Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 2 segundos
Con frecuencia pensamos que el Virus del Papiloma Humano (VPH) es un tema exclusivo de los y las más jóvenes, algo de lo que preocuparse a los 20 años y olvidar después. Sin embargo, la realidad biológica de la mujer dice lo contrario.
Platicamos con la Dra. Elsa Díaz, gineco-obstetra certificada y maestra en Bioética, quien nos abre los ojos ante una etapa crucial: la menopausia. Lejos de ser el momento para bajar la guardia, es cuando más debemos cuidar nuestra salud inmunológica.
El cuerpo cambia: ¿Qué es la inmunosenescencia?
La Dra. Díaz es clara y directa. Al llegar a la menopausia, no solo cambian nuestras hormonas, también cambia cómo nuestro cuerpo se defiende. Ella nos introduce a un concepto clave: la inmunosenescencia.
«Las mujeres en esta edad tenemos una situación clínica llamada inmunosenescencia, donde nuestras defensas empiezan a envejecer con nosotras y nos van a proteger cada vez menos», explica la especialista.
Esto tiene un efecto directo sobre el VPH. Cuando somos jóvenes, nuestro cuerpo tiene una capacidad alta de «aclaramiento», es decir, de eliminar el virus por sí solo. Pero, según nos cuenta la doctora, en la menopausia tenemos una reducción en el aclaramiento de los virus. El cuerpo tarda más o, a veces, ya no puede eliminarlo eficientemente.
El mito de la edad: El riesgo de las nuevas parejas
Existe la creencia de que a los 45 o 50 años ya estamos «a salvo» de nuevas infecciones. La Dra. Elsa Díaz desmiente esto con un dato contundente que todas las mujeres mayores de 40 deben conocer.
La vida da muchas vueltas y es común iniciar nuevas relaciones en esta etapa. Pero, cuidado:
«Mujeres de nuestra edad, mayores de 40, 45 años, que tienen una nueva pareja sexual, tienen 17 veces más riesgo de adquirir una infección por Virus de Papiloma Humano», advierte la Dra. Díaz.
No se trata solo de infecciones nuevas; también existe el riesgo de que un virus que ya tenías dormido en tu cuerpo se «reactive» debido a esa bajada de defensas propia de la edad.
La Vacunación: ¿Vale la pena en la madurez?
Aquí es donde surge la gran duda: «Si ya no soy una niña, ¿sirve de algo vacunarme?». La respuesta de la Dra. Díaz es un rotundo sí.
La doctora nos aclara que la vacuna no es terapéutica (no cura si ya tienes una lesión activa), pero es una herramienta de prevención poderosísima.
¿Qué puedes esperar de la vacuna en esta etapa?
- Protección efectiva: «No me va a proteger igual que cuando yo era una niña de 13 años, pero es posible que me proteja por lo menos para el 60% de las infecciones que puedo adquirir en el resto de mi vida», señala la experta.
- Evitar reactivaciones: Ayuda a que los tipos virales que ya tenías no despierten y causen problemas.
- Esquema de dosis: Para mujeres adultas, la Dra. Díaz detalla que el esquema consta de tres dosis:
- Dosis inicial (hoy).
- A los dos meses.
- A los seis meses.
Una decisión de vida
El VPH sigue siendo la infección de transmisión sexual más frecuente en el mundo. La Dra. Elsa Díaz nos invita a no confiar únicamente en el preservativo, sino a utilizar la ciencia a nuestro favor.
Vacunarse en la menopausia es un acto de autocuidado. Es reconocer que, aunque nuestras defensas «envejezcan», tenemos herramientas para ayudarlas a protegernos.
Datos para recordar
- Nuestras defensas envejecen: se llama «inmunosenescencia» y nuestro cuerpo tarda más o, a veces, ya no puede eliminar los virus eficientemente.
- Nuevas parejas: mujeres +40 con nueva pareja tienen 17 veces más riesgo de infección.
- Vacunación en esquema de 3 dosis (0, 2 y 6 meses).
- Efectividad Ofrece hasta un 60% de protección contra nuevas infecciones o reactivaciones.



