El diputado Roberto Alejandro Cañedo Jiménez promueve un exhorto a la Secretaría de Salud y a la Procuraduría Federal del Consumidor para realizar campañas publicitarias de prevención e información dirigidas a la ciudadanía sobre los riesgos que significa para la salud el consumo excesivo de bebidas energizantes.
Expuso que estas bebidas energizantes tienen un alto contenido de cafeína y están adicionadas con taurina, niacina, piridoxina, ácido pantoténico, glucoronolactona –aminoácidos–, guaraná o hierba mate. “El alto contenido en cafeína y taurina sube la frecuencia cardiaca y la presión arterial, y quienes tienen susceptibilidad a estas sustancias pueden sufrir serias consecuencias”.
Por la gran cantidad de cafeína que contienen, estimulan el sistema nervioso, aumentan la presión arterial y el pulso de quien las haya tomado. Su uso frecuente obliga al corazón a trabajar más de lo que debería hacerlo y puede causar cuadros cardíacos con el paso del tiempo.
Dichas bebidas ingresaron al mercado sin restricción alguna como bebidas que aparentemente no representaban un riesgo. En el mercado hay más de veinte marcas de “energizantes”, o más bien estimulantes, y su precio fluctúa entre 15 y 25 pesos, sin alcohol, pero en cóctel llega a costar hasta 75 pesos.
Cañedo Jiménez manifestó que con este millonario negocio, las empresas productoras y distribuidoras en México lucran con la salud de millones de jóvenes, al vendérseles sin restricción “la bebida de moda”, debido a la falta de una legislación desde que llegó a nuestro país en el año 2000.
Aseguró que mezclar estas bebidas con alcohol puede causar daños irreparables a la salud, hemorragias cerebrales o infartos cardíacos. En ocasiones, los jóvenes recurren a esta combinación para sentir energía, pero esta mezcla impide tener conciencia sobre la cantidad de alcohol que se está bebiendo.
Una vez pasados los efectos de las sustancias, dependiendo de qué tanto se haya bebido, la persona puede sufrir delirios, desorientación, excitación, taquicardia, convulsiones, hipertensión y deshidratación; en promedio, los jóvenes consumen 1.5 latas de bebidas energéticas a la semana.
El diputado Cañedo Jiménez consideró indispensable realizar campañas publicitarias de prevención e información dirigidas a la ciudadanía sobre los riesgos que significa para la salud el consumo excesivo de bebidas energizantes.