Sebastián de 11 años hospitalizado en Centro Médico Nacional La Raza, participó y ganó primer lugar en la Olimpiada del Conocimiento Infantil 2024

En un inspirador ejemplo de determinación y superación, Sebastián, un niño de 11 años con leucemia linfoblástica aguda, logró una hazaña al ganar el primer lugar en la Olimpiada del Conocimiento Infantil 2024. Su triunfo en la olimpiada es un ejemplo de cómo la educación puede ser un motor de cambio y motivación, incluso en circunstancias adversas.

La Olimpiada del Conocimiento Infantil 2024 se llevó a cabo del 15 al 17 de abril en el Hospital General “Dr. Gaudencio González Garza” del Centro Médico Nacional “La Raza“. Esto como parte del programa “Sigamos Aprendiendo en el Hospital“ de la Secretaría de Educación Pública (SEP). El programa tiene como objetivo garantizar que los niños hospitalizados por largos periodos continúen con su desarrollo académico. En este contexto, Sebastián, a pesar de estar en tratamiento, pudo participar en la competencia y destacarse. Demostrando la importancia de la educación como herramienta de motivación y superación en situaciones difíciles.

Respaldo familiar y profesional

El Seguro Social nos informa que el éxito de Sebastián no habría sido posible sin el apoyo fundamental de su familia, profesores y el equipo de salud del hospital. La madre de Sebastián, Mary Carmen, expresó su orgullo y admiración por la resiliencia y determinación de su hijo. Destacando cómo la educación y el reconocimiento académico han sido fuentes de motivación y autoconfianza para él durante su tratamiento.

Ser mamá de Sebas siempre ha sido un orgullo. Su mayor enseñanza es que sigue creyendo en él, lo que puede lograr. Siento que con la enfermedad a veces lo desmotiva mucho y con esto se acuerda de lo que es, de su inteligencia y ganas que tiene por la vida.

Mary Carmen, mamá de Sebastián.

Impacto positivo en la salud y el bienestar de la Olimpiada del Conocimiento Infantil

Este logro resalta la capacidad de los programas educativos adaptados para niños hospitalizados. Pero también subraya cómo la educación puede tener un impacto positivo en la salud emocional y el bienestar general de los pacientes pediátrico.