Cada 13 de octubre se celebra el “No Bra Day”, o día sin brasier. Este día se celebró por primera vez en un evento médico en Toronto, Canadá, llamado “Bra Day” (Breast Reconstruction Awarenses o Concientización sobre la Reconstrucción Mamaria) por iniciativa del cirujano plástico, Dr. Mitchell Brown.
El objetivo del No Bra Day es convertirse en un espacio de concientización sobre el cáncer de mama y todas sus implicaciones en la vida de las mujeres.
Sostén y cáncer ¿alguna relación?
Diversos estudios muestran resultados similares. Por ejemplo, un estudio de la Escuela de Salud Pública de Hardvard determinó que no había asociación en cuanto al uso de brasier y alguna afección hacia las mamas, específicamente en el desarrollo de cáncer.
En 2022, una publicación hecha por el Hospital Universitarios Germans Trias i Pujol en Barcelona, España, concluyó que no halló evidencia de que la flacidez de los senos esté causada por no usar sujetador mamario. Además, tampoco halló relación alguna en cuanto al uso del brasier y el cáncer de mama.
Sin embargo, sí hay una relación en cuanto a la mejora de síntomas de la mastalgia por el uso del brasier. Así como en presencia de diversas alteraciones osteomusculares y nerviosas. Además, ayuda en el estado de ánimo y algunos resultados apuntan a que es beneficioso usar durante la gestación, la lactancia y durante intervenciones quirúrgicas.
Brasier, ¿invento del siglo XIX?
Nuestro mundo es tan amplio en cuanto a tiempo y espacio que no es sencillo atribuir el origen de algo. Sin embargo, en cuanto al mundo occidental respecta, la prenda más similar a un top o un brasier modernos la encontramos en el mosaico romano llamado la “chica del biquini”.
Ubicado en la villa Romana de Casale, la actual Sicilia, este mosaico del siglo IV d.C. muestra a una serie de mujeres que llevan unas bandas de tela a modo de sujetador para hacer deporte. Además, en 2008 unos arqueólogos descubrieron cuatro “sostenes” de lino en una bóveda del siglo XV en el castillo de Lengberg en Austria.
Más tarde la historia nos menciona a varias mujeres, francesas en su mayoría, que hicieron su aportación a finales de 1800 para darle vida a lo que ahora conocemos como el brasier o sostén.
Cabe destacar que, en este contexto específico, el brasier se creó como respuesta al movimiento de medicina y el feminismo. Estos movimientos sociales abogaban por “sostenes” más ligeros que permitieran a las mujeres hacer mejor digestión y respirar con facilidad.
¿Con brasier o sin brasier?
Es principalmente durante los movimientos de liberación femenina, durante los años 60, que el brasier comienza a ser relacionado con los sistemas opresores patriarcales.
A partir de ese momento comienza a surgir una etapa dual, entre la evolución del sostén para adquirir un enfoque más ergonómico sin perder su relación con la sensualidad y quienes afirmaban que el brasier no se debería usar.
Una mujer puede o no usar esta prenda y da lo mismo, se trata de una connotación social. Así lo afirma la ginecóloga y académica de las facultades de Medicina y Estudios Superiores Iztacala de la UNAM Lizbeth Chinoya. La experta explica que no hay músculo en la mama, es decir, están los pectorales y posteriormente viene la grasa que sólo se sostiene con la piel.
Si bien los ejercicios de reforzamiento de la piel pueden ayudar a tener unas mamas firmes cada mujer es única y eso es lo más importante al momento de tomar la decisión.
Por otro lado, la especialista menciona que, a pesar de que existen pocos estudios al respecto, se ha detectado que una gran parte de las mujeres de talla grande de mama se sienten más cómodas al usar brasier.
En ese sentido, es necesario destacar que esta prenda se relaciona con varias cuestiones, no sólo con la vestimenta pues afecta a la lactancia, en el deporte y en las cuestiones médicas.