La nutrición adecuada es fundamental para el crecimiento y desarrollo de las niñas, los niños y adolescentes, ya que previene enfermedades y promueve un mejor estado de salud. En México, se enfrentan desafíos en este sentido, con altas tasas de sobrepeso, obesidad y desnutrición en la población infantil, especialmente en las zonas urbanas y rurales. El Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), en el marco del Día del niño nos presenta información para conocer la situación actual y acciones para reducirlo.
Tabla de contenidos
- En resumen
- Puntos a destacar
- Impactos negativos de la desnutrición durante la infancia
- Prevalencia nacional de sobrepeso de niñas y niños
- Prevalencia de la obesidad en el mundo
- Factores de riesgo
- Efectos de la obesidad en la salud
- Otros retos fuera de la presión para adelgazar
- Acciones para reducir el sobrepeso y obesidad
En resumen
La nutrición adecuada es fundamental para el crecimiento y desarrollo de los niños y adolescentes, ya que previene enfermedades y promueve un mejor estado de salud, como se destaca en el documento “Salud y nutrición” de UNICEF. En México, se enfrentan desafíos significativos en este sentido, con altas tasas de sobrepeso, obesidad y desnutrición en la población infantil, especialmente en las zonas urbanas y rurales.
Los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 revelan que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños de 5 a 11 años es alarmante, con un 18.8% y 18.6% respectivamente a nivel nacional. Además, se observa un aumento en la prevalencia de obesidad en los niños varones en edad escolar.
La obesidad infantil tiene múltiples causas, incluyendo factores genéticos, socioeconómicos, metabólicos y de estilo de vida. Además, ciertos grupos étnicos tienen un mayor riesgo de obesidad, como los indoamericanos, personas de raza negra y estadounidenses de origen mexicano.
La obesidad tiene graves efectos en la salud, como el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, problemas circulatorios, cardíacos y renales, lo que reduce la calidad y esperanza de vida de los afectados. Por lo tanto, es crucial contar con sistemas de salud que reconozcan la obesidad como una enfermedad, brindar atención primaria adecuada y promover políticas de prevención que aborden los determinantes sociales y comerciales de la salud. Además, es necesario contar con instalaciones y personal de salud capacitado para atender a personas con obesidad, y fomentar relaciones positivas con los pacientes para mejorar la adherencia al tratamiento.
Puntos a destacar
- La buena nutrición es la base del crecimiento y desarrollo de niños, niñas y adolescentes, y previene enfermedades y favorece un mejor estado de salud.
- La desnutrición durante la infancia puede tener impactos negativos en la vida de una persona, como talla baja y desarrollo insuficiente del sistema inmunológico.
- El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de enfermedades como la diabetes, problemas circulatorios, del corazón y de los riñones, lo cual afecta la calidad y esperanza de vida.
- En México, 1 de cada 20 niños menores de 5 años y 1 de cada 3 entre los 6 y 19 años padece sobrepeso u obesidad, situando a México en los primeros lugares a nivel mundial en obesidad infantil, especialmente en los estados del norte y en comunidades urbanas.
- 1 de cada 8 niños menores de 5 años padece desnutrición crónica en México, siendo más prevalente en los estados del sur y en comunidades rurales, especialmente en hogares indígenas.
- La lactancia materna es importante, ya que en México solamente 3 de cada 10 bebés son alimentados exclusivamente con leche materna durante los primeros 6 meses de vida, a pesar de que es el mejor alimento para los bebés y proporciona nutrientes y beneficios a las madres.
- La prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes en México se mantiene alta, con una leve disminución en la prevalencia de sobrepeso pero un aumento en la prevalencia de obesidad en hombres en edad escolar.
- La prevalencia de la obesidad está aumentando en todos los puntos de corte del IMC en todas las regiones del mundo, y se estima que más de 100 millones de adultos en todo el mundo corren el riesgo de tener un IMC de 40 kg/m2 o superior para el año 2030.
- Es necesario contar con sistemas de salud que reconozcan la obesidad como una enfermedad, garantizar la cobertura universal de salud, proporcionar atención primaria adecuada y abordar los factores sociales y comerciales de la salud para prevenir la obesidad.
- La genética, factores socioeconómicos, factores metabólicos y elecciones de estilo de vida son factores de riesgo que pueden contribuir a la obesidad infantil.
- La obesidad en niños y adolescentes puede tener efectos negativos en la salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, trastornos del sueño, problemas psicosociales y estigmatización.
- Es importante contar con instalaciones y profesionales de la salud capacitados para brindar atención adecuada a personas con obesidad, promover buenas relaciones con los pacientes y fomentar la adherencia al tratamiento.
Impactos negativos de la desnutrición durante la infancia
En el documento “Salud y nutrición. La buena nutrición es la base del crecimiento y desarrollo de niños, niñas y adolescentes ya que previene enfermedades y favorece un mejor estado de salud” de la UNICEF [1] se explica que la desnutrición durante la infancia puede tener impactos negativos en la vida de una persona, como son talla baja y un desarrollo insuficiente del sistema inmunológico. Por otro lado, el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de enfermedades como la diabetes, problemas circulatorios, del corazón y de los riñones, lo cual afecta la calidad y esperanza de vida.
También detalla que en México, 1 de cada 20 niños menores de 5 años y 1 de cada 3 entre los 6 y 19 años padece sobrepeso u obesidad. Lo que sitúa a México en los primeros lugares a nivel mundial en obesidad infantil, especialmente en los estados del norte y en comunidades urbanas.
Por otro lado, 1 de cada 8 niños menores de 5 años padece desnutrición crónica, siendo más prevalente en los estados del sur de México y en comunidades rurales, especialmente en hogares indígenas.
También destaca la importancia de la lactancia materna, ya que en México solamente 3 de cada 10 bebés son alimentados exclusivamente con leche materna durante los primeros 6 meses de vida. La leche materna es el mejor alimento para los bebés, ya que les proporciona todos los nutrientes que necesitan y ayuda a prevenir muchas enfermedades, además de brindar beneficios a las madres.
Prevalencia nacional de sobrepeso de niñas y niños
En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 (Ensanut) [2] se informa que en un analisis de información de 2,569 niñas y niños de 5 a 11 años (representan alrededor de 15’672,300 escolares). La prevalencia nacional de sobrepeso fue de 18.8%, en hombres fue de 16.6% y en mujeres de 21.2 por ciento. La prevalencia de obesidad se encontró en 18.6% de los escolares, 23.8% en hombres y 13.1% en mujeres. Estas dos prevalencias, al comparar con Ensanut anteriores no hay una diferencia en la prevalencia de obesidad nacional, y una leve disminución en la de sobrepeso nacional. Sin embargo, según el sexo, especialmente en hombres en edad escolar se encontró un aumento en la prevalencia de obesidad.
Prevalencia de la obesidad en el mundo
En el Atlas de la Obesidad Mundial (World Obesity Atlas) [4] se afirma que la prevalencia de la obesidad está aumentando en todos los puntos de corte del IMC –índice de masa corporal– en todas las regiones del mundo; y que para 2030 más de 100 millones adultos en todo el mundo corren el riesgo de tener un IMC de 40kg/m2 o superior.
Por lo que es necesario:
- contar con sistemas de salud que reconocer la obesidad como una enfermedad,
- garantizar la equidad cobertura universal de salud,
- proporcionar atención primaria adecuada asistencia de la salud, que están respaldados por políticas de prevención para reducir los entornos obesogénicos y abordar la determinantes sociales y comerciales de la salud.
Los servicios de salud necesitan instalaciones diseñadas para personas que viven con obesidad, y contar con profesionales de la salud capacitados y personal auxiliar que entiende la obesidad, su estigma y sesgo de peso, con el fin de promover buenas relaciones con los pacientes y adherencia al tratamiento
Factores de riesgo
De acuerdo la información presentada en el artículo “Obesidad en los adolescentes” [4] publicado en Stanford Medicine Children’s Health se expone que la obesidad infantil puede ser causada por una combinación de factores de riesgo, como la genética, factores socioeconómicos, factores metabólicos y elecciones de estilo de vida. Algunos trastornos endocrinos, enfermedades y medicamentos también pueden influir en el peso de un niño. La obesidad es más común en ciertos grupos étnicos, como los indoamericanos, personas de raza negra y estadounidenses de origen mexicano.
La genética juega un papel importante en la predisposición a la obesidad, y tener padres obesos aumenta el riesgo de que la niña o el niño sea obeso. Los factores metabólicos, como la forma en que una persona utiliza la energía, también pueden influir en el aumento de peso en niñas, niños y adolescentes. Los factores socioeconómicos, como la situación económica, también están relacionados con la obesidad, siendo más común en personas de bajos ingresos.
Efectos de la obesidad en la salud
En el mismo artículo se informa que los efectos de la obesidad en la salud incluyen:
- presión arterial alta,
- alto nivel de colesterol,
- diabetes tipo 2,
- problemas en las articulaciones como la osteoartritis,
- problemas respiratorios como la apnea del sueño,
- y efectos psicosociales como la baja autoestima.
La obesidad también puede aumentar el riesgo de otros problemas respiratorios como el asma. Es importante tener en cuenta que la obesidad puede tener un impacto significativo en la vida social y emocional de las y los niños obesos, debido a la discriminación y estigmatización que a menudo enfrentan en la sociedad.
Otros retos fuera de la presión para adelgazar
En el artículo “Burlas y acoso a los niños debido a su peso: ¿cómo pueden ayudar los padres?“[5] publicado en la revista virtual de la Academia Estadounidense de Pediatría Healthy Children, informa que “los niños con obesidad se enfrentan a muchos otros retos fuera de la presión para adelgazar. Pueden ser objetos de burlas en la escuela, muchas veces despiadadas, debido a su peso corporal. Con el paso del tiempo, esta situación pueden tener una gran carga emocional que los hace sentir aislado, avergonzados y tristes“.
“A algunos de estos niños finalmente les da terror ira a la escuela, y tienden a dejar de asistir a las clases. De acuerdo con la investigación, los jóvenes que son víctimas de burlas debido a su peso corporal también tienden a dejar de participar en actividades físicas en la escuela, tales como las clases de gimnasia o los deportes, con frecuencia debido a que en estos ámbitos se sienten vulnerables a ser objeto de burlas“.
Acciones para reducir el sobrepeso y obesidad
Entornos y comunidades favorables que faciliten opciones saludables
La Organización Mundial de la Salud (OMS) [6] informa que el sobrepeso y la obesidad, junto con las enfermedades no transmisibles asociadas, son prevenibles en su mayoría. Por lo que es esencial contar con entornos y comunidades favorables que faciliten opciones saludables en términos de alimentos y actividad física.
A nivel individual, las personas pueden:
- optar por limitar el consumo de grasas y azúcares,
- aumentar el consumo de:
- frutas,
- verduras,
- legumbres,
- cereales integrales
- y frutos secos,
- y realizar actividad física regular.
Sin embargo, la responsabilidad individual solo tendrá un impacto si las personas tienen acceso a un estilo de vida saludable.
Por lo tanto, a nivel social, es importante implementar políticas basadas en evidencia científica que promuevan una actividad física regular y opciones alimentarias saludables que sean accesibles y asequibles para todos, especialmente para las personas de bajos ingresos.
Además, la industria alimentaria puede desempeñar un papel importante al:
- reducir el contenido de grasas, azúcares y sal en los alimentos procesados,
- asegurar la disponibilidad de opciones saludables a precios asequibles para todos los consumidores,
- limitar la publicidad de alimentos poco saludables dirigida a niños y adolescentes,
- promover la disponibilidad de opciones alimentarias saludables
- y la práctica de actividad física regular en el lugar de trabajo.
Desarrollar e implementar políticas públicas para atender la malnutrición
Mientras que la UNICEF, recomienda [1] desarrollar e implementar políticas públicas para atender la malnutrición en todas sus formas, por medio de las siguientes medidas:
- Fortalecer las capacidades del sistema de salud para detectar, diagnosticar y controlar todas las formas de malnutrición.
- Promover la lactancia y fortalecer el monitoreo y control de los productos sucedáneos de la leche materna.
- Adoptar un etiquetado frontal de alimentos y bebidas que sea claro y comprensible por los consumidos, incluyendo niños, niñas y adolescentes.
- Promover entornos escolares saludables, libres de publicidad dirigida a niños y niñas.
- Impulsar la actividad física y reducir los hábitos sedentarios en niños y niñas.