De manera general la neuroeducación nos explica que el enseñar algo nuevo es mucho más profundo que transmitir un conocimiento. Al momento de aprender algo, nuestro cerebro comienza a crear nuevas conexiones neuronales que permitirán recibir y transmitir información a partir de señales químicas y eléctricas. Estas conexiones, además de formar redes que facilitan el desarrollo de nuevas habilidades, impactan directamente en nuestra conducta.
La neuroeducación
Entender qué es lo que le pasa a nuestro cerebro al momento de aprender algo es el primer paso. Sumado a ello debemos reconocer la manera en cómo el cerebro interactúa con el medio que le rodea durante el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Es así que la neuroeducación se refiere a la aplicación de los conocimientos de cómo funciona el cerebro integrándolos con la psicología, la sociología y la medicina. Su objetivo es mejorar el potencial personal de los estudiantes mediante procesos de aprendizaje, enseñanza y memoria que equilibren el desarrollo emocional y cognitivo. Se centra en la individualidad del estudiante en el sentido de que entiende que cada quién aprende de forma diferente.
Los niños y la neuroeducación
La curiosidad es la base del arte y la ciencia. En ese sentido, la neuroeducación está muy interesada en entender esa inquietud por saber de los niños que está evidenciada por la plasticidad del cerebro que permite moldearlo con el aprendizaje continuo.
En este sentido la premisa de que todos podemos aprender lo que deseemos más allá de nuestra situación personal y social es la base de la neuroeducación. Es así como esta especialidad constituye un puente entre la neurología y las ciencias de la educación.
Si bien está dirigida para aquellos que tienen dificultades de aprendizaje, también aborda aspectos enfocados a mejorar el rendimiento escolar, por lo que cualquier alumno o alumna puede aprovechar los beneficios de su aplicación.
¿Cómo implementar este enfoque?
Existen diversas prácticas a adoptar al momento de trabajar con las herramientas de la neuroeducación, sin embargo, tener presentes algunos ejes rectores ayudarán a entender y aplicar este enfoque.
Plasticidad cerebral
El cerebro se adapta en gran medida mediante el desarrollo de nuevas conexiones neuronales. Dichas conexiones ayudarán a resolver los diversos problemas que se presenten en un nuevo ambiente.
Neuronas espejo
Estas células cerebrales se activan al realizar una acción o reaccionar ante una emoción, así como cuando observamos a alguien realizarla. Se considera que las neuronas espejo son la base de la empatía y de adquisición del lenguaje.
Emociones
Una de las bases fundamentales de la neuroeducación es entender que las emociones interactúan con los procesos cognitivos. Por lo tanto, utilizar las emociones en favor del proceso de aprendizaje será una estrategia de consolidación en cuanto a la asimilación y permanencia de conocimientos.
Motivación
Es crucial analizar las motivaciones de cada estudiante pues éstas constituyen un facilitador para apropiarse de los conocimientos y ayudar durante el proceso de aprendizaje-enseñanza.
Finalmente, es necesario que las escuelas adopten poco a poco el enfoque de la neuroeducación. La idea es conseguir un ambiente que motive a los alumnos a convertirse en los protagonistas de su propio proceso de aprendizaje, sea cual sea su contexto social, político, económico o de edad.