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Por qué la investigación clínica debería importarte más de lo que imaginas
Aunque suene lejana o difícil de entender, la investigación clínica está mucho más cerca de tu vida diaria de lo que crees. Cada vez que alguien sobrevive al cáncer, logra controlar su diabetes o encuentra una vacuna eficaz, hay una historia detrás hecha de ciencia, de personas reales y de ensayos clínicos bien hechos.
Pero, ¿por qué a muchos nos cuesta confiar en esta área de la medicina? Parte del problema es que aún existe desinformación. Para algunos, la investigación clínica aún se percibe con miedo o desconfianza. La idea del “conejillo de indias” sigue rondando, alimentada por mitos o por falta de información clara sobre cómo funciona realmente un estudio clínico.

Ahí es donde los medios, los profesionales de la salud y empresas como MSD en México tienen una enorme responsabilidad: ayudar a desmitificar la investigación clínica y explicar que no se trata de experimentar sin control, sino de ofrecer nuevas oportunidades de vida con procesos rigurosos, seguros y éticos.
“Cuando invitamos a un paciente a participar en un estudio clínico, lo primero que recibe es un consentimiento informado de más de 30 páginas donde se detallan todos los riesgos y beneficios. No se oculta nada. Y si en cualquier momento desea abandonar el estudio, puede hacerlo sin dar explicaciones”, explicó Michelle Argüelles, directora de Operaciones Clínicas para Latinoamérica en MSD México.
Lo que viene: avances reales en salud
En MSD en México, actualmente hay 97 estudios clínicos activos con la participación de 1,676 pacientes. La investigación se enfoca en áreas clave como:
- Oncología (cáncer): desarrollo de nuevos biomarcadores para detectar recaídas y personalizar tratamientos; énfasis en tratamientos en fases tempranas (adjuvancia) para mejorar la calidad y esperanza de vida.
- VIH/SIDA: búsqueda de tratamientos que mejoren la adherencia, con menor frecuencia de dosis y menos efectos adversos.
- Inmunología: nuevas terapias para enfermedades como colitis ulcerativa, Crohn o artritis reumatoide.
- VPH: Para la parte de vacunas, vienen desarrollos en VPH.
- Virus respiratorio sincitial (VRS): avances en vacunas contra este virus que suele confundirse con una simple gripe, pero puede ser grave.
- Hipercolesterolemia y enfermedades cardiovasculares, que afectan de forma crítica a la población mexicana.
Además, la medicina personalizada ya no es ciencia ficción. Se está trabajando en terapias que atacan con precisión células enfermas sin dañar las sanas, lo que reduce efectos secundarios y mejora la eficacia de los tratamientos. Esto es lo que se conoce como medicina de precisión.
Inclusión y diversidad: una deuda histórica en la ciencia
Uno de los grandes retos para que más personas accedan a los beneficios de la investigación clínica en México es la falta de inclusión. Comunidades indígenas, afrodescendientes y personas en zonas rurales han estado históricamente excluidas.
¿Por qué? Porque enfrentan barreras lingüísticas, económicas y culturales. Por ejemplo, muchas personas no hablan español como lengua materna o prefieren tratamientos tradicionales. También hay quienes, al vivir lejos de hospitales o en condiciones precarias, simplemente no pueden acceder a centros de investigación.

Conscientes de este problema, en 2023, MSD en México lanzó dos iniciativas clave:
- Capacitación a investigadores para comunicarse mejor con comunidades diversas.
- Material informativo claro que permite explicar de forma sencilla en qué consiste un estudio clínico.
Gracias a estas acciones, el 37% de los participantes en estudios clínicos durante 2023 y 2024 se autodenominan indígenas, incluyendo a tzotziles, otomíes, zapotecos y mixtecos.
“Esto demuestra que cuando la ciencia se acerca con respeto, empatía y claridad, puede transformar vidas sin importar el origen de las personas”, añadió Michelle Argüelles.


Lo que no se ve (pero se siente)
La investigación clínica no es solo una etapa antes de lanzar un nuevo medicamento. Es una herramienta real para prolongar la vida con calidad. Muchos pacientes que antes no tenían esperanza ahora viven más años, sin náuseas, sin dolor crónico, compartiendo tiempo con su familia.
Por eso, la participación informada, ética y voluntaria de más personas en estudios clínicos es fundamental. Y también lo es la comunicación clara desde medios y expertos en salud.
MSD en México continúa comprometida con una ciencia más inclusiva, transparente y centrada en las personas. Porque detrás de cada tratamiento hay una historia. Y detrás de cada historia, una oportunidad, concluyó Michelle Argüelles, directora de MSD México..