La activista, asesora legislativa y detonadora de la primera reforma en México para tipificar y reconocer este flagelo, aprobada en 25 estados de la República, Olimpia Coral Melo Cruz dictó una conferencia en la sala virtual de la Comisión de Equidad de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, donde indicó: los derechos de las mujeres no les han sido concedidos, sino se han obtenido.
“No es que el enemigo sean los hombres, sino el sistema patriarcal, configurado por ellos mismos, incluso cuando las mujeres nos separamos y rivalizamos se beneficia a este sistema; porque tienen un pacto, y aunque no se conozcan, los hombres se cubren entre ellos”, explicó.
Melo Cruz consideró que internet es una herramienta patriarcal, con machismo y misoginia. La demanda es combatir la manipulación, la opresión y el control de las mujeres. “Queremos estar seguras también en lo digital”.
Más adelante, se refirió al uso de imágenes sin autorización y expresó: “nuestros cuerpos no son para exhibirlos en las redes sociales; tu cuerpo no es un delito, difundirlo sin tu consentimiento, sí lo es. No queremos igualdad, sino que se diluya el sistema patriarcal, del cual también algunos hombres son víctimas”.
Tu like -me gusta- es parte del problema
La integrante de www.defensorasdigitales.org dijo que la diferencia entre el sexting, como práctica consensuada, y el delito es hacer públicas fotos íntimas sin autorización.
“También son parte de esta cadena de violencia contra la mujer los usuarios que le dan like -me gusta- a las imágenes, que las consumen, que las descargan; porque mientras alguien se estimula con un momento placentero, una mujer puede intentar suicidarse. Eso es falta de humanidad”, añadió.
Lo anterior expuso, lo único que refrenda es que ese sistema patriarcal considera a las mujeres como objetos sexuales, y no como sujetos de derechos.
Ley Olimpia
La “Ley Olimpia” es un conjunto de reformas legislativas encaminadas a reconocer la violencia digital; y sancionar los delitos que vulneren la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales. Es también conocida como ciberviolencia.
Busca frenar y castigar la agresión digital, al penalizar el acoso y la difusión de los llamados “packs”, que son: imágenes, videos o adios; con contenido sexual sin consentimiento de las víctimas.