Hay cerca de 28 millones de enfermeras en todo el mundo que comprenden una fuerza laboral global que brinda alrededor del 90% de la atención primaria de salud, incluida la respuesta de primera línea a la pandemia de COVID-19. Asegurarse que su contribución sea óptima y continuo bienestar en medio de las innumerables consecuencias de COVID-19 aumentará el potencial de resultados medibles y mejorar la salud.
En un editorial publicado en el International Journal of Nursing Studies, los investigadores, incluidos dos de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Pensilvania (Penn Nursing), piden una reforma rápida de las políticas e inversiones en enfermeras y enfermería para aprovechar las habilidades de esta fuerza laboral global. El editorial describe las inversiones multisectoriales para:
- Rediseñar e innovar los servicios de salud existentes
- Ampliar los ámbitos de práctica de enfermería
- Forjar regulaciones y legislación de apoyo para las enfermeras
- Optimizar las contribuciones de enfermería para satisfacer mejor las necesidades de salud pública mundial y aumentar el potencial para contener y gestionar la pandemia así como el futuro salud pública y crisis humanitarias
“Las consecuencias de largo alcance de COVID-19 han demostrado que necesitamos una inversión generalizada, rápida e inteligente en enfermería a través de una acción informada que aproveche al máximo la fuerza laboral de la salud. Nuestras comunidades y la salud de las poblaciones en todo el mundo dependen de estas reformas políticas urgentemente necesarias y aumento de la inversión en enfermería ahora más que nunca“, escriben los dos autores de Penn Nursing, William E. Rosa, PhD, MBE, NP-BC, FAANP, FAAN, un académico de la Fundación Robert Wood Johnson de la iniciativa Future of Nursing Scholar; y Linda H. Aiken, PhD, RN, FAAN, FRCN, la profesora de liderazgo Claire M. Fagin; Director del Centro de Resultados de Salud e Investigación de Políticas; y Senior Fellow en el Instituto Leonard Davis de Economía de la Salud.
Las recomendaciones en el editorial se basan en un informe de la Cumbre Mundial de la Innovación para la Salud 2018 e incluyen implicaciones para las enfermeras y las enfermeras de práctica avanzada, los encargados de formular políticas, los socios de salud gubernamentales y no gubernamentales, y aquellos que trabajan en investigación, práctica clínica y educación. El editorial, “Inversión rápida en enfermería para fortalecer la respuesta global COVID-19“[2] se encuentra disponible en línea.