Por psicóloga y psicoterapeuta Adriana Munguía Parejas, integrante de Vínculo Colectivo. La conocida frase de: “ponte en los zapatos del otro”, te invita a pensar, actuar o sentir lo que está viviendo o experimentando el otro.
Según una revista mujeresysia.com el cerebro femenino está predominantemente estructurado para la empatía. Y la empatía es definida como la capacidad de identificar los sentimientos de otras personas.
La empatía es la base para las relaciones de cordialidad, respeto, solidaridad y, la base de toda comunicación asertiva, la cual se puede generar entre una persona y otra.
Y como es de imaginar, las mujeres somos las reinas de la empatía emocional, por eso no es de extrañar que cuando una mujer se aflige inmediatamente el hombre le dice: “no llores” y, no es por no acompañarla, si no porque su empatía es buscar alternativas rápidamente.
Por eso es muy común que entre mujeres tengamos más empatía hacia otras, cuando vemos a una mamá con su bebé en brazos percibimos que puede estar cansada y la ayudamos a cargar al bebé o la pañalera, o si vamos en el transporte colectivo le sedemos el lugar sin pensarlo dos veces. O cuando un niño está llorando tenemos la expresión de dolor y solemos acariciarlo o decirle que todo estará bien.
La clave de la empatía es comprender y tratar a las demás personas como te gustaría que te trataran, eso puede cambiar el rumbo de muchas relaciones en la actualidad, de pareja, familiares entre pares, etc.
Algunas ventajas de ser empática
- Caerás mejor a las personas. Las personas estarán cerca de ti.
- Serás más persuasiva. Generarás más confianza.
- Comprenderás qué le pasa.
También puedes hacer algunos ejercicios para lograr ser más empática o trabajar en algunos de tus pensamientos que, puestos en práctica, pueden ser más empáticos.
- Fortalecer tu habilidad a la hora de ser compasiva ;
- Comparación en tu vida;
- Practicar atención plena;
- No debes culpar a los demás de todo lo que te sucede y,
- Mantener una actitud positiva.
Aprender y mejorar lleva tiempo, es una meta que puedes lograr, incluso, si así lo decides, puedes practicar en casa cuando tu mamá o una amiga, tía o tu hija requieran que las entiendas; ayúdate del sentido común y de tus ganas de sentir empatía por quien tienes al lado.