Desafortunadamente las mujeres encuentran brechas de desigualdad en diversos ámbitos de la vida cotidiana que impactan en su desarrollo personal, familiar, social y laboral., afirma la diputada Irma María Terán Villalobos.
En su presentación el pasado 10 de septiembre de 2019, la legisladora presentó una iniciativa para reformar la Ley Federal del Trabajo, con el objetivo de que haya un salario igual entre mujeres y hombres, sin excepción; porque en los puestos directivos y profesionales de las empresas e instituciones, la diferencia alcanza hasta el 15%, según Indicadores de Género de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, levantada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La legisladora precisó que un aspecto muy obvio es en la esfera del trabajo, pues no solamente por el mismo cargo y con las mismas tareas, gana menos la mujer, sino que la efectividad de sus derechos humanos merma cuando deciden optar por la maternidad, a pesar del cúmulo legal de protección.
Afirmó que no combatir esta brecha salarial significa “condenar a las mujeres a persistir en la pobreza, por más trabajo, esfuerzo, capacitación y educación profesional que tengan”.
Esto afecta no sólo la capacidad de pago inmediata de las mujeres, sino:
- Su autonomía en el mantenimiento de una familia
- Inversión personal
- Adquisición de créditos
- Servicios de seguridad social
- Créditos para vivienda
- El monto para su retiro o jubilación
“Para 2040, este posible crecimiento adicional se traduciría en un aumento aproximado
de 1100 USD del PIB per cápita en relación con el escenario inicial. Este es uno de los mayores
beneficios previstos para la igualdad de género en la OCDE (Adema et al., 2015). Debido al gran número (creciente) de mexicanas bien preparadas, las pérdidas son enormes cuando
estas mujeres —y su valioso capital humano— no son incorporadas completamente a la
economía“.
En su ponencia la legisladora indicó “si sumamos fuerzas en igualdad de condiciones, México tendría un futuro más próspero que si seguimos discriminando a la mitad de su población”.
Otro aspecto que confirma la brecha salarial es el estudio “Mujeres y Hombres 2018” [2], publicado por el Inmujeres y el Inegi. En el documento se informa que, “otro de los tópicos centrales del análisis sobre las desigualdades en la inserción de los hombres y las mujeres en el mercado laboral, son los ingresos que reciben por su participación en las actividades económicas y particularmente en lo que se refiere a las diferencias salariales desde un enfoque de discriminación laboral“.“Así, al analizar la cantidad monetaria que reciben hombres y mujeres por su participación en la actividad económica, a partir de la mediana del ingreso mensual real de trabajo, esta muestra que independientemente de la edad, la escolaridad y la situación conyugal de las mujeres y los hombres, la remuneración que perciben las mujeres por su trabajo es inferior al que reciben los hombres“.
“Al analizar el salario real de los hombres y mujeres ocupadas(os) durante el periodo que va de 2005 a 2018, se observa que la brecha que separa la mediana de los ingresos mensuales reales de los hombres respecto a la de las mujeres se ha mantenido con escasas variaciones; en 2014 la brecha se redujo a 833 pesos, para volver a aumentar en 2015 y llegar, en 2017, a 1 116 pesos. Para 2018 la brecha salarial entre mujeres y hombres, se redujo a 889 pesos“.
Enfatizó que lo peor de esta injusticia es la consecuencia posterior que trae esta desigualdad, pues en el largo plazo implica la persistencia en rangos de pobreza de las mujeres, tan es así que para 2017, el 13% de las mujeres de entre 18 y 64 años vivieron en condiciones por debajo de la línea de pobreza frente al 9% de los hombres en el mismo rango de edad.
Terán Villalobos resaltó que es necesario, oportuno y urgente ser congruentes con la lucha de las mujeres, “no sólo por visibilizar su aportación a la economía del país, sino para garantizar que nunca reciban un pago menor por el mismo trabajo en las mismas condiciones frente a un hombre”.
Propuso modificar el artículo 84 de la Ley Federal del Trabajo, para de armonizar lo que dispone la norma constitucional con la ley reglamentaria a fin de sumar esfuerzos desde el ámbito legislativo en materia de igualdad sustantiva y brecha salarial.
La iniciativa se turnó a la Comisión de Trabajo y Previsión Social, con opinión de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados[.]