El piso pélvico es parte importante del cuerpo de la mujer, sin embargo, es también el más desconocido. Es por eso que te invitamos a descubrirlo para que puedas mejorar tu calidad de vida.
El piso pélvico, también llamado periné, es un conjunto de músculos encargados de sostener la parte inferior del abdomen. Su principal función es sostener la vejiga, el útero y una parte del intestino para que puedan funcionar de manera correcta.
Mantener estos músculos fuertes y sanos es esencial para prevenir algún tipo de incontinencia urinaria y anal por esfuerzo físico, prolapsos genitales (caída de los órganos), disfunciones sexuales como la dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y la disminución de la sensibilidad e intensidad del orgasmo.
El piso pélvico puede debilitarse
A pesar de tener una función clave en el cuerpo es un músculo que debe fortalecerse y del cual estar atenta en todo momento ya que puede debilitarse y lastimarse.
Entre las principales causas de daño al piso pélvico están el embarazo y el parto. Además, la obesidad, los tratamientos con radiación, cirugías y el envejecimiento, también juegan un papel importante en la salud de estos músculos.
En este sentido, la recomendación principal es que, si presentas síntomas sutiles, como una pequeña pérdida de orina al reír o toser, no lo normalices. De inmediato debes acudir a tu ginecólogo o a un fisioterapeuta especializado en piso pélvico, para que valoren el estado de tus músculos pélvicos.
Supera el tabú de la autoexploración genital
Es probable que en este momento te preguntes ¿y a partir de cuándo se puede ejercitar el piso pélvico? En ese sentido, lo ideal sería que desde pequeñas estos músculos estuvieran integrados en nuestro esquema corporal con la intención de conocerlo y ejercitarlo.
La base de esta nueva educación recae en la simplicidad de entender cómo funcionan estos músculos. En este sentido, aprenderíamos que es una parte del cuerpo que trabaja junto a otras. Que se activa involuntariamente cuando realizamos acciones cotidianas como levantar peso, lo que ayudaría a que su cuidado y fortalecimiento sean de manera natural y cotidiana.
Los ejercicios de Kegel
Recuerda, el primer consejo que debes tomar en cuenta si presentas cualquier síntoma que comprometa tu salud es acudir a un especialista. En este caso particular con (un) una ginecóloga (o) especialista en piso pélvico.
Sin embargo, cabe destacar que la terapia física del suelo pélvico a menudo es la más efectiva. Algunos de estos ejercicios se conocen como ejercicios de Kegel.
Te ayudarán a controlar de mejor manera la salida de orina
Estos ejercicios pueden ayudarte a mantener saludables los músculos de tu piso pélvico. Entre los principales beneficios están el hecho de que te ayudarán a controlar de mejor manera la salida de orina o control intestinal. En cuanto a la sexualidad, estos ejercicios mejoran la experiencia del orgasmo ya que serán más largos e intensos.
Además, puedes hacer los ejercicios de Kegel en cualquier lugar y en cualquier momento. Para encontrar los músculos correctos debes fingir que tienes que orinar y luego contenerte.
Para hacerlo correctamente y poder identificar los músculos que te ayudarán en otro momento te tenemos un tip. La próxima vez que tengas que orinar, libera el flujo y luego detente. Siente cómo los músculos de la vagina, vejiga y ano se ponen firmes y se desplazan hacia arriba. Eso que sientes es el trabajo que hace el piso pélvico.
Si sientes cómo suben y bajan con firmeza significa que has hecho un trabajo correcto. Finalmente, cabe destacar que tus muslos, glúteos y abdomen deben mantenerse relajados.
Ya reconoces el movimiento
Una vez que reconozcas el movimiento hazlo máximo 3 veces por día. Debes estar segura de que tu vejiga está vacía, de lo contrario puedes crearte un problema muscular. Una vez relajada, aprieta los músculos del piso pélvico y mantén apretado de 3 a 5 segundos. Después relaja los músculos contando igual de 3 a 5 segundos. Finalmente haz 10 repeticiones 3 veces al día, mañana, tarde y noche.