Mucho se ha hablado de los beneficios que tiene el vino en la salud, pero en ocasiones olvidamos que la fruta de la cual proviene es la que contiene sustancias bioactivas que son responsables de sus efectos saludables, es decir, la uva.
Tania Aguilar, nutrióloga del Instituto de Nutrición y Salud Kellogg´s, INSK, arroja algunos datos importantes a conocer, por ejemplo, existen más de 50 variedades diferentes de uvas que pueden comerse crudas y cerca de 60 variedades utilizadas para la elaboración de vino. Cada tipo de uva es ligeramente diferente en términos de nutrientes y todas las variedades han mostrado tener algún efecto positivo en la salud cuando son consumidas regularmente.
La uva está compuesta de un 70 a 80 por ciento de agua y entre un 20 y un 30 por ciento de azúcares, particularmente glucosa y fructosa; contiene nutrimentos como el ácido gálico, ácido fosfórico, manganeso, hierro, calcio, vitaminas C, E, A, K y vitaminas del complejo B como ácido fólico, piridoxina (vitamina B6), riboflavina y tiamina.
Adicionalmente, la uva contiene una serie de sustancias químicas llamadas polifenoles, las cuales se encuentran en el jugo, la pulpa y la piel de la fruta. Dentro del grupo de los polifenoles se encuentran los flavonoides y los taninos, los cuales tienen propiedades antioxidantes; así como las antocianinas y resveratrol, de efectos anticancerígenos, antiinflamatorios y antimicrobianos.
Las uvas y las enfermedades cardiovasculares
Este grupo de enfermedades relacionadas con el corazón y los vasos sanguíneos, se relacionan comúnmente con la ateroesclerosis, una condición que ocurre cuando se forman depósitos de colesterol en las arterias lo que forma una placa que puede estrechar el diámetro de éstas o bien, puede formarse un coágulo que puede viajar al corazón o cerebro y provocar un infarto.
La presencia de antioxidantes en las uvas y sus derivados evitan la oxidación del colesterol y su acumulación en las arterias, lo que evita el bloqueo y la formación de coágulos. Las uvas también contienen un nutrimento llamado pterostilbeno, el cual es capaz de reducir los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre. Por otro lado, los compuestos llamados saponinas, presentes en la piel de las uvas, se pueden unir al colesterol proveniente de la dieta, evitando así la absorción del mismo en el intestino, lo que resulta en una menor cantidad de colesterol total en el organismo.
Las uvas en la prevención del cáncer
Mucho se ha estudiado en relación a las causas del cáncer y a los compuestos fitoquímicos que podrían ayudar a prevenirlo o curarlo. Al respeto, se ha identificado que la uva contiene el ácido cafeico, un posible agente anticancerígeno, así como bioflavonoides, un agente antioxidante que ayudan a la absorción de la vitamina C, que protege contra el daño celular y molecular.
Por otro lado, el resveratrol ha sido ampliamente estudiado por su poderosa capacidad antioxidante, lo que le confiere un efecto protector contra el cáncer de colon, próstata, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer y algunos tipos de infecciones por hongos y virus.
Es importante señalar que los estudios en relación a los compuestos de las uvas frescas, el vino, el jugo, las pasas o el aceite de semilla de uva, siguen en proceso. Si bien se han identificado muchos efectos benéficos asociados al consumo de la uva y sus derivados, es esencial señalar que esta fruta debe formar parte de la dieta correcta de una persona y debe ser tomada como cualquier otro alimento funcional, de efectos positivos para la salud.