Recibí el año nuevo con salmonelosis, en cama. A lo lejos escuchaba que dentro de los deseos de las 12 uvas una de ellas era para tener salud. Pero era algo así como una frase que se dice por inercia y de cajón. ¿Qué quieres para el siguiente año? Salud, dinero y amor.
No es que nunca le haya dado importancia a mi salud, o que considere que mi enfermedad fue la peor de todas, pero estar en cama por una semana, ver como son lentos los movimientos, como te vuelves dependiente; me asustó.Cada mañana doy por sentado que despertaré –tarde como siempre- así que llego corriendo al baño, me meto a la regadera, no tengo consciencia de lo que le toma a cada parte de mi cuerpo estar en sincronía para llevar a cabo cada uno de los movimientos. Repaso en la memoria mis pendientes, lo que debo hacer ese día: pagar las cuentas, ir al super, recoger esto, mandar este mail… y mientras mi mente trabaja por sí sola, me maquillo, peino, como algo –lo que sea- para no salir con el estómago vacío, termino de hacer lo que tengo que hace en casa y listo.
Pero de pronto, de un momento a otro, no puedo ser lo suficientemente rápida para saltar de la cama e ir al baño, o no tengo las fuerzas para tener la cama o soy lenta a hacer alguna actividad que otro día sería como quitarle un pelo a un gato.
Las mujeres sobre todo, tendemos a querer ser super women y en ese intento de pronto descuidamos lo más importante: a nosotras mismas. Suena a sermón pero se nos olvida desayunar (al menos a mí) o desayunamos lo que sea, hacemos trabajar al cuerpo y le exigimos a veces más de la cuenta, el ejercicio y coma frutas y verduras… para después al fin aún estoy joven o lo peor es que no me da tiempo, en serio.
El 2014 no me trató mal, no me quejo, pero definitivamente me hizo más consciente de mí y de volver a las cosas básicas pero fundamentales: la salud. Podemos tener periodos del asco en el trabajo, en nuestra vida personal, familiar y/o de pareja pero sin duda eso es pasajero. La salud nos puede cambiar la vida de un momento a otro y esa sí que no tiene precio.
Así que aquí les enlisto lo que sí o sí debemos hacer por lo menos una vez al año para asegurarnos que todo está ok o tomar acciones de manera oportuna y temprana:
- Papanicoloau – a partir de la primera relación sexual y/o antes de los 21 años
- A partir de los 30 años, prueba del Virus del Papiloma Humano (VPH)
- Cada mes revisa tus senos para detectar si hay alguna anomalía en los pechos
- Corazón – Cada vez es más frecuente que las mujeres tengamos infartos a temprana edad así que a cuidarnos
- Niveles de colesterol y glucosa, por aquello de las enfermedades cardiometabólicas
Por lo pronto a mí me toca ir con el gastro a revisar este asuntito que me ha traído en jaque por dejar pasar el tiempo.