diciembre 25, 2024

Convocan a trabajar juntos en prevención y tratamiento del infarto cerebral para mejorar nuestra salud

organizaciones académicas y de investigación convocan a la prevención y tratamiento del infarto cerebral
Alejandro Arcos
Alejandro Arcos

Conoce la importancia de la prevención y tratamiento del infarto cerebral, así como el llamado a la acción de las organizaciones académicas y de investigación. En México, el infarto cerebral es una preocupación creciente, con un aumento del riesgo en los últimos años. Ante este escenario se ha presentado un posicionamiento para reforzar la prevención del infarto cerebral y declararlo como emergencia hospitalaria. Trabajando juntos podemos reducir la discapacidad y mejorar nuestra salud en relación con esta enfermedad.

organizaciones académicas y de investigación convocan a la prevención y tratamiento del infarto cerebral
Al poner en marcha los trabajos del simposio: Hechos, perspectivas y retos en la atención del infarto cerebral en México, organizado por el INNNMVS y la Academia Nacional de Medicina, como parte de las actividades por el Día Mundial de Ictus, indicó que anualmente ocurren 38 mil fallecimientos con incidencia mayor en hombres mayores de 65 años.

En resumen

En México, el infarto cerebral representa un desafío importante para la salud pública. Cada año se registran 170 mil casos, con el 75% de las personas sufriendo discapacidad total, grave o moderada. La detección temprana de síntomas como cara colgada, mano pesada o debilidad en un brazo es crucial. En los últimos 17 años, la posibilidad de sufrir un evento cerebrovascular ha aumentado en un 50%, afectando a uno de cada cuatro personas a nivel mundial.

Ante este panorama, se ha presentado un posicionamiento para reforzar la prevención del infarto cerebral y declararlo como emergencia hospitalaria. Se recomienda capacitar a profesionales de la salud, prevenir factores de riesgo y asegurar el acceso a medidas terapéuticas eficaces.

Es importante implementar un plan de trabajo coordinado a nivel nacional y local, estableciendo redes de atención entre clínicas, hospitales y centros médicos integrales. La participación activa de la comunidad es fundamental para prevenir y atender el infarto cerebral, adoptando estilos de vida saludables y buscando atención médica inmediata en caso de síntomas.

Puntos a destacar

  • Cada año en México se registran 170 mil casos de infarto cerebrovascular.
  • El 75% de las personas que sufren un infarto cerebral tendrán discapacidad total, grave o moderada.
  • En los últimos 17 años, se ha incrementado en un 50% la posibilidad de sufrir un evento cerebrovascular.
  • Los síntomas comunes del infarto cerebral incluyen cara colgada, mano pesada o debilidad en un brazo, lengua trabada o dificultad al hablar.
  • Según la OMS, se registran 13.8 millones de casos nuevos de enfermedad vascular cerebral al año a nivel global.
  • El infarto cerebral es tratable, sobre todo en la fase aguda, por lo que es importante contar con planes estratégicos de atención.
  • Se recomienda la detección oportuna de síntomas comunes para mejorar el pronóstico de los pacientes.
  • Existe un incremento preocupante de casos de infartos cerebrales en personas menores de 50 años.
  • Se propone declarar al código ictus como una emergencia hospitalaria y reforzar la prevención desde el primer nivel de atención.
  • Acciones de capacitación a profesionales de la salud y prevención de factores de riesgo son recomendadas.
  • Es importante contar con centros de rehabilitación y acceso a medidas terapéuticas basadas en evidencia científica.
  • Se requiere un plan de trabajo coordinado a nivel nacional y local para una atención integral y de calidad.
  • La participación activa de la comunidad es fundamental para prevenir y atender el infarto cerebral.
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Recomendaciones para prevenir el infarto cerebral

  • Estar atento/a a los síntomas comunes del infarto cerebral, como cara colgada, mano pesada o debilidad en un brazo, lengua trabada o dificultad al hablar, y buscar atención médica de inmediato si se presentan.
  • Adoptar un estilo de vida saludable, incluyendo una alimentación balanceada y la práctica regular de actividad física, para reducir el riesgo de sufrir un infarto cerebral.
  • Controlar los factores de riesgo asociados al infarto cerebral, como la presión arterial, el nivel de glucosa en sangre y el colesterol, siguiendo las indicaciones médicas y tomando los medicamentos recetados.
  • Evitar el consumo de tabaco y reducir el consumo de alcohol, ya que estos hábitos pueden aumentar el riesgo de sufrir un infarto cerebral.
  • Realizar chequeos médicos periódicos para detectar y tratar a tiempo cualquier factor de riesgo o condición médica que pueda predisponer al infarto cerebral.
  • Mantenerse informado/a sobre el infarto cerebral y sus consecuencias a través de fuentes confiables, como instituciones de salud y organizaciones especializadas.
  • Seguir las recomendaciones y tratamientos prescritos por el médico en caso de haber sufrido un infarto cerebral, incluyendo la participación en programas de rehabilitación y el seguimiento médico adecuado.
  • Mantener un peso saludable y controlar el estrés, ya que estos factores pueden influir en el riesgo de sufrir un infarto cerebral.
  • Promover la educación sobre el infarto cerebral en la comunidad, compartiendo información y concientizando sobre los síntomas y la importancia de la atención médica oportuna.
  • Participar activamente en programas y campañas de prevención del infarto cerebral, apoyando iniciativas que promuevan la detección temprana y la atención adecuada.

Recomendaciones para los profesionales de la salud

  • Actualizar y ampliar los conocimientos sobre el infarto cerebral, incluyendo los últimos avances en diagnóstico, tratamiento y rehabilitación.
  • Capacitarse en la detección temprana de los síntomas comunes del infarto cerebral, como cara colgada, mano pesada o debilidad en un brazo, lengua trabada o dificultad al hablar.
  • Implementar planes estratégicos de atención que permitan reducir la mortalidad y discapacidad asociadas al infarto cerebral, especialmente en la fase aguda.
  • Promover la colaboración interinstitucional y multidisciplinaria para garantizar una atención integral y de calidad a los pacientes con infarto cerebral.
  • Realizar campañas de concientización dirigidas a la comunidad y a otros profesionales de la salud para promover la detección temprana y el manejo adecuado del infarto cerebral.
  • Establecer protocolos y guías de práctica clínica basados en evidencia científica para el manejo del infarto cerebral.
  • Fomentar la formación de redes de atención coordinada entre clínicas, hospitales y centros médicos integrales para garantizar una cobertura amplia y una atención eficiente.
  • Participar en programas de capacitación y actualización continua en el uso de tecnología médica, como la inteligencia artificial, para mejorar el diagnóstico y tratamiento del infarto cerebral.
  • Colaborar en la investigación y el desarrollo de nuevas terapias y enfoques para el tratamiento y rehabilitación de los pacientes con infarto cerebral.
  • Compartir experiencias y buenas prácticas con otros profesionales de la salud, contribuyendo así al avance y mejora de la atención del infarto cerebral.
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Un llamado a la acción para la prevención y atención del infarto cerebral en México

El infarto cerebral, también conocido como ictus, es una enfermedad grave que afecta a un gran número de personas en México. En un comunicado de prensa la Secretaría de Salud nos informa que en los últimos 17 años, se ha incrementado en un 50% la posibilidad de sufrir un evento cerebrovascular, lo que representa un desafío importante para la salud pública.

La importancia de la prevención y tratamiento del infarto cerebral

Es fundamental destacar que el infarto cerebral es tratable, especialmente en la fase aguda. Por lo tanto, es crucial contar con planes estratégicos de atención que permitan reducir la mortalidad y discapacidad asociadas a esta enfermedad. La detección oportuna de los síntomas comunes puede marcar la diferencia en el pronóstico de los pacientes.

El impacto global del infarto cerebral

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que a nivel global se registran 13.8 millones de casos nuevos de enfermedad vascular cerebral al año. Esta enfermedad se posiciona como una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo.

El aumento de casos en México y el llamado a la acción

Ante el preocupante aumento de casos de infartos cerebrales en personas menores de 50 años, diversas instituciones de salud, académicas y de investigación han presentado un posicionamiento nacional para reforzar la prevención de esta enfermedad desde el primer nivel de atención.

Recomendaciones para la prevención y tratamiento del infarto cerebral

En este sentido, se recomienda llevar a cabo acciones de capacitación a profesionales de la salud, así como la prevención de factores de riesgo. Es importante destacar la importancia de la creación de centros de rehabilitación y el acceso a medidas terapéuticas eficaces basadas en evidencia científica.

El infarto cerebral es tratable, sobre todo en la fase aguda, por lo que es necesario contar con planes estratégicos de atención, con el fin de reducir la mortalidad y discapacidad” con medidas como la detección oportuna de síntomas comunes, entre ellos cara colgada, mano pesada o debilidad en un brazo, lengua trabada o dificultad al hablar.

Ángel Antonio Arauz Góngora, director general del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez” (INNNMVS) de la Secretaría de Salud.

Un plan de trabajo coordinado para una atención integral del infarto cerebral

Para lograr una atención integral y de calidad, es necesario implementar un plan de trabajo coordinado a nivel nacional y local. Esto implica contar con sistemas de emergencia telefónica, ambulancias, manejo prehospitalario, paramédico y trámites de admisión eficientes. Asimismo, es fundamental establecer redes de atención coordinada entre clínicas, hospitales y centros médicos integrales.

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El compromiso de instituciones y la participación de la comunidad en la prevención y tratamiento del infarto cerebral

El pronunciamiento realizado por instituciones como el INNNMVS, la Academia Nacional de Medicina de México y otras organizaciones académicas y de investigación, es un llamado a la acción. Es fundamental que la sociedad en general se sume a esta iniciativa y participe activamente en la prevención y atención del infarto cerebral.

Conclusiones y perspectivas futuras de la prevención y tratamiento del infarto cerebral

El infarto cerebral representa un desafío importante para la salud pública en México. Es una enfermedad tratable que puede tener un alto índice de éxito si se atiende a tiempo y se cuenta con los recursos terapéuticos adecuados. La prevención y atención del infarto cerebral requiere de la colaboración de todos los actores involucrados, desde los profesionales de la salud hasta la comunidad en general. Juntos, podemos reducir la incidencia de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Glosario

  • Discapacidad: Condición que limita la capacidad física o mental de una persona.
  • Emergencia hospitalaria: Situación crítica que requiere atención médica urgente en un hospital.
  • Intravenosa: Administración de un medicamento o líquido directamente en una vena a través de una aguja o un catéter.
  • Manejo prehospitalario: Atención médica brindada antes de llegar al hospital, generalmente por servicios de emergencia médica.
  • Prevalentes: Que están presentes en una población en un momento específico.
  • Pronóstico: Estimación o predicción del desarrollo y resultado de una enfermedad o condición médica.
  • Rehabilitación: Proceso de recuperación y reintegración funcional de una persona con discapacidad física o mental.
  • Terapéuticas: Relacionado con el tratamiento de una enfermedad o condición médica.
  • Trombolisis: Procedimiento médico que consiste en disolver o eliminar un coágulo sanguíneo en un vaso sanguíneo mediante la administración de medicamentos.
  • Trombectomía: Procedimiento quirúrgico o intervencionista para extraer un coágulo sanguíneo de un vaso sanguíneo.
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