Prepárate para llorar con maquillaje

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 18 segundos


Llorar es humano y normal. Lo que no queremos normalizar es terminar con el rímel corrido o la base de maquillaje arruinada.

La clave está en la combinación perfecta entre que cuides tu piel y uses maquillaje de alta tecnología. Aquí te compartimos tres pasos para que tu mirada y tu piel digan: «vengo preparada hasta para llorar».


1. Adiós a la hinchazón

Tus ojos hablan primero. Si hay inflamación o fatiga previa, cualquier lágrima acentuará el cansancio. El secreto es trabajar desde adentro para descongestionar y calmar el contorno de ojos.

  • El aliado: El Sérum Intensivo para Bolsas y Ojeras de Chronos de Natura
  • El tip: Su aplicador metálico brinda una sensación de frío instantánea que ayuda a drenar la zona. Cuando la piel está firme y descansada, el corrector se adhiere mejor y no se cuartea si llegas a soltar un par de lágrimas.


2. Sin rímel corrido

El rímel corrido es la pesadilla estética por excelencia. Para evitar el efecto «mapache», necesitas una fórmula que se abrace a tus pestañas y no las suelte por nada del mundo.

  • El aliado: La máscara alargamiento infinito a prueba de agua de Natura UNA.
  • El tip: Aplícala en técnica de zig-zag desde la raíz. Esto asegura una mayor adherencia de la fórmula waterproof en cada fibra, permitiendo que tus pestañas jueguen a tu favor sin importar la humedad.


3. El sello final: Hidratación y protección


Una vez que terminas de aplicarte el maquillaje, necesitas un escudo invisible. El puente entre el cuidado de la piel y el color es un buen fijador que mantenga el glow pero bloquee el movimiento de los pigmentos.

El tip: Rocíala justo antes de salir de casa. Sus ingredientes hidratantes no solo reavivan tu piel, sino que crean una capa protectora que permite que las lágrimas se deslicen sobre la base sin levantar el producto.

El aliado: La Bruma Facial Hidratante Fijadora de Natura UNA.


TIP EXTRA DE EMERGENCIA

Si sientes que las lágrimas están a punto de brotar, ¡no talles tus ojos!.

Usa un pañuelo desechable y da toquecitos suaves para absorber la humedad. Si es necesario retocar, enfócate solo en la zona externa del ojo con un poco de sombra y finaliza con un toque de bruma para resellar.

Llorar es parte de nuestra sensibilidad, y estar preparada es parte de nuestra seguridad.