Fatiga, dolor de cabeza, caída de cabello, uñas quebradizas y falta de concentración son los síntomas más frecuentes de la deficiencia de hierro, un problema de salud pública que afecta la mitad de las mujeres embarazadas en el mundo y a uno de cada 3 de niños en edad preescolar.
Así lo explicó el Dr. Francisco José Bernárdez Zapata, jefe de la división de Ginecología y Obstetricia del Hospital Español de México, quien explicó que en “consulta los pacientes refieren estar muy cansados, con dolor de cabeza, incapaces de hacer esfuerzos, sienten debilidad y falta de concentración además de manifestar el deseo de comer hielo o tierra en algunas ocasiones”, dijo el especialista.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el 50% de las personas que padecen anemia en el mundo es por deficiencia de hierro, y que una de sus metas globales de salud es reducir dramáticamente esta cifra para 2025.
Según la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) con cifras del 2018, esta carencia nutricional afecta a mil 930 millones de mujeres en todo el mundo, es decir, que 39% de las mujeres entre los 12 y 49 reportaron esta deficiencia.
La OMS señala que la anemia es una enfermedad en la que el número de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina en sangre es inferior a lo normal, como consecuencia se aprecia una disminución en la capacidad del organismo para transportar oxígeno a órganos y tejidos.
La anemia es más común en niños y en mujeres embarazadas, en edad reproductiva, recién paridas o que están amamantando, debido a que en esta etapa las necesidades de hierro se incrementan.
El hierro y la calidad de vida
La falta de hierro impacta negativamente la calidad de vida de las personas, provocando grandes daños en el organismo de los pacientes, así como discapacidad funcional y años de vida perdidos.
En el caso de los niños, la carencia de hierro afectará el desarrollo de huesos y tejidos, ocasionando baja estatura, problemas de desempeño escolar y relacionamiento social.
El experto señaló que entre las causas de niveles de hierro bajo se encuentran la baja ingesta de proteínas de origen animal por el costo de algunos productos cárnicos, la moda de las dietas veganas y vegetarianas y el estereotipo de delgadez en las jóvenes, principalmente, lo cual complica la situación, si consideramos el incremento en la necesidad de hierro relacionado al crecimiento o la reproducción en las poblaciones antes mencionadas.
El tratamiento de la anemia
El Dr. Bernárdez Zapata señaló que “el tratamiento para revertir la deficiencia de hierro consiste en una dieta equilibrada y usar tratamientos de hierro, de los cuales, se consideran actualmente solo dos vías de administración: la vía oral o la vía intravenosa”.
“El objetivo principal del tratamiento de la deficiencia de hierro es restablecer las reservas de hierro, normalizar los niveles de hemoglobina en el caso de anemia, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente”, refirió.
Uno de los tratamientos más usados y recetados por los expertos médicos es la carboximaltosa Férrica, que se aplica vía intravenosa y que ofrece una mejor distribución en el organismo; está indicado cuando no se puede tomar el tratamiento por vía oral o cuando se requiere reponer el hierro de una manera mucho más rápida.
El hierro intravenoso ha mostrado promover un rápido y adecuado incremento de los niveles de hemoglobina en comparación con los tratamientos orales. Una revisión sistemática y metaanálisis de 13 ensayos clínicos controlados y aleatorizados mostró que el hierro intravenoso resulta en un incremento de 5.3g/L mayor de hemoglobina en comparación con el hierro oral.
En el Día Mundial del Déficit de Hierro, 26 de noviembre, Productos Farmacéuticos Chinoin presentó su opción de carboximaltosa férrica, el cual es un nanofármaco con un núcleo de hierro férrico y una cubierta de carboximaltosa (carbohidrato) y de aplicación intravenosa, con un perfil de alta seguridad, por lo que se puede administrar en un tiempo de 15 minutos y el riesgo de que un(a) paciente presente un evento adverso grave es casi nulo; adicionalmente su efectividad se ve reflejada en las siguientes 4 semanas de utilizarlo.