Diputadas, funcionarias, representantes de organizaciones civiles, académicas e investigadoras coincidieron en que el control de la natalidad, educación, embarazos en adolescentes, mortalidad materna y abusos sexuales, así como la violencia en niñas y mujeres, aún son asuntos pendientes en el país.
Durante el conversatorio, “Derechos humanos de las mujeres, a veinte años de las Conferencias de El Cairo y Beijing”, organizado por la Comisión de Igualdad de Género, la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Aleida Alavez Ruiz, dijo que en México prevalece un grado de descomposición en el trato hacia las mujeres y niñas, por lo que es necesario incidir para hacer valer sus derechos.Precisó que la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo (CIDP 1994) y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing, China, (1995), dejaron un llamado a tener conductas reflexivas hacia estos temas, por lo que se requiere exigir el cumplimiento de derechos a la educación, información y decisión.
Hacer cumplir estos derechos, continuó, es nuestra tarea. No sólo en cómo lo comunicamos, sino en la calidad de la información para que todas las mujeres y niñas reciban una educación.
En cuanto a la alerta de género, la diputada por el Distrito Federal aseguró que no se cuenta con los mecanismos apropiados que ayuden a declararla y, por ende, a actuar en cualquier lugar del país donde se presente. “Esta problemática seguirá estancada mientras no tengamos reglas menos tortuosas y las autoridades reconozcan que tenemos un riesgo inminente, sobre todo las jóvenes, quienes sufren mayor amenaza”, apuntó.
En su turno, diputado Agustín Miguel Alonso Raya, reconoció que hay avances significativos; sin embargo, quedan temas por abordar como los embarazos en adolescentes; el abuso a niñas y niños en escuelas públicas y privadas por parte de los docentes; la pobreza de la mujer y el incremento de jefas de familia, así como el derecho a la salud sexual.
Por ello, dijo, se requieren políticas públicas integrales y generar mejores condiciones de vida e información adecuada y oportuna, así como difundir en las escuelas los derechos de las mujeres y niñas.
La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, diputada Martha Lucía Mícher Camarena, afirmó que las legisladoras trabajan para lograr que los gobiernos de las entidades incorporen la perspectiva de género en el quehacer de sus poderes.
Estas reuniones, expresó, servirán para evaluar los compromisos asumidos por México, que resultan de gran relevancia política y estratégica para los países firmantes de las conferencias de El Cairo y Beijing, las cuales marcaron la entrada a nuevas políticas públicas en materia de población, salud sexual, reproductiva, migración, derechos humanos y a una vida libre de violencia.
Explicó que la Conferencia de El Cairo significó un consenso internacional en torno a la sexualidad, la igualdad de género, la protección ambiental, la migración, el desarrollo sustentable, la economía y la justicia social; asimismo, estableció la interrelación entre la salud sexual y reproductiva, el desarrollo económico y ambiental, y el progreso social y los derechos humanos, para el logro de oportunidades.
Beijing, informó, fue el resultado de debates de estudio, análisis y evolución de pensamiento sobre los derechos de las mujeres. A partir de esta conferencia, indicó, se fue construyendo la idea de que estas deberían desarrollar sus propias estrategias para resolver sus asuntos. La idea de los derechos de la mujer se hizo realidad y quedó plasmada en un documento, recordó.
Agregó que el objetivo del evento en San Lázaro es analizar qué fue lo que se logró y los obstáculos a los que se siguen enfrentando las mujeres, así como compartir experiencias.
La secretaria de la comisión, diputada María del Rocío García Olmedo, dijo que las conferencias de El Cairo y Beijing marcaron el rumbo y visión de los países firmantes; se adecuaron marcos normativos y se elaboraron políticas sociales enfocadas a cubrir su objetivo; sin embargo, dijo, “queda mucho por avanzar para ejercer a plenitud nuestros derechos humanos”.
En su intervención, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Lorena Cruz Sánchez, indicó que durante 2014 aún se observa un avance desigual, por lo que se requiere abatir la mortalidad materna, fortalecer la atención y combate del VIH-Sida con servicios de calidad, y desalentar el embarazo de adolescentes, rubro donde México presenta las tasas más altas con 470 mil nacimientos de niños al año.Este conversatorio, afirmó, servirá para analizar los pendientes de México en materia de paridad entre mujeres y hombres, ya que el 2015 “será un año de rendir cuentas a nivel mundial y el establecimiento de nuevos consensos para el logro de una igualdad sustantiva, de acuerdo al cumplimiento a las metas propuestas en estas conferencias de El Cairo y Beijing, y los Objetivos del Desarrollo del Milenio.
Los recursos para el cumplimiento de planes y acciones que garanticen la igualdad de género, son insuficientes ante la profundidad de las brechas en salud, educación, acceso a la justicia, al trabajo, el empoderamiento y vida sin violencia para mujeres y niñas, apuntó.
“Tenemos que trabajar hacia una cultura incluyente que destierre la misoginia, la exclusión y la discriminación de nosotras”, así como, precisó, establecer estrategias con metas específicas que promuevan el desarrollo femenino en todas sus capacidades, y asegurar la paridad en la toma de decisiones en los sectores público y privado, empezando por el ámbito familiar.
Destacó además la inclusión de la paridad en el Artículo Constitucional y en las leyes tanto de Partidos Políticos, como la de Instituciones y Procedimientos Electorales; el establecimiento de la perspectiva de género como estrategia transversal del Plan Nacional de Desarrollo y la operación de Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres en todos los estados de la República y en el 61% de los municipios del país.
La funcionaria federal subrayó que hay muchos retos aún por alcanzar. La Agenda de Desarrollo Post 2015 debe ser la de la igualdad –afirmó-, que impacte a fondo, lo que implicaría la definición de metas específicas con indicadores que permitieran medir tres dimensiones críticas: garantizar una vida libre de toda forma de violencia y discriminación contra las mujeres, promover el desarrollo de todas las capacidades de las mujeres y asegurar la paridad en la toma de decisiones en los sectores público y privado, y en el ámbito familiar.
La representante en México del Fondo de Población de Naciones Unidas, Leonor Calderón Artieda, detalló que continúan los abusos de niñas en comunidades regidas por sus usos y costumbres, que se les obliga a casarse. “No debe justificarse. Seguimos en la lucha porque los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y mujeres se interpreten como centro de su desarrollo, ya que el no ejercicio de estos significa no acceder a sus beneficios”.
En su turno, la especialista en estadística y políticas de igualdad de género de ONU Mujeres, María de la Paz López Barajas, dijo que se han dado pasos importantes, pero coincidió en que aún falta camino por avanzar, por lo que “es necesario trabajar en implementar una igualdad sustantiva”.
La presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir, María Consuelo Mejía Piñeros, mencionó que es preciso enfrentar los prejuicios para prevenir embarazos no deseados y el uso de anticonceptivos. Por tanto, enfatizó, se necesita otorgar la información necesaria.
“Son factores que ya no debemos cuestionar, como el que las jóvenes puedan acceder a la salud reproductiva y ejercer su sexualidad por placer y no por el pánico a quedar embarazadas o con el riesgo de adquirir una enfermedad de transmisión sexual”, añadió.