Para lograrlo la SEP, CONAPRED, IMJ y Secretaría de Salud deben trabajar juntos, para promover políticas que prevengan y erradiquen la discriminación, hacia los menores infectados del VIH así lo informó en la Gaceta Parlamentaria a la Cámara de Diputados la SEP.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó a la Cámara de Diputados que en cada ciclo escolar del nivel Medio Superior, se refuerzan las acciones de vinculación con autoridades locales y estatales sobre salud sexual y reproductiva, especialmente en el tema del VIH-SIDA, importancia del uso del condón y el autocuidado.Precisó que es necesario un trabajo conjunto con la Comisión Nacional para prevenir la Discriminación, el Instituto Mexicano de la Juventud y la Secretaría de Salud, para promover políticas que prevengan y erradiquen la discriminación, hacia los menores infectados del VIH, en centros de educación básica y media superior.
En el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria y recibido en la Sesión Ordinaria del jueves 3 de septiembre, la SEP detalló que en la Subsecretaría de Educación Media Superior existe el programa “Construye T”, cuya finalidad es desarrollar habilidades socioemocionales en las y los jóvenes de este nivel para la toma de decisiones responsables.
Tan sólo en el ciclo escolar 2014-2015, el programa “Construye T” opera en 2 mil 500 planteles públicos en las 32 entidades federativas del país, capacitando a 25 mil docentes y directivos. Para el ciclo 2015-2016, atenderá 4 mil planteles para beneficio de aproximadamente 3 millones de estudiantes, 65% de la matrícula de educación media superior.
Este programa trabaja sobre 18 habilidades socioemocionales que contribuyen a tomar decisiones responsables y permite a las y los jóvenes prevenir conductas de riesgo, como tener relaciones sexuales sin protección que pueden derivar en un embarazo no deseado o el contagio de enfermedades de transmisión sexual y VIH/Sida.
De igual modo, promueve conductas para que la comunidad escolar prevenga y erradique la discriminación hacia jóvenes infectados con VIH en planteles de enseñanza media superior.
La SEP señaló que en 2015, la Subsecretaria de Educación Media Superior suscribió el Acuerdo Interinstitucional con el Fondo de Población de las Naciones Unidas para fortalecer la Educación Integral en Sexualidad (EIS) en la Educación Media Superior, con la finalidad de proteger a los adolescentes de un embarazo no planeado o no deseado, de adquirir una enfermedad de transmisión sexual (ETS/VIH) y de sufrir coerción, abuso o violencia.
Relató que en los centros de formación para el trabajo, donde la capacitación es ofertada para personas mayores de 15 años, comúnmente la población estudiantil es mayor de edad; no obstante, ya se han girado indicaciones para que en la medida de lo posible se programen pláticas, conferencias y talleres, con el fin de sensibilizar a los alumnos y padres de familia en este tema.
La respuesta de la SEP obedece al exhorto de la Cámara de Diputados, donde solicita promover, implementar y supervisar medidas y políticas para prevenir y erradicar la discriminación que sufren los menores de edad infectados con VIH en los centros de educación básica y media superior.
Los legisladores relataron que en México, hasta el 31 de diciembre del 2011, un total de 153,109 casos fueron diagnosticados y reportados en el Registro Nacional de Casos de Sida. El pico máximo registrado tuvo lugar de 1990 a 1996, cuando casi 5 de cada 100 mil mexicanos fallecieron por sida. La forma más común de transmisión del VIH es por la vía sexual.
Además, un estudio del 2010 revela que el número de casos de Sida en personas entre 15 y 29 años que contrajeron el VIH por la vía sexual corresponde al 98% del total. A partir de la suspensión del comercio de sangre y de la regulación estricta de las normas sanitarias en la materia en 1986, los casos de contagio por transfusión sanguínea han disminuido drásticamente.
Sin embargo, la discriminación hacia niños portadores de VIH no parece cesar, y esta vez no son sólo los compañeros de aula los agresores, sino también las autoridades escolares y las propias familias.