Las reuniones y los viajes durante la temporada de fin de año implican riesgos y las personas deben seguir la orientación de las autoridades de salud nacionales y locales para que las fiestas sean lo más seguras posible durante la pandemia de la COVID-19, dijo este 25 de noviembre de 2020 el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa.
“Durante una pandemia, no existe la temporada de días festivos sin riesgos. Cada reunión, cada salida de compras y cada plan de viaje aumentan las posibilidades de propagar el virus”, dijo Barbosa en una conferencia de prensa en Washington. “Es fundamental que todos sigan aplicando las medidas de salud pública que sabemos que son eficaces para controlar la propagación del virus”; como usar cubrebocas en público, incluso en presencia de personas de otros hogares, y mantener una distancia segura de los demás.
Limitar reuniones en sitios cerrados, viajes y eventos públicos
Las personas también deben evitar las 3 Cs, espacios cerrados, concentración de mucha gente y reuniones cara a cara; sobre todo con personas que no son de su entorno familiar. “Estas medidas son especialmente importantes al entrar en la temporada navideña, cuando las comunidades se congregan para marcar las celebraciones religiosas y generaciones de familias se unen para dar gracias”, dijo Barbosa.
“La OPS y la OMS recomiendan que los países que experimentan una transmisión generalizada del virus consideren seriamente posponer o reducir las reuniones masivas. Este no es el momento de organizar ninguna reunión grande. Cada país, ciudad y comunidad debe basar sus decisiones sobre la realización de eventos públicos en los últimos datos disponibles, especialmente los datos que muestran dónde se está propagando el virus y si los sistemas de salud tienen la capacidad suficiente para mantenerse al día con los casos”, agregó.
Incluso las reuniones más pequeñas en interiores pueden ser especialmente riesgosas porque reúnen a grupos de personas, jóvenes y mayores; de diferentes hogares, que pueden no seguir las mismas medidas de prevención de infecciones, advirtió Barbosa. “Deben mantenerse afuera cuando sea posible, y los participantes deben usar máscaras -cubrebocas- y mantener la distancia social. Si se realiza en interiores, limitar el tamaño del grupo y elegir áreas bien ventiladas puede ayudar a reducir la exposición”, dijo.
Evitar viajes y grandes reuniones durante los días festivos
Con respecto a los viajes, la gente debe ser cautelosa y la opción más segura es quedarse en casa, dijo. “La OPS NO recomienda depender de las pruebas de laboratorio para los viajeros. Sin embargo, hemos visto países de nuestra región y de todo el mundo colocar las pruebas en el centro de sus políticas de viajes. Esto no puede garantizar un viaje seguro o eliminar los riesgos relacionados con los viajeros infectados, y los recursos se pueden utilizar de otras formas para generar un mayor impacto en la salud pública”, dijo Barbosa.
Al revisar la situación en las Américas, Barbosa comentó que ha habido más de 25 millones de casos y más de 700 mil muertes, y solo en la última semana hubo 1.5 millones de casos, lo que marca las cifras semanales más altas desde el inicio de la pandemia. “Si bien un rápido aumento de infecciones en los Estados Unidos ha sido un factor importante, los casos continúan acelerándose en algunos países de América del Norte, Central y del Sur como parte de un mosaico de diferentes patrones epidemiológicos que estamos viendo”, dijo Barbosa.
Señaló noticias sobre la eficacia de las vacunas informadas recientemente por varias compañías farmacéuticas; y agregó: “Es comprensible que muchas personas se sientan alentadas por los recientes avances en la búsqueda de una vacuna COVID-19 eficaz. Pero debemos seguir siendo pacientes y cautelosos porque pasarán meses antes de que una vacuna esté ampliamente disponible”.
Barbosa dijo: “Las decisiones individuales que tomemos en esta temporada navideña no solo afectarán a las personas más cercanas a nosotros, sino que también afectarán a nuestras comunidades“. A lo largo de la pandemia, los países han cambiado la forma en que las personas trabajan; van a la escuela y participan en la vida cívica. Finalmente nos menciona que “para que podamos mantener a nuestros amigos y familiares lo más seguros y saludables posible. Las vacaciones no deberían ser diferentes. La gente está planeando cenas virtuales, transmitiendo celebraciones virtuales y optando por ceremonias más pequeñas, incluso si eso significa hacer sacrificios personales”[.]