Actualmente la presencia femenina en el sector rural se ha incrementado exponencialmente, ya que más de un millón de mujeres son propietarias de tierras; sin embargo aún son víctimas de discriminación múltiple y su participación en las unidades de producción agropecuaria es mínima, manifestaron senadores y académicos.
El senador Miguel Barbosa Huerta, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, luego de inaugurar el foro “La Brecha de Género en el México Rural”, organizada por el Instituto Belisario Domínguez y la Comisión para la Igualdad de Género, se pronunció a favor de seguir proveyendo una cultura de la dignidad de las mujeres en el ámbito rural, en la ciudad y en todos los ámbitos, con el fin de generar mejores condiciones de vida para las mujeres de México.El legislador subrayó que la brecha de género en el México rural lo entiende como todas las mujeres que todos los días hacen camino al andar; ellas, dijo, son las mujeres que hacen brecha, camino y un esfuerzo, que “todo el tiempo realizan las mujeres para luchar por su dignidad, por su dignidad como personas”.
Comentó que el campo de su pueblo, Zinacatepec, Puebla, está devastado por la falta de orientación y por falta de ayuda técnica que hizo que la tierra se agotara. “Y como el medio rural determina a los hombres y a las mujeres, sin duda que las mujeres rurales tienen una afectación enorme en lo que se refiere al medio donde se desenvuelven”.
Barbosa Huerta subrayó que las mujeres rurales son empoderadas en términos de su dignidad, que desarrolla cada mujer en el ámbito en que se encuentra; la dignidad con que rechaza la vejación, el atropello, la violencia de género; la dignidad para querer a sus hijos, para querer y amar a su esposo, para poder generar la mejor educación y los mejores valores para toda su familia.
La senadora Mely Romero Celis, presidenta de la Conferencia Nacional de Mujeres Rurales, aseguró que las mujeres del medio rural son la clave para la transformación económica, medioambiental y social que requiere el desarrollo de cualquier nación.
Romero Celis resaltó la necesidad de seguir encontrando información, ideas, propuestas y ver las realidades de las mujeres rurales, a fin de que los tomadores de decisiones impulsen acciones legislativas, políticas públicas que se traduzcan en bien de todas y todos lo que viven en el campo.Enfatizó que las mujeres del ámbito rural tienen un acceso limitado a financiamiento, a los alimentos, a la educación y a los servicios de salud, por lo que consideró indispensable caminar hacia el empoderamiento de las mujeres rurales, no sólo para propiciar el bienestar individual, el de sus familias, el de las comunidades rurales; sino para incrementar toda la productividad económica que a su vez permite el desarrollo pleno de cualquier nación.
Resaltó la aportación de las mujeres rurales en todos los ámbitos del desarrollo del país: de acuerdo a diversas estimaciones, 43 por ciento de la fuerza laboral en zonas rurales lo constituye el género femenino.
Subrayó que de las 11 millones de mujeres del campo, solamente 650 mil tienen su título de propiedad, por lo que consideró que es un tema en el que se debe trabajar a fin de contar con mejores condiciones de financiamiento y a todos los programas que existen.
La senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, subrayó que la brecha de género en el sector rural es muy grande, toda vez que no se ha tenido la condición, la posibilidad o la voluntad política de voltear a ver a ese sector de la población.
La legisladora consideró que como legisladoras requieren impulsar un marco jurídico que dé certeza a la mujer en la propiedad de la tierra.
Recordó que, desde que llegó al Senado, presentó una modificación a “esa zanahoria que le dan a las mujeres rurales, que se llama Universidad Autónoma Indígena de México” (UAIM), y no hemos logrado sacarla.
Consideró que el foro debe desembocar en verdaderas acciones afirmativas desde un marco jurídico, como políticas públicas que den certeza a la propiedad y a la presencia de las mujeres rurales.El senador del Eviel Pérez Magaña, aseguró que la discriminación múltiple de la que es objeto el sector femenino en el campo es un problema grave y profundo, debido a que se les victimiza por ser mujeres, indígenas y pobres.
En este sentido, dijo que la Cámara de Senadores tiene el reto de llevar a la mujer rural al plano de la igualdad social, económica y cultural que plasma la Constitución.
A su vez, el académico Héctor Robles Berlanga destacó que nunca en la historia del país se había registrado tanta presencia de mujeres en el medio rural, pues en la actualidad hay más de un millón que son propietarias de tierras ejidales y 282 mil dueñas de tierras privadas, lo que significa un crecimiento exponencial.
Consideró fundamental generar un programa que promueva sus derechos, que les permita participar en las asambleas, aprovechar las tierras de uso común y sus recursos; es decir, no se puede pensar solamente en ejidos y comunidades, sino en todas las formas de tenencia de tierra para dar respuesta a sus necesidades.
En su oportunidad, Milagros Herrero Buchanan, del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados, manifestó que son insuficientes los programas y recursos que se destinan para disminuir las brechas de desigualdad, además de que es escasa la población beneficiaria con respecto a las necesidades reales de la población a la cual deben atender.
Cuestionó la falta de continuidad de los programas que se crean para ese objetivo, pues anualmente desaparecen, aparecen, cambian de monto o no se explica la razón por la cual un proyecto, que ha tenido una razón y un sustento, es eliminado del Presupuesto de Egresos, lo que afecta negativamente a la población femenina.
Por ello, subrayó que uno de los desafíos legislativos en esta materia es armonizar el marco legal, a fin de establecer mecanismos de seguimiento y evaluación de los recursos públicos que se destinan para reducir la brecha de desigualdad, continuar con una observancia ciudadana e identificar los subejercicios e incumplimiento de metas.
María Eugenia Gómez Luna, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, indicó que hay poca participación de las mujeres en las 4 millones de unidades de producción agropecuarias y forestales que existen, ya que sólo participan en 15.5% de ellas.
En el evento estuvieron presentes también los legisladores Angélica Araujo Lara y Roberto Albores Gleason, integrante del Instituto Belisario Domínguez y las diputadas Cecilia González Gómez, Fernanda Schoeder Verdugo y Dulce María Muñiz Martínez.
Así como Alejandro Encinas Nájera, director de investigación estratégica del Instituto Belisario Domínguez y Eduardo Rojas Vega, director de Difusión del Instituto Belisario Domínguez.