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¿Cómo se ve tu hijo?

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Ser mamá de adolescentes es una tarea que se puede complicar si no conoces cómo se siente tu hijo respecto a sí mismo y cómo vive sus días en su entorno social.

Puede haber casos en que los jóvenes son afectados por los mismos compañeros de clase, donde recibieron algún tipo de critica sobre su imagen y esto ocasiona que no se sientan cómodos con su cuerpo. Incluso puede suceder que ya no quieran asistir a la escuela por lo mucho que les puede afectar esta situación.

Este tipo de experiencias crean profundas “heridas” que afectan en gran escala la autoestima de niños y adolescentes.

Como padres tenemos un papel trascendental, y debemos fomentar una mente en crecimiento a través de aplaudir el esfuerzo. Recordando que la clave del éxito radica en poner énfasis en el esfuerzo y no aplaudiendo las habilidades innatas, pues esto sólo los lleva a un estancamiento mental. Realizar actividades con ellos ayuda a abrir la comunicación. Por ejemplo aquí te damos algunas ideas:

• Resalta algún aspecto de su físico. Podrías hablar de lo que él genera en ti cuando está a tu lado. Por ejemplo, puedes decirle: “Fíjate que cuando me abrazas me haces sentir tan querida, que me transportas a otro planeta”. En ese momento lo harás sentir importante y valioso porque le hiciste notar que es capaz de generar algo en ti.

• Procura tener unos 15 minutos al día haciendo alguna actividad que él elija, esto te ayudará a crear un vínculo. Puedes jugar cartas o preguntarle qué le gustaría hacer, esto favorecerá en su comunicación y permitirá que se pueda abrir a contarte más sobre sus inquietudes.

• Si te enseña un dibujo o su tarea, demuestra interés haciéndole preguntas como ¿Por qué decidió usar esos colores?, ¿Qué quiso representar?, es decir pon énfasis en su esfuerzo. Y no decirle ¡eres un súper pintor!, pues esto puede causar la pérdida de la confianza y motivación cuando el trabajo no representa un esfuerzo.

• Si aparece vestido de cierta manera es mejor seas especifico diciéndole: “Me doy cuenta que la manera de combinar ese color de blusa con esos jeans se te ven increíbles”, muy diferente a decirle: “¡Te vistes padrísimo!”, ya que en la primera expresión estás resaltando su capacidad de combinarse y su ingenio, y en la segunda no resaltas ninguna habilidad ni provocas su creatividad.

Así, hay infinidad de oportunidades en las que puedes recordarle lo valioso que es y sobre todo construir un vínculo emocional que te permita conocer y acercarte a su mundo. Aunque parezcan cosas muy sencillas, tienen un impacto muy positivo en su seguridad y percepción de sí mismos. Es muy importante considerar la comunicación verbal como la no verbal.

Recordemos que en la manera en la que nosotros no expresemos críticas sobre el físico de las demás personas, ellos recibirán menos impacto sobre esta forma de autoevaluarse. Esto no es tarea fácil cuando solemos describir a las personas empezando a resaltar su físico y sus defectos, sin darnos cuenta.

La relación que existe entre los padres de familia con sus hijos de los 8 a los 13 años de edad, es un factor determinante en cómo va vivir el niño su adolescencia.

Información proporcionada por Fundación Dove® para la Autoestima.

Compras compulsivas

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compras compulsivas, compulsión, actitud, justificación, adicción a las compras, oniomanía, placer, satisfacción, controla gastos, síntoma.
Preocupación

Desde un aspecto psicológico, la compulsión significa presentar deseos irresistibles hacia algo, es decir, sucumbir a ciertos deseos casi de manera involuntaria, cayendo en excesos y con una fuerte incapacidad para medir las consecuencias. En el padecimiento que implica comprar compulsivamente, como en todos los actos que se realizan de esta manera, la persona tiene un sin número de explicaciones racionales que entorpecen la detección y, por ende, el poder intervenir en ello. Frente a esta actitud, existen justificaciones, inclusive, dadas por por diferentes compañías a través de sus campañas publicitarias en medios, como lo podemos ver en muchas de las frases publicitarias, tomando como ejemplo la famosa campaña que menciono al inicio, en donde la cantidad y la marca de lo que compro es aquello que me hace ser, “es lo que me define”, haciéndome sentir que pertenezco a un sector o grupo exclusivo.

El hecho de comprar compulsivamente ha sido más comúnmente denominado como “adicción a las compras”, “oniomanía” y en inglés ser “shopoholic”. Los síntomas más comunes de esta afección están relacionados a que la persona deja de hacer cosas importantes, por estar mucho tiempo en los centros comerciales, tiendas, bazares, etc. Es común que sienta una particular necesidad de salir de compras cuando algo vaya mal en su vida o cuando se presenta alguna situación adversa, con la seguridad o esperanza de que al salir de compras, de manera casi instantánea o “mágica”, todo estará mejor. Asimismo, la persona compra cosas que cree que necesita cuando en realidad no es así.

El comprador compulsivo, al obtener el articulo deseado, siente y expresa un exacerbado placer que se extingue rápidamente, buscando entonces otro artículo que le apacigüe nuevamente y de manera momentánea. Y por último, en la mayoría de las ocasiones, a la persona que compra de manera compulsiva le cuesta trabajo medir las consecuencias de sus gastos; es decir, tiende a gastar dinero que no tiene, viéndose envuelta en deudas crediticias o situaciones de “estrés post compra”, lo que implica que nunca le alcanza el dinero o ha gastado de más. Un comprador compulsivo consume en demasía en cualquier época del año, pero es muy común que en temporada de “ofertas”, los síntomas tengan otra justificación. Algunos compradores compulsivos pueden esconderse también en el pretexto de ser coleccionistas de tal o cual artículo.

Cuando se experimenta alguno de estos síntomas de manera aislada y cuando no entorpece nuestra vida, se considera algo normal. No obstante, hablamos de una situación de compulsión cuando la necesidad de comprar es incontrolable y se presenta un sentimiento de “satisfacción total” al adquirir el objeto versus la culpa por esta misma situación. Es compulsión cuando los síntomas antes mencionados se presentan de manera repetida o habitual, o bien cuando alguno de estos, al ser incontrolables, están entorpeciendo la vida de la persona.

A manera de analogía, el beber de manera compulsiva es algo socialmente aceptado e, inclusive, fomentado por los medios publicitarios y lo mismo ocurre con la persona que realiza compras de manera compulsa. Se relaciona, por ejemplo, “al que toma” con “el que es divertido” y el poder adquirir muchos artículos está bien visto también y pocas veces nos cuestionamos si en el fondo, al actuar así, la persona esconde un problema más serio. Con esto no es mi intención culpar a los medios, las campañas o la sociedad de consumo en el cual vivimos; sin embargo considero muy importante reconocer esto como un factor que nos puede confundir a la hora de querer identificar si tenemos o no un problema mas serio de lo que parece.

Aunque la compulsión a la hora de comprar afecta sobre todo a mujeres jóvenes, nadie está exento de tener este tipo de actitudes, mismas que sin excepción ocultan un sin número de situaciones de dolor o abandono inconcientes que no son percibidos por las personas que las padecen. Estas situaciones de conflicto desconocidas se manifiestan en actos repetitivos e incontrolables, que de manera invariable causan sufrimiento a las personas que lo padecen y en aquellas que las aman.

Cuando se presentan este tipo de actitudes, es importante aceptar que existe un problema que, seguramente, te está causando otros más como deudas, preocupaciones, estrés e, incluso, mentiras. Como consejo, trata de controlar tus gastos usando menos las tarjetas de crédito y más efectivo para que lleves un control de cuánto estás gastando. El aceptar que tenemos un problema de adicción o actitudes compulsivas, es el primer paso para dar inicio a la verdadera cura, es decir, profundizar en lo que yace debajo de esta actitud de comprar compulsivamente. No basta con “dejar de hacerlo”, es importante atacar el problema de raíz en conjunto con algún profesional de la salud, con la finalidad de que los síntomas disminuyan y puedas disfrutar de tu vida plenamente.

Beneficios del té verde

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El té constituye la segunda bebida más consumida en el mundo, sólo detrás del agua. Según las creencias populares el té verde es de las plantas con más propiedades que nos pueden ayudar a mejorar nuestra salud y calidad de vida.

En nuestro país hemos ido adoptando la cultura del té poco a poco y hemos ido aprendiendo sobre sus cualidades. Pero en oriente han aprovechado sus beneficios medicinales desde hace más de un milenio, especialmente del té verde. Por ejemplo en China se lleva utilizando desde hace casi 3,000 años para fines terapéuticos.

La diferencia entre el té verde y los otros tipos es que el té verde no es fermentado, su proceso de oxidación es mucho mas sano. Las hojas se recogen frescas y después de someterse a la torrefacción, se prensan, enrollan, trituran y se secan. Esto hace que el té conserve mejor sus propiedades.

Es originario del sudeste asiático y los principales países productores de té verde son China, Japón y Vietnam.

En la cultura oriental los usos terapéuticos del té se fueron transmitiendo de generación en generación. Los sabios del pueblo, que normalmente era la gente mayor, conocían los usos terapéuticos de las plantas y así curaban malestares y enfermedades de la gente.
No fue sino hasta hace algunas décadas que en el occidente se empezaron a realizar estudios científicos para conocer las propiedades medicinales que tienen algunas plantas.

De las plantas que más llamaron la atención para ser estudiadas fueron las del té verde por todos los usos que se presumía; por ejemplo en oriente se tiene la creencia que ayuda a eliminar toxinas, alivia los dolores de cabeza y prolonga la juventud, entre otros.

El descubrimiento fue que el té verde contiene principalmente altos niveles de unas sustancias llamadas polifenoles, (que poseen propiedades antioxidantes, anticancerígenas e incluso antibióticas), vitaminas, sales minerales y enzimas.

Por esta composición química se puede decir que el té verde tiene varios efectos positivos en nuestra salud. A continuación enumeramos algunos de estos efectos:

– Los polifenoles del té verde son potentes antioxidantes que previenen el envejecimiento precoz y la formación de celulitis.

– Las bases xánticas, especialmente la cafeína, hacen que actúe como estimulante del sistema nervioso. Por eso se puede emplear para aliviar tanto la fatiga física como la fatiga mental. Existen estudios que demuestran que quienes toman té verde tres veces por día tienen un incremento de 4% en su gasto de energía diario y sin aumentar su ritmo cardíaco.

– El té verde también presenta acción diurética y astringente (antidiarréica). Pero hay que tener cuidado porque en algunos casos puede provocar algunas molestias digestivas.

– Como propiedad característica, en el té verde podemos encontrar una gran cantidad de fluoruro el cual puede ayudar a endurecer huesos y dientes, y por lo tanto, a reducir la caída de estos.

– Pero las creencias populares dicen que el té verde no solo tiene beneficios al tomarlo, sino también al aplicarlo sobre la piel. Se cree que sus propiedades pueden ayudar a proteger contra los radicales libres y los daños por el sol.

De igual manera, se puede preparar una infusión y aplicarla también en forma de compresas sobre la frente, para aliviar el dolor de cabeza.

Por estos beneficios y otros más, el té verde se ha hecho muy popular en nuestra sociedad y cada vez aumenta su consumo. Pero como en todo, los excesos son malos y no se puede olvidar que contiene cafeína y puede producir insomnio o malestares digestivos.

Las investigaciones científicas sobre las propiedades medicinales de las plantas son cada vez mayores y sus resultados siempre son sorprendentes. Pero la tecnología no se queda atrás y se sigue desarrollando creando nuevas formas para lograr nuestro bienestar. La tendencia ese encontrar la combinación entre naturaleza y tecnología para tener lo mejor de los dos mundos.

Antibióticos y niños

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La vida actual, en la que hacemos una limpieza a veces excesiva y con hábitos alimenticios que tienen mucho que ver con que cada vez estemos menos en contacto con microbios, es perjudicial a mediano plazo. Por ejemplo, el exceso de limpieza provoca que se supriman de la piel la mayoría de bacterias que viven en la superficie y altera las condiciones de humedad, lo que favorece la aparición de infecciones, eccemas, descamaciones, grietas y problemas de todo tipo.

La composición de la flora bacteriana en los niños, sobre todo los primeros meses de vida, es una de las claves en el desarrollo del sistema inmunitario. Los niños con floras bacterianas más ricas y variadas sufren un menor desarrollo de enfermedades como alergias y dermatitis en los primeros años de vida. Hay que bañar a los niños sin usar jabones y shampús agresivos, ni antibacterianos.

Para mantener un sistema inmunológico balanceado, debe haber una activación de las defensas de forma continua. Tras la toma de antibióticos por cualquier infección, aparecen diarreas y hongos. Esto sucede porque estos hongos aprovechan que el antibiótico ha destruido no sólo las bacterias que producían la infección, sino también las que habitan el organismo, que se ocupan de mantenernos sanos. Es un buen ejemplo del equilibrio en el que vivimos y de que no hay que abusar de los antibióticos.

Los antibióticos pueden destruir las bacterias normales («saludables») que viven en el cuerpo, lo que puede producir síntomas como náuseas, diarrea y candidiasis vaginales.

El uso excesivo de antibióticos ha contribuido al aumento de infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos. Tomar antibióticos también ofrece un riesgo de reacciones alérgicas, así que no se deben tomar cuando no existe ningún posible beneficio.

Apatía y depresión predicen demencia

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ROCHESTER, Minnesota: Un nuevo estudio de Mayo Clinic descubrió que la apatía y la depresión predicen de manera importante el avance de una persona desde deterioro cognitivo leve, trastorno cerebral que afecta a las neuronas encargadas de la capacidad de pensar, hacia demencia, que abarca afecciones como la enfermedad de Alzheimer y la demencia de los cuerpos de Lewy. El estudio se presentó durante la Conferencia Internacional sobre la enfermedad de Alzheimer en Honolulu, el 11 de julio de 2010.

“Un área importante de estudio es la identificación de biomarcadores y vaticinadores clínicos para el avance desde cognición normal hacia deterioro cognitivo leve y demencia”, comenta el Dr. Yonas E. Geda, neuropsiquiatra de Mayo Clinic y autor principal del estudio. “Sabemos por estudios pequeños anteriores que síntomas neuropsiquiátricos, tales como depresión, apatía y agitación, parecen predecir el avance desde deterioro cognitivo leve hacia demencia y, por ello, quisimos observar esta hipótesis dentro de un contexto poblacional con una muestra de mayor tamaño”.

La depresión y la apatía son síntomas neuropsiquiátricos difíciles de distinguir por lo general, dice el Dr. Geda. La depresión ocasiona cambios en el ánimo, pensamiento, bienestar físico y comportamiento, mientras que la apatía es la pérdida de motivación vinculada a sentimientos de depresión y tristeza.

Como parte del “Estudio sobre el Envejecimiento” de Mayo Clinic, el Dr. Geda y un equipo de científicos de Mayo identificaron a 358 personas con deterioro cognitivo leve y utilizaron un cuestionario para recopilar datos sobre depresión y apatía. Luego, de manera prospectiva dieron seguimiento a estos individuos hasta que llegaron a la demencia (la mediana fue de 2,8 años).

Algunos resultados:

• De 87 personas con depresión 34,5 % desarrollaron demencia.

• De los 271 individuos sin depresión 21,8 % desarrollaron demencia.

• De 60 personas con apatía 36,7 % desarrollaron demencia.

• De los 298 individuos sin apatía 22,5 % desarrollaron demencia.

Después de realizar los ajustes pertinentes por edad, sexo y nivel de educación, los científicos descubrieron que las personas con deterioro cognitivo leve y depresión tenían un riesgo 66 % mayor de desarrollar demencia que quienes padecían deterioro cognitivo leve sin depresión.

De igual manera, las personas con deterioro cognitivo leve y apatía tenían un riesgo 99% mayor de desarrollar demencia que quienes sufrían de deterioro cognitivo leve sin apatía.

“Estos resultados destacan la importancia de evaluar minuciosamente los síntomas neuropsiquiátricos en pacientes recién diagnosticados con deterioro cognitivo leve. El siguiente paso es realizar un estudio para descubrir si el tratamiento de la depresión o de la apatía en el deterioro cognitivo leve podría retrasar la aparición de la demencia”, señala el Dr. Geda.

“Ese retraso podría repercutir enormemente sobre la calidad de vida de un paciente en particular y de su familia, sin mencionar la amplia implicación que conllevaría para la salud pública el retrasar la carga social y económica de la demencia. Un estudio bioestadístico anterior realizado por nuestros colegas en el Johns Hopkins, de hecho, indicó que retrasar la demencia tan sólo un año puede disminuir la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en casi 800 mil millones de casos menos para el año 2050”.

Otros miembros de los equipos de investigación de Mayo Clinic fueron la Dra. Rosebud Roberts, el Dr. David Knopman; Teresa Christianson, el Dr. V. Shane Pankratz, el Dr. Bradley Boeve, el Dr. Walter Rocca, el Dr. Robert Ivnik, el Dr. Eric Tangalos y el Dr. Ronald Petersen.

Seguridad del Paciente

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A todos nos gustaría recibir una atención médica de calidad y libre de riesgos, en la que nuestra salud sea la prioridad. Desgraciadamente esto no siempre se desarrolla de manera positiva, y los errores se hacen presentes.

“Hablar de seguridad del paciente, es hablar de una atención médica libre de daño accidental. Lo que hace la Sociedad es convocar a profesionales de la salud, investigadores y docentes a promover la calidad y seguridad de los pacientes en un marco ético de atención, en todo lo que es América Latina y el Caribe” comenta la Dra. Odet Sarabia González Coordinadora de Seguridad para los pacientes de la Sociedad Mexicana de Calidad y Seguridad en la Atención a la Salud (SOMECASA), e integrante de la Sociedad Latinoamericana para la Calidad en Atención de la Salud.

Y en este tema las diferencias entre hospitales públicos y privados se hacen presentes, pues sus objetivos, algunas veces, en lugar de estar enfocados a beneficiar a la población, buscan obtener recursos o ahorrar recursos, según sea el caso.

“En el público los recursos son limitados, los objetivos son la atención de la salud de la población que está asegurada con ellos, y en cambio uno privado sí está enfocado a la salud pero tiene otros incentivos de tipo económico. Es un punto de vista bastante diferente.”

“La Sociedad está convocando a los profesionales de la salud a que se incorporen a saber lo que es la seguridad, la calidad a proponer mejoramiento en la atención a la salud, buscamos permear a todo el sector salud para mejorar la disposición de herramientas científicas, tecnológicas y de salud que apoyen la manera de mejoramiento sustentable de salud” explica.

Algunas de las propuestas clave de la Sociedad en este tema son:

• Que la atención de la salud sea de calidad y segura.

• Que identifiquen a los pacientes al menos con dos identificadores para que no haya confusión.

• Que se haga una adecuada higiene de manos.

• Que se utilice una lista de cotejos en cirugía.

• Que el uso de antibióticos sea racional, que no se receten los que son muy agresivos y cuando el esquema del paciente no los requiere, porque esto genera resistencia antibacteriana.

La comida es adictiva

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Las autoridades de salud están muy preocupadas por desarrollar programas de control de la obesidad, la cual se ha convertido en uno de los problemas de salud pública más grandes de los últimos tiempos. Sin embargo, lejos de lograr mejoras, el problema es cada vez mayor. Quizá una de las razones por las que las campañas son insuficientes o poco efectivas, es que apelan a la fuerza de voluntad de la población afectada, cuando que es probable que el problema de muchos ellos sea mucho más complejo de resolver.

Esto se entiende de manera más sencilla -y aceptada- con otras sustancias conocidas por sus propiedades adictivas, como el alcohol, las drogas o inclusive la nicotina. Una persona que tenga una fuerte adicción a este tipo de cosas, se le considera una persona enferma que requiere ayuda, ya sea médica, de un grupo de apoyo o de algo superior a su “fuerza de voluntad”. Esto no significa que las personas con adicciones no sean capaces de tener disciplina o control. Muchas veces son individuos muy exitosos con grandes logros en muchos ámbitos de su vida. Solo que tienen una reacción ante ciertas sustancias, que va más allá de su capacidad para controlarla.

Para mucha gente, la comida puede tener este efecto. Muchas personas pueden mantener una dieta y controlar su manera de comer y su peso. Quizá no les sea fácil, pero lo pueden manejar. En cambio, otras personas no lograrán su objetivo por más dietas que intenten. Recordemos que la mayoría de los apoyos que se brindan para el problema de la obesidad (nutriólogos, centros para bajar de peso, etc.), por lo general reducen la solución a una dieta, acompañada a lo mejor por pastillas, fajas, acupuntura o algo similar. Pero muy pocos sistemas ofrecen el apoyo más importante de todos: el psicológico.

Para CCA/OA (Comedores Compulsivos Anónimos u Overeaters Anonymous por sus siglas en inglés), el comer compulsivo es una enfermedad trifásica: emocional, espiritual y física. Por ello, ofrece un programa que trabaja los tres aspectos, brindando un apoyo que ha permitido una recuperación sostenida para miles de personas alrededor del mundo. El sistema de CCA/OA se basa en el programa de 12 pasos de Alcohólicos Anónimos y brinda una serie de herramientas que ayudan al comedor compulsivo a controlar su problema de manera efectiva.

CCA/OA no es un club de dietas ni ofrece píldoras mágicas. Es un programa que se enfoca en los tres aspectos del problema hasta que la compulsión desaparece. CCA/OA no está afiliado a ninguna cuestión religiosa, institución pública o privada, o corriente ideológica. Es un grupo de personas que se mantienen a través de sus propias contribuciones voluntarias con la única finalidad de controlar el problema del comedor compulsivo y pasar el mensaje a todas aquellas personas que aún sufren. No importa la edad, el sexo, la situación socio-económica o la problemática de quien se quiere acercar a CCA. Entre las personas que forman CCA, hay gente con sobre peso, con obesidad mórbida, con anorexia, bulimia, o cinco kilos encima, pero con una calidad de vida menoscabada de alguna manera por alguna cuestión relacionada con la comida.

CCA invita a todas las personas que crean tener un problema con su peso o su manera de comer a que se acerquen a un grupo y conozcan el programa. Lo único que tienen que perder, es peso. Para mayores informes: www.comedorescompulsivosmx.org o para el grupo CCA/OA Amistad Polanco, al correo amistad.polanco@gmail.com o con Paulina al 04455-5505-2346

Cortaduras en la piel

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Dentro de los objetos punzocortantes del hogar más comunes que dañan la piel ya sea de manera accidental o intencional destacan cuchillos, desarmadores y/o tijeras. Y son los menores de edad, las amas de casa y el personal de servicio quienes se ven más afectados con este tipo de lesiones, expresó la doctora Minerva Gómez, miembro de la Fundación Mexicana para la Dermatología, A. C. (FMD).

En caso de tener un accidente en casa con algún objeto punzocortante hay que acudir de inmediato al médico o a una sala de urgencias para ser valorado, comentó la dermatóloga con motivo de la campaña de educación al público La salud de tu piel nos importa, ¡Cuídate, infórmate! que impulsa la FMD.

Las cortaduras se clasifican por exulceraciones o llagas: son aquellas muy superficiales que rompen sólo la epidermis, es decir, cuando se levanta o se «pela» la piel. Por otro lado, están las heridas punzocortantes más profundas que pueden llegar hasta el hueso, cortando a su paso vasos, músculos, tendones y nervios. El tamaño de las lesiones es variable, pudiendo ser muy extensas y/o heridas pequeñas pero profundas.

Si una lesión no es atendida correctamente, puede desencadenar diversas complicaciones, tales como sangrado masivo, cicatrizaciones defectuosas e infecciones de leves a severas como el caso del Tétanos que llega a provocar la muerte. Además, en el caso de aquellas heridas donde se cortan nervios o tendones existe la posibilidad de incapacidad funcional de la extremidad de manera temporal o permanente.

En el caso de pacientes diabéticos es necesario que mantengan extremo cuidado, pues una cortadura puede representar serias complicaciones de manera general en su salud.

Por ello, la FMD recomienda la existencia de un botiquín básico para atender este tipo de padecimientos en casa, el cual debe contener gasas, torniquetes, vendas elásticas y soluciones desinfectantes. Así mismo, es importante aprovechar las capacitaciones de primeros auxilios que ofrecen de manera gratuita o en ocasiones con costo instituciones u organismos dedicados a la impartición de este conocimiento.

Es importante mantener fuera del alcance de los niños y niñas este tipo de utensilios. En el caso de los adultos, se aconseja evitar algún tipo de distracción mientras se trabaja con este tipo de objetos. Existen estadísticas confirmando que en la casa ocurren una gran cantidad de accidentes tales como caídas, quemaduras, fracturas, intoxicaciones, entre otros, que en la mayoría de las ocasiones son previsibles y evitables.

¿Cuándo no se debe amamantar?

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Los profesionales de la salud están de acuerdo en que la leche materna representa la forma más completa de nutrición para los lactantes, incluidos los bebés prematuros y los recién nacidos enfermos. Sin embargo, existen muy pocas excepciones en que no se recomienda la leche materna. En ciertas circunstancias, el médico deberá decidir, caso por caso, si la exposición ambiental de la madre o su propia condición médica justifican interrumpir o detener la lactancia.

La lactancia no es aconsejable si la madre o el bebé padecen de una o más de las siguientes condiciones:

* Un lactante con un diagnóstico de galactosemia, un trastorno metabólico muy poco frecuente, de origen genético, en el que el cuerpo no puede digerir un azúcar llamado galactosa.

El lactante cuya madre:

• Está infectada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o tiene el síndrome de inmunodefciencia adquirida (SIDA). Si tiene el VIH y desea amamantar a su bebé, puede comunicarse con un banco de leche materna.

• Está tomando medicamentos antirretrovirales.

• Tiene tuberculosis activa no tratada.

• Está infectada por el tipo I o el tipo II del virus linfotrópico humano de células T.Consume drogas ilícitas o es adicta a ellas. Algunas drogas, como la cocaína y PCP, pueden afectar a su bebé y causar efectos secundarios graves. Otras drogas, como la heroína y la marihuana, pueden causar irritabilidad, patrones de sueño deficientes, temblores y vómitos. Es posible que los bebés se vuelvan adictos a estas drogas.

• Está tomando agentes quimioterapéuticos de prescripción contra el cáncer, como antimetabolitos, que interfieren con la replicación del ADN y la división celular.

• Se está sometiendo a radioterapia; sin embargo, tales terapias de medicina nuclear sólo requieren una interrupción temporal de la lactancia.

Leche de fórmula vs. leche de pecho

A pesar de que la leche materna es la mejor fuente de nutrición para su bebé, no debes sentirte mal si no eres capaz o si eliges no darle pecho a tu bebé. La leche de fórmula para lactantes está hecha especialmente para suplir las necesidades nutricionales de los bebés. Inclusive algunas mujeres que dan pecho pueden en algún momento dado usar la leche de fórmula para suplementar su leche materna.

Fuente: Centro Nacional de Información sobre la Salud de la Mujer. EUA

Tensión Emocional y Estrés

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Todos hemos pasado por momentos en los que nos sentimos frustrados, enojados, ansiosos, preocupados y con algún dolor físico asociado a estas reacciones, como el dolor de cabeza o de estómago. Al conjunto de estos signos y síntomas lo llamamos tensión emocional, que es la respuesta del cuerpo a la presión física, intelectual o emocional que experimentamos por diversas causas.

Diariamente nos enfrentamos a situaciones generadoras de tensión, como pueden ser las responsabilidades del trabajo y de la casa, los hijos, los compromisos sociales, los pensamientos y preocupaciones internas, la toma de decisiones, el no alcanzar nuestras expectativas, y un sinfín de problemas que se le presentan al ser humano en su cotidianeidad. Todo ello nos provoca estrés algo que, en la actualidad, hemos adoptado ya como una cuestión que forma parte de nuestra vida.

Todos hablamos del estrés, todos lo sentimos y lo vivimos pero, en realidad, ¿sabemos qué es? El estrés es un estado del organismo que se caracteriza por la tensión o falta de tranquilidad ante una posible amenaza o presión interna o externa. El término procede de la palabra “stress” que significa tensión. En cierto grado el estrés es normal y necesario ante las exigencias del mundo, ya que moviliza al individuo a superar retos y alcanzar metas; sin embargo, cuando éste impide que la persona se sienta bien, puede resultar nocivo para la salud.

El estrés puede considerarse como una reacción física y mental necesaria para vivir, que puede tener varias etapas. En un inicio funciona como una señal de alarma, en respuesta a un factor de tensión que activa al organismo. Más tarde el cuerpo y la mente luchan por adaptarse a esta situación de tensión, como una respuesta adaptativa. Cuando la tensión se prolonga, se llega una fase de fatiga, en la que el individuo empieza a notar los síntomas propios del estrés, como la ansiedad, el cansancio, el enojo y el dolor físico. Si esto persiste, puede haber consecuencias para la salud física y emocional.

Las causas del estrés son múltiples, ya que cualquier suceso que nos genere una respuesta emocional puede causarlo. Esto incluye tanto situaciones positivas, como el nacimiento de un hijo, el matrimonio, la organización de un evento, etc., o negativas, como la pérdida del empleo o la muerte de un familiar. Aunque todas estas situaciones dependen de la capacidad de respuesta de cada individuo, éstas por sí mismas causan cierta tensión que nos lleva, por lo tanto, a sentir estrés.

Y ¿qué podemos hacer cuando nos sentimos estresados? Existen algunos tips que nos pueden ayudar a reducir la tensión y controlar el estrés:

– Primero que nada, tratar de identificar cuál es la tensión, y qué es lo que nos está haciendo sentir estresados, con el fin de reflexionar acerca de ello. Siempre pensar en las soluciones, es decir, en las alternativas que tenemos para hacerle frente, qué podemos hacer y cómo. Asimismo, es muy importante tener a alguien con quien platicar, ya que hablar de lo que pensamos y sentimos nos ayuda a desahogarnos, a entendernos y a conocernos mejor.

– Es muy importante aprender a organizar nuestro tiempo y nuestro espacio, ya que al planear el día y las labores cotidianas, podemos disponer de algún tiempo extra para nosotros mismos.

– Es relevante darnos espacios de relajación y descanso, como encontrar una actividad que nos sea placentera.

– También es importante llevar una vida sana en la que cuidemos nuestra alimentación y hagamos ejercicio, esto siempre nos ayuda a sentirnos mejor, así como procurar dormir bien para que el cuerpo y la mente estén descansados.

– Lo ideal es tener un trabajo que nos sea agradable y aunque muchas veces esto no se dé, hay que intentar buscar algo positivo, algo que nos motive a alcanzar metas.

– Existen momentos en los que estamos muy tensos y no sabemos qué hacer; en estos casos podemos respirar profundo e intentar relajarnos para pensar en las alternativas que tenemos y así poder encontrar la mejor solución.

– Los ejercicios respiratorios, los masajes, el cambio de rutina, y la adecuada convivencia con los demás, son algunos recursos que nos ayudan a relajarnos. No obstante, si el estrés imposibilita llevar una vida normal, es imprescindible buscar ayuda con un especialista.

– No hay que olvidar lo importante que es escucharnos a nosotros mismos, para saber qué es lo que, en verdad, deseamos y necesitamos.

¿La obesidad puede afectar mi relación de pareja?

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Actualmente la obesidad es uno de los problemas más comunes en la sociedad. El exceso de peso en las personas no sólo tiene consecuencias médicas importantes sino que también conlleva problemas serios en la salud emocional, ya que frecuentemente se ven afectadas en el ámbito psicológico, social y laboral, desencadenándose así una serie de conductas y actitudes que son una reacción ante ella, y que provocan en el individuo un sentimiento de malestar e insatisfacción general.

Asimismo, en el ámbito social, la relación de pareja se puede ver afectada en distintas formas pero, principalmente, a nivel de interacción, comunicación y sexualidad. Todas estas formas son consecuencia directa de los efectos psicológicos que la persona obesa experimenta y éstos a su vez repercuten en la relación de pareja.

Desde el punto de vista psicológico las personas con sobrepeso habitualmente presentan baja autoestima, así como sentimientos de miedo, vergüenza, inseguridad, tristeza, infelicidad, ansiedad, depresión, pérdida de la autoconfianza y aislamiento, entre otros. Todo ello provoca que tenga severos problemas para interactuar y relacionarse con los demás y, más aún, con la pareja, ya que si uno mismo no se siente bien consigo mismo, ¿cómo va a estarlo con los demás?

A la persona con sobrepeso le puede resultar difícil relacionarse con su pareja en muchos aspectos; por un lado, a nivel de convivencia, presenta barreras a la hora de comunicar sus sentimientos, deseos y necesidades, y por el otro, a nivel de intimidad, le resulta incómodo y vergonzoso su propio cuerpo. Además, desde el punto de vista meramente sexual, la obesidad por sí misma suele reducir la efectividad de las hormonas sexuales y, por ende, disminuye el desempeño y el deseo sexual. De esta manera se puede decir que la imagen corporal interfiere de forma importante en la entrega, en la actitud y en el comportamiento sexual. Todo lo anterior puede suscitar constantes discusiones, problemas de comunicación y distanciamiento.

En este sentido, no sólo le resulta difícil a la persona con sobrepeso relacionarse con su pareja, también el cónyuge puede verse afectado por la obesidad de la persona.

La contraparte tiene que lidiar con los usuales cambios de ánimo, aislamiento, baja autoestima e inseguridad de la persona obesa y esto lo puede llevar a un estado de confusión.

Asimismo, puede ocurrir que la persona se sienta descontenta o incómoda directamente con el cuerpo de su pareja (por simple estética o por no coincidir con los ideales que tiene con respecto al cuerpo del otro) y/o intolerable ante las conductas y actitudes de su pareja obesa. Incluso, puede estar preocupado, o bien, inconforme con la obesidad del otro por cuestiones de salud médica.

Normalmente, la pareja no sabe cómo afrontar la situación ni cómo manifestarle al otro su descontento o su apoyo en esta circunstancia y le puede resultar difícil y/o incómodo hacerlo, por lo que Si se dificulta el diálogo entre ambos y resulta imposible tocar el tema, es recomendable tratar de animar al otro para realizar algún tipo de actividad en conjunto; por ejemplo, destinar una hora del día para salir a caminar, ir a alguna clase que requiera de esfuerzo físico y/o movimiento corporal, aprovechando este momento también para estar juntos.

De igual forma, se puede abordar el tema por el lado de la salud y lo importante que le resulta al otro que la pareja se encuentre bien, tanto física como emocionalmente.

Poder hablarlo de manera directa y con franqueza puede ayudar, siempre y cuando sea con mucho tacto, para expresarle a la pareja obesa su sentir.

No obstante, independientemente de cómo se afronte el problema, es importante tomar en cuenta que la comunicación respetuosa es crucial. Recordemos que la comunicación es la base de toda buena relación y que el respeto se basa en el aprecio de la dignidad del otro. Respetar al otro implica entonces pensar primero en su beneficio. Por tanto, una comunicación respetuosa, ya sea verbal o no verbal, por parte del otro será vital para que la pareja obesa comprenda de mejor manera la preocupación o descontento del otro, sin sentirse herido.

1 – 7 Semana Mundial de la Lactancia

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