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El pasado 27 de septiembre de 2015 en la ciudad de Nueva York, cerca de 80 líderes mundiales se reunieron en las Naciones Unidas para comprometerse personalmente a poner fin a la discriminación contra las mujeres de aquí al año 2030 y anunciar medidas concretas y cuantificables para iniciar un cambio rápido en sus países. Este acto marca un hito histórico que contará con compromisos expresados por jefas y jefes de Estado y de gobierno. Ninguna otra cuestión atraerá mayor atención política en la cumbre de las Naciones Unidas celebrada del 25 al 27 de septiembre para aprobar la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La República Popular China, país anfitrión de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en 1995, y ONU Mujeres, organizan conjuntamente la “Reunión de Líderes Mundiales sobre igualdad de género y empoderamiento de las mujeres: un compromiso para la acción”.
El presidente Xi anunció que para contribuir al desarrollo de las mujeres a nivel mundial y al trabajo de ONU Mujeres, China aportará 10 millones de dólares a ONU Mujeres para la implementación de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing y para alcanzar los objetivos relacionados en la agenda de desarrollo post-2015. El presidente Xi añadió que China ayudará a mujeres y niñas en otros países en desarrollo mediante la provisión de atención médica, formación profesional, financiamiento a la educación y otros tipos de asistencia.
En sus observaciones iniciales, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se dirigió directamente a las y los líderes mundiales reunidos: “Como jefas y jefes de Estado y de gobierno tienen el poder y la responsabilidad de garantizar que la igualdad de género es, y sigue siendo, una prioridad nacional”. Continuó señalando tres esferas para la acción: “En primer lugar, les insto a crear y aplicar enérgicamente políticas coherentes de igualdad de género. En segundo lugar, asignar fondos significativos a la igualdad de género para lograr que los compromisos se hagan realidad. Y en tercer lugar, supervisar el progreso para que todos los gobiernos sean responsables ante sí mismos y ante los demás respecto a los compromisos que se contraen hoy aquí”.
Si bien las medidas anunciadas varían, se espera que estén en consonancia con un mensaje común: los Objetivos de Desarrollo Sostenible no se pueden alcanzar sin la igualdad de género. Si los países actúan inmediatamente para traducir los objetivos en medidas, y cierran la gran cantidad de brechas pendientes en la implementación de la histórica Plataforma de Acción de Beijing de 1995, el mundo podría conseguir la igualdad de género de aquí al año 2030.
Las jefas y los jefes de Estado y de gobierno de Chile, Croacia, Islandia, Kenya y México presiden conjuntamente el evento. Dinamarca, Kenya y México fueron los países anfitriones de las tres conferencias mundiales sobre la mujer que precedieron a la Conferencia de Beijing de 1995. Además de representantes de gobierno, también participan activistas a favor de la igualdad de género de la sociedad civil, el mundo empresarial y organizaciones multilaterales.
Esta reunión de líderes mundiales es la culminación de un largo viaje de 18 meses impulsado por ONU Mujeres para examinar el estado de la implementación de la Plataforma de Acción de Beijing en su 20º aniversario. Una cifra récord de 167 países llevaron a cabo exámenes nacionales que evaluaron el progreso y las deficiencias como base para adoptar nuevos planes de acción nacionales a fin de acelerar el logro del empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género.