La reapertura de las sociedades antes de que los sistemas de salud estén preparados “significaría arriesgarse a que un puñado de casos en una zona desate un brote de gran magnitud”, dijo hoy la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, durante una conferencia de prensa virtual.
“Dado que los líderes de todo el mundo se enfrentan a la presión de reanudar la vida social y pública, es importante que eviten tomar decisiones en el aire. Los datos sobre la propagación del virus y el estado de los sistemas y servicios de salud deben orientar los planes de reapertura de cada país, incluida la combinación de medidas preventivas que deben continuar para mantener seguras a las personas”, sostuvo Etienne. “Si nuestros sistemas de salud no están preparados, no es el momento de reabrir”, afirmó.
Además, indicó que ajustar el comportamiento individual; adaptar los espacios; y ejercer el liderazgo político son clave para hacer que el transporte; los lugares de trabajo; las escuelas y los espacios públicos ofrezcan la mayor seguridad posible para todos.
Las Américas alcanzaron 2 hitos sombríos esta semana, dijo Etienne:
- Más de medio millón de muertes
- Casi 15 millones de casos reportados en la región
“Un sinnúmero de personas en nuestra Región siguen siendo vulnerables a la infección, especialmente algunas poblaciones grandes que aún no han estado expuestas”, advirtió.
Minimizar la propagación durante las reaperturas
Con respecto a minimizar la transmisión a medida que los países reabren, «ya sea que se trate de reiniciar las clases en las escuelas, reabrir los mercados públicos o reanudar los viajes internacionales, cuándo y cómo lo hacemos es importante«, manifestó. “Los países deben asegurarse de tener el personal, las herramientas y los recursos para vigilar y contener el virus. Deben estar preparados para realizar pruebas, localizar contactos, aislar y poner en cuarentena, y asegurarse de que haya suficientes camas de hospital disponibles para atender a los pacientes que desarrollen síntomas graves”, subrayó.
Las personas deben ser responsables y mantener una distancia segura de los demás, una medida probada para limitar la propagación de la COVID-19, dijo Etienne; y los espacios públicos también deben adaptarse para reducir la transmisión. “Algunas medidas simples como ofrecer estaciones para lavarse o desinfectarse las manos; modificar la distribución y los horarios para permitir el distanciamiento físico; y limitar el número de personas en el mismo espacio al mismo tiempo, deberían ser la norma por ahora”, indicó.
“En los espacios cerrados, debemos garantizar una ventilación adecuada y limitar el contacto cercano entre nosotros. También debemos seguir manteniendo nuestra distancia al aire libre”, aconsejó la Directora de la OPS.
Pruebas de laboratorio para viajeros: impacto limitado
En cuanto a los viajes, menciona que depender de las pruebas de laboratorio para los viajeros “es una medida costosa, difícil de implementar y de impacto limitado en el control de la propagación internacional del virus”. En ese sentido, recomendó asegurarse “de que las personas que están enfermas o sospechan que están enfermas de COVID-19 y sus contactos sean detectadas y aisladas rápidamente para minimizar las posibilidades de que otras personas se infecten, principalmente antes de la partida y después de la llegada”.
Al señalar que algunos países se están preparando para celebrar elecciones, Etienne consideró que se necesitaba una planificación cuidadosa. Esto para garantizar que los protocolos respondan a la necesidad de prevenir la propagación del virus, a la vez que se ayuda a los ciudadanos a “ejercer su derecho al voto sin sacrificar su derecho a la salud”.
“Los gobiernos deben liderar los esfuerzos nacionales para garantizar que se implementen medidas de salud pública para la votación en persona, y que los ciudadanos sean conscientes de lo que deben hacer para mantener su seguridad y la de los demás en las urnas”, manifestó[.]