El principal objetivo de la conmemoración del día del Parto Respetado o Parto Humanizado responde a la necesidad de mostrar y poner un alto a la violencia obstétrica que se evidencia en las malas prácticas relacionadas al parto y postparto.
La llegada de un nuevo miembro de la familia siempre es motivo de celebración y añoranza. El deseo de consumar el amor de una pareja y ver la familia crecer con un nuevo integrante, puede ser un evento mágico y feliz o muy traumático provocado por una mala intervención.
Cesáreas sin pertinencia médica, inducciones de parto no justificadas, uso de fórceps, así como tactos vaginales muy frecuentes y rotura artificial de membranas son sólo algunas de las prácticas normalizadas que responden a actos de violencia obstétrica y que se han mantenido vigentes en nuestra cultura médica. (https://acortar.link/URN9he)
Un ambiente seguro durante el parto
El Parto Respetado o Humanizado se refiere a aquél en el que la madre es la protagonista del nacimiento de su bebé. Sus decisiones deben ser respetadas y guiadas por un equipo profesional, ya sea médico o partera, con el objetivo de crear un ambiente seguro. (https://acortar.link/XSVMoB)
En el Parto Humanizado o Parto Respetado lo primordial es hacer sentir a la mujer que está pasando por el proceso más maravilloso de su vida, convertirse en madre y poder darle la bienvenida al nuevo miembro de la familia.
En ese sentido, el modelo de trato convencional medicalizado desestima el proceso natural de las mujeres y muchas veces no toma en cuenta sus necesidades emocionales, culturales o sociales, así como la perspectiva de género.
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El Parto Humanizado o Parto Respetado es un término desarrollado por el obstetra francés Federic Leboyer en la década de los 70.
Es un modelo que abarca todo el proceso de gestación y nacimiento, no sólo el parto, en el que la mujer embarazada es la protagonista, junto con el/la bebé que está por nacer. (https://acortar.link/URN9he)
Además, da un peso muy importante al impacto que tiene esta atención en la/el bebé recién nacido/a y su desarrollo futuro, buscando la manera de disminuir el trauma y la violencia que en la gestación y el parto puede llegar a presentarse.
Fue en 2016 cuando el Gobierno Mexicano publicó la NORMA OFICIAL mexicana “NOM-007-SSA2-2016, para la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, y de la persona recién nacida”.
Esta NORMA es la ley que regula la atención del parto y bajo la cual todos los prestadores de salud relacionados al embarazo, parto y puerperio deben atender, entre otras cosas:
- Favorecer el parto y evitar las cesáreas aplicando los procedimientos y normas vigentes.
- Si no se puede evitar una cesárea, registrar con detalle en el expediente clínico los diagnósticos que condujeron a dicho procedimiento, así como el o los profesionales de la salud responsables de la decisión.
- Informar oportunamente a la mujer la decisión y sus fundamentos.
Además, se debe evitar el uso rutinario de la episiotomía (realizado para agrandar el orificio vaginal mediante un corte), inducción o conducción del trabajo de parto, ruptura artificial de las membranas, así como exploración manual del útero posparto.
El parto debe ser ese momento mágico en el que el amor y el presente se entremezcla con los sueños y el futuro. Darle la bienvenida a un nuevo integrante de la familia se debe consumar con una praxis médica pulcra, humana, comprometida con la vida.