“Florecemos ante el miedo”, es una instalación del colectivo Mujeres Vivas, Mujeres Libres que busca visibilizar las distintas caras de la violencia de género y, sobre todo, invitarnos a florecer juntas.
La violencia contra las mujeres y niñas, que afecta sus derechos en todos los espacios, desde los físicos hasta los digitales, no solo daña su salud mental y física, sino también limita su educación, desarrollo y disfrute. Esto hace que disminuyan sus oportunidades laborales y condena a muchas de ellas a un ciclo de pobreza y exclusión.
En México, 7 de cada 10 mujeres mayores de 15 años han vivido al menos una situación de violencia de algún tipo, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Este 25N queremos soltar esos miedos que nos silencian y nos detienen
En este contexto, el colectivo Mujeres Vivas, Mujeres Libres se suma este 25 de noviembre a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres y niñas, y a las acciones que se realizarán en este día e invita a niñas, adolescentes, mujeres y colectivos a conocer su instalación “Florecemos ante el miedo”, que se encontrará ubicada en la Avenida Paseo de la Reforma a un costado de las icónicas “Alas de México”, en Ciudad de México, desde las 11 de la mañana y hasta las 18 horas.
“En este espacio de creación y sororidad, queremos invitar a todas a compartir los temores que brotan de la violencia de género y florecer juntas, porque juntas nada nos detiene”, menciona Angélica Contreras, portavoz de Mujeres Vivas, Mujeres Libres.
Cerca del 70% de las mujeres mexicanas ha sufrido algún tipo de violencia
Cabe destacar que la violencia de género afecta a niñas y mujeres en todos los rincones del planeta, en todas las etapas de sus vidas.
Algunas de las formas en las que se puede dar la violencia de género puede ser:
- Feminicidio: es la forma más extrema de violencia de género. En México, cada día se cometen 10 feminicidios.
- Sexual: desde insinuaciones no deseadas, abuso, acoso cibernético, callejero, en los centros educativos o de trabajo, hasta cualquier acto sexual no consensuado.
- Psicológica: insultos, ofensas y/o celos que buscan generar un daño emocional como lo es el miedo, la inseguridad o la marginación; que merman la salud mental y física de quien la padece.
- Económica: es una forma de control que impide a las mujeres su autonomía financiera cuando se las priva de los medios indispensables para vivir o se afecta la capacidad de la mujer para ganar, administrar y disponer de un ingreso, lo que genera una dependencia económica que provoca aislamiento.
“Invisibilizar, gritar, controlar, manipular, silenciar, celar; también son actos de violencia, y muchas veces pasan desapercibidos porque los hemos normalizado y estas acciones son totalmente inaceptables. Es por esto que el 25N queremos recordar que todo tipo de violencia es dañino, y que cada acto suma a una espiral que podemos y debemos detener”, refiere Lizeth Mejorada, vocera de Mujeres Vivas, Mujeres Libres.
¿Por qué es tan urgente hablar de esto?
Además, cuando una mujer ha vivido agresiones, las consecuencias son profundas y devastadoras. Sus efectos psicológicos y físicos no solo impactan su presente, sino que dejan cicatrices a lo largo de su vida, limitando sus oportunidades educativas, laborales y sociales. Esto hace que cada año, millones de niñas y mujeres sufran en silencio.
Las estadísticas hablan de la magnitud del problema: 30% de las mujeres experimentará violencia a manos de su pareja en algún momento de su vida y, en ciertos países, esta cifra sube hasta el 70%. A nivel global más de 650 millones de niñas han sido obligadas a contraer matrimonio cuando deberían estar en la escuela y jugando. En México, el 85% de las víctimas de trata son niñas y mujeres.
Es fácil pensar que ésta es una realidad lejana, pero la violencia está presente en todos los niveles de nuestra sociedad. ¿Cuántas veces hemos recibido un comentario desagradable, disfrazado de piropo? ¿Cuántas veces una compañera o amiga tuya ha estado atrapada en una situación de abuso o control? ¿Cuántas veces hemos sido testigos? ¿Cuántas veces lo hemos ignorado? ¿Cuántas veces lo hemos vivido? El silencio, el miedo, la culpa y la impunidad son aliados de este problema, y es momento de cambiar.
Las dos caras de la tecnología y la violencia
Además, si bien la tecnología puede ser una herramienta de cambio, también se ha visto cómo puede agravar la violencia cuando se utiliza para vigilar, controlar o manipular la vida en línea de una mujer o tener acceso a la esfera íntima de una niña. ¿Alguna vez tu pareja ha revisado tus mensajes o te ha exigido acceso a tus contraseñas? ¿Te ha celado u ofendido por alguna interacción en línea? ¿Alguna ex pareja te ha amenazado con difundir contenido íntimo sin tu consentimiento? Todas éstas también son formas de violencia que son castigadas por la ley y deben erradicarse.
Angélica Contreras, portavoz de Vivas y Libres, afirma que “la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de no dejar a nadie atrás no se logrará sin erradicar la violencia de género. Una sociedad pacífica y justa empieza reconociendo que los derechos de las mujeres y las niñas no son negociables. Es momento de que todas las personas, instituciones y organizaciones digamos: ¡basta! Basta de justificar, basta de invisibilizar, basta de tolerar. Ni una más.”
El cambio empieza hoy. Al tomar acción, podemos construir un futuro libre de violencia para las niñas y mujeres en todo el mundo. Exijamos un México donde cada niña y mujer pueda vivir sin miedo, y donde sus derechos y su dignidad se respeten.