe “Trabajadores domésticos en el mundo: Estadísticas mundiales y regionales y la extensión de la protección legal”, la OIT sostiene que una de las principales razones por las que las y los empleados del hogar reciben bajos salarios es porque “negocian” sus condiciones laborales de forma individual.
La falta de organización en el gremio se debe a que esta actividad se realiza de forma aislada, por lo que las personas ocupadas en el trabajo del hogar no tienen oportunidad de compartir información y sus experiencias.
A ello se suman las barreras legales y administrativas que deben afrontar cuando deciden organizarse para defender sus derechos laborales en varios países de América Latina, Europa y África, refiere el documento que el 9 de enero de 2013 dio a conocer la OIT.
Añade que otra explicación de por qué quienes se ocupan en esta actividad perciben menores ingresos, está ligada con que esta labor no es reconocida socialmente como un trabajo sino como una tarea propia de las mujeres.
En 2008 en México había un millón 851 mil personas dedicadas al trabajo del hogar, de las cuales un millón 700 mil eran mujeres, y 151 mil hombres.
Este sector representaba el 4.2 por ciento del total de los empleos en el país, en él se ocupa 10 por ciento de las mexicanas y apenas 0.6 por ciento de los hombres.
El gremio conformado en más de 90 por ciento por mujeres percibe apenas 51.7 por ciento de lo que gana el resto de las personas asalariadas que laboran en otras actividades económicas, indica el informe.
A nivel mundial, sólo 51.3 por ciento (26.9 millones) de las y los trabajadores del hogar vive en países donde la ley establece un salario mínimo obligatorio igual o superior a los demás trabajadores, mientras que 42.6 por ciento (22.4 millones) habita en naciones donde no existe un salario mínimo para este sector.
La condición de desventaja persiste a pesar de que a nivel internacional el número de personas ocupadas en esta actividad va en aumento, ya que de 1995 a la fecha pasó de 33 a 52 millones.
Ejemplo de ello es que más de la mitad del gremio (29.7 millones) no tienen un límite de sus horas normales de trabajo y cerca de 45 por ciento (23.6 millones) no tiene derecho a periodos de descanso semanales o a vacaciones anuales pagadas.
Pese a la existencia de leyes que limitan los horarios de trabajo entre 40 y 48 horas a la semana, en algunos países sus jornadas rebasan las 65 horas.
El informe también analizó la proporción de trabajadoras del hogar que tienen acceso a la licencia de maternidad, y encontró que 35.9 por ciento de ellas (15.6 millones) carece de este derecho.
Esta situación es preocupante debido a que la mayoría de las personas que conforman el sector son mujeres, apunta la OIT.
Para revertir el panorama y poder garantizar los derechos laborales de las y los trabajadores del hogar, la organización llama a los países del mundo a adoptar las disposiciones del Convenio 189 de la OIT, el cual establece las garantías mínimas a las que este sector debe acceder.
Guadalupe Cruz Jaimes/ Cimac