No dejes de curarme

Y deme una tableta para el dolor, que aún es muy fuerte, que aún permanece.

Kit de primeros auxilios en la pared
No dejes de curarme

Doctor, no deje de sanar mis heridas. Por favor, deme más analgésicos y pastillas que detengan mi inflamación respiratoria. Levánteme el ánimo y las ganas de ser feliz.

Oye, no te vayas, escúchame las mil veces que toque a tu puerta para hablar de lo mismo una y otra vez. No te aburras, por favor no me dejes. Siento que no puedo salir de esto sola, otra vez volví a caer…

Tus ojos me alivian cuando sonríes conmigo, cuando mis palabras te motivan y mueven emociones difíciles. No me sueltes, vente conmigo para que podamos seguir la plática de vez en cuando en cualquier lugar.

Doctor, persígame hasta donde no pueda escucharlo. Me resulta muy difícil buscarlo porque no siempre puedo levantarme. Vaya por mi y sujéteme fuerte, que el mareo mancha mi salud.

Y deme una tableta para el dolor, que aún es muy fuerte, que aún permanece. Y deme tres más para la angustia que no me permite dormir.

Vuelve a ser de día y el camino sigue siendo largo, voy a perderme en cualquier momento, lo sé, lo siento interiormente. Pero con tu ayuda puedo restablecerme. Átame a las terapias, a los pastilleros y a las camas, que sin ti me desmoronaré.

Imagen cortesía de ekostsov
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Escrito por

Redacción, Plenilunia Sociedad Civil Fundada en el año de 2004, Plenilunia es una Sociedad Civil cuyo objetivo es fomentar el bienestar y la salud integral de la mujer.


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