Ha analizado por más de dos décadas la evolución genética de la mosca de la fruta -Drosophilia-, y es la mujer que mayor actividad científica en México registra en internet elaborado por Webometrics. También es la primera investigadora del Cinvestav que aparece en el mismo listado.
Dentro de los 10 investigadores de instituciones mexicanas que encabezan el ranking de científicos con mejor desempeño registrado en internet, elaborado por el Laboratorio de Cibermetría del Consejo Superior de Investigación Científica de España (conocido como Webometrics), destaca la presencia de Therese Ann Markow, quien además de ser la mujer mejor posicionada, también es la primera investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) que aparece en el listado.La fructífera producción de la investigadora de origen estadounidense está orientada a lo que ha sido su pasión desde hace más de dos décadas: el estudio de la evolución genética de un género de moscas conocida como Drosophilia, que pertenecen al grupo de moscas de frutas, debido a que este insecto ha mostrado gran capacidad de adaptación genética a distintos ambientes.
Therese Ann Markow divide su tiempo de investigación entre la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, donde creó el primer banco de conservación de moscas Drosophilia para la investigación, y el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), del Cinvestav, debido a que la mayoría de los insectos estudiados viven en plantas de cactus originarios de México.
De acuerdo con la experta del Langebio, la razón por la que decidió tomar a la mosca Drosophilia como objeto de estudio es porque ha mostrado cambios genéticos muy marcados de una generación a otra como una forma de adaptación hacia nuevos ambientes, y como en prácticamente todos los organismos el ADN funciona de forma similar, los resultados obtenidos con este insecto pueden servir de base para el análisis de otras especies.
“No es tan obvio para qué hacen los cambios (genéticos) estas especies, pero lo interesante es que podemos entender por qué cada generación logra cambiar de genes en respuesta a estrés ambiental, y tal vez podamos hacer uso de esos mecanismos en otras líneas de investigación dirigidas a la explicación de adaptación por parte de otros organismos”, dijo la experta del Langebio.
De hecho, parte de los resultados que ha obtenido el grupo de Therese Ann Markow en el Langebio en torno al estudio de la mosca Drosophilia resultan de interés para otras líneas de investigación sobre salud humana, como es el caso de los procesos metabólicos relacionados con la obesidad y la diabetes.
“Algunos genes que hemos analizado en la evolución del insecto tienen que ver con su metabolismo. Por ejemplo, para adaptarse a nuevas plantas, las moscas realizan cambios en los genes que decodifican la química de su nuevo hábitat, a fin de que puedan sobrevivir en el nuevo ambiente y alimentarse sin problema”, refirió la investigadora.
Otras características que han podido observar los investigadores dirigidos por la experta del Cinvestav es el proceso de adaptación del sistema neuronal del insecto, al desarrollar un sentido del olfato que les permite identificar un cactus particular para alojarse; es decir, que tiene la capacidad de elegir dónde vivir de acuerdo a las características químicas de la planta huésped.
Al hacer mención del ranking de Webometrics, Therese Ann Markow refirió que se trata de un logro no solo personal, sino también para la labor que se realiza en Langebio, donde ha recibido gran apoyo para sus investigaciones.
La investigadora de origen estadunidense, quien recibió en 2012 el premio George W. Beadle, por parte de la Sociedad Americana de Genética, subrayó que pertenecer al Langebio le dio la oportunidad de obtener este tipo de reconocimientos, ya que se trata de una institución altamente especializada en el estudio de la diversificación en el nivel del genoma, y comentó que otra línea de investigación genética que está a punto de iniciar es sobre la mariposa monarca, a fin de que puedan contribuir en el rescate de esta especie.