Fundamental estudio de neurociencias para enfrentar transición demográfica en México
A nivel mundial, gracias a los avances en la atención de la salud, las personas tienen mayor expectativa de vida, sin embargo, la Dra. Noemí Santos, Directora Médica de Landsteiner Scientific, explica que el envejecimiento de la población tiene como consecuencia el incremento de pacientes con enfermedades no transmisibles, entre las que destaca el Alzheimer. Como ejemplo de ello en México 800 mil personas de 65 años o más tienen algún tipo de demencia. Con una incidencia anual estimada de 27 casos nuevos por cada mil personas, para 2050 se espera que la cifra se eleve a más de 3 millones de casos.
El Alzheimer es un síndrome de naturaleza crónica y progresiva, se caracteriza por un deterioro de las funciones cognoscitivas y de conducta; ocasiona discapacidad y dependencia. Como país en proceso de transición demográfica, esta enfermedad representa un importante reto para la salud pública, pues el impacto económico que tiene en las familias es fuerte, lo que afecta a los cuidadores, las comunidades de pacientes y sistema de salud en general. Además, existe estigma alrededor de la enfermedad como exclusión social para los enfermos.De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia tiene un efecto abrumador en las familias de las personas afectadas como de sus cuidadores. Pues surgen presiones físicas, emocionales y económicas que causan mucho estrés en aquellos que están en el entorno de la enfermedad. Por ello necesitan recibir apoyo de los servicios sanitarios, sociales, financieros y jurídicos correspondientes.
El primer punto a considerar a la hora de hacer frente a este padecimiento es el diagnóstico oportuno y adecuado. Por lo regular, los cambios cognitivos que se van presentando en las personas se atribuyen a falta de atención, estrés y problemas económicos o familiares.
A diferencia de demencias con afectación vascular cerebral, el Alzheimer generalmente tiene una evolución lenta y progresiva, por eso es conveniente que personas mayores de 65 años con cambios de humor, trastornos de memoria reciente, cambios en hábitos de sueño y, sobre todo, períodos de ansiedad/depresión, busquen orientación especializada con un neurólogo.
La Dra. Santos, señala que en la actualidad el objetivo del tratamiento médico de esta enfermedad se centra en los siguientes puntos:
- Disminuir la comorbilidad: Es necesario aplicar medidas de prevención respecto de otras patologías que pueden acompañar el padecimiento como: enfermedades dentales, osteomusculares, cardiovasculares; igualmente, hay que evitar accidentes, caídas, etcétera.
- Mantener activo al paciente: Es importante proporcionar al enfermo un plan de ejercicio, dieta adecuada, visitas a centros de distracción y esparcimiento.
- Controlar problemas de conducta: Mantener el control por medio de atención médica, para cada caso en particular, con medicamentos y/o técnicas conductuales.
- Asesorar al cuidador: Es fundamental que el estrés de quienes atienden a los pacientes (en México por lo general se trata de los cónyuges, hijos y/o nietos) sea controlado de manera eficaz y oportuna.
- Evitar la discriminación y el estigma: Lograrlo a través de una estrategia de promoción del respeto a los derechos humanos, tanto de los enfermos como de sus cuidadores.
Respecto a los cuidadores de pacientes con Alzheimer, es importante señalar que además del impacto financiero (inversión de ahorros de toda una vida, sacrificio de sueldos para poder atender a los enfermos) hay investigaciones que muestran que estas personas también llegan a padecer tasas superiores de trastornos físicos y mentales. Por ello, la Dra. Noemí Santos ofrece tres recomendaciones muy importantes:
- Tener conocimiento: Un cuidador que conoce la enfermedad, que sabe los alcances de la terapia actual, tenderá a manejar de manera más adecuada la situación.
- Tomar precauciones económicas: Además de la carga emocional que implica atender a un ser querido en momentos de dificultad (cambios de humor y personalidad, dificultades cada vez más severas para el autocuidado; hipersomnia o insomnio) los cuidadores enfrentan dificultades económicas muy importantes, ya que el cuidado de un paciente con Alzheimer implica cambios en la estructura de su casa o habitación, así como en su forma de vestir.
- Contar con un médico de cabecera: Para minimizar el impacto de la situación, es importante tener un médico de confianza al cual recurrir en momentos de urgencia, quien también estará al pendiente de aspectos cotidianos sobre el avance de la enfermedad como: cuidado de la piel, aparato gastrointestinal, vías urinarias, etcétera.
Ante el escenario futuro que plantea el Alzheimer en México, el estudio de las neurociencias es fundamental. En México en la década de los años 60 formalmente se inicia el estudio multidisciplinario de las enfermedades neurológicas, con la inauguración en 1964 del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía que en la actualidad alberga a más de 52 disciplinas que cubren las ciencias médicas afines.
En materia de investigación, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía desarrolla trabajos en neurociencias que al trabajar de manera complementaria, trazan la ruta rumbo a una mejor atención a pacientes con Alzheimer. La neuropatología ha permitido el estudio y comprensión del tejido nervioso afectado por la enfermedad; la neurogenética ha determinado ciertos factores de predisposición para su desarrollo, y la neurofarmacología trabaja en la generación de medicamentos con blancos terapéuticos más específicos.
Para el 2014 se lanza la iniciativa “Plan de Acción Alzheimer y otras Demencias”, promovido por la Secretaría de Salud a través del Instituto Nacional de Geriatría y la Federación Mexicana de Alzheimer. Este plan requiere de colaboración interinstitucional, por lo que colaboran activamente los institutos nacionales de Neurología y Neurocirugía, Salud Pública, Psiquiatría y el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores.
Fuentes
- Corona T, et al. Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Dr. Manuel Velasco Suárez. RevInvestClin 2010; 62 (6): 501-502
- Beteta E. Neurobiología y Neurogenética. Rev. Per. Neurol 1999; Vol 5 Nº 2 .
- Suárez J., Castellanos M., Briones A. Esquizofrenia, un trastorno latente en nuestros días. Salud en Chiapas. Año I. No. 2, abril – junio de 2013.
- Guía basada en la evidencia de la APAL y de la APM para el tratamiento de la esquizofrenia Vol. 37, Suplemento 1, abril 2014.
- Perfil Epidemiológico de la Salud Mental en México Agosto 2012.
- Secretaria de Salud. Programa Específico de Esquizofrenia 2001-2006.
- Plan de acción Alzheimer y otras demencias. México, 2014. (2014). México: Instituto Nacional de Geriatría/Secretaría de Salud.
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