En el evento que se llevó a cabo en la asta bandera de la Cámara de Senadores, el presidente de la Mesa Directiva, Martí Batres, afirmó que si no se dan pasos firmes para erradicar la violencia institucional en contra del género femenino no podrá combatirse este flagelo en el resto de la sociedad.
Refirió que cada día se conocen más las agresiones contra mujeres en algún ligar del territorio nacional, ya sea por actos delincuenciales, temas relacionados con el crimen organizado y/o venganzas personales.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el senador expresó: “si no se erradica hasta la más sutil violencia en los órganos del Estado, no podrá ponerse el ejemplo para que se pueda erradicar del resto de la sociedad”.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, dijo que con la iluminación naranja del Senado “se convierte en un faro de esperanza y compromiso de los senadoras y senadores, a fin de garantizar el cumplimiento de los derechos de las niñas y las mujeres”.
Consideró que la conmemoración es motivo de tristeza, pero también de alegría ante los avances que representa contar con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, los refugios, las políticas públicas, además de la capacitación de jueces y Ministerios Públicos para hacer justicia con perspectiva de género.
Por su parte, la senadora María Guadalupe Covarrubias Cervantes, afirmó que la violencia contra las mujeres constituye el más grande obstáculo para alcanzar la igualdad, el desarrollo y la paz.
Por ello, en el año 2000 la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 25 de noviembre para que gobiernos, poderes legislativos y organizaciones de la sociedad civil, lleven a cabo acciones para generar conciencia sobre la grave situación que viven mujeres y niñas, víctimas de la violencia.
Karla Micheel Salas Ramírez, presidenta del Grupo de Acción por los Derechos Humanos, dijo que antes del crimen contra Cruz Medel, hija de la diputada Carmen Medel, en este país habían sido asesinadas 2,177 mujeres y niñas. Después de ese homicidio mataron a 42 mujeres y niñas.
Valeria, la joven asesinada, agregó, dejó de ser una víctima invisible porque se exigió justicia desde una de las más altas tribunas del país, “pero centenares de mujeres son asesinadas en México sin que nadie voltee a verlas, sin que ningún reflector ponga atención en ellas“[.]