La salud del corazón, una prioridad en cualquier etapa de la vida

Las enfermedades cardiovasculares y sus complicaciones constituyen un problema de salud pública en nuestro país. Representan la primera causa de muerte por encima del cáncer, los accidentes de tránsito o la diabetes.

Las enfermedades o eventos cardiovasculares son la primera causa de muerte en el país, especialmente entre la población femenina, ya que los factores de riesgo como la hipertensión, el sobrepeso y el colesterol tienen mayor incidencia en las mujeres que en los hombres.

De hecho, las enfermedades cardiovasculares causan más muertes entre las mujeres que el cáncer, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el Alzheimer, la diabetes y los accidentes juntos.

Por ello cuidar la salud de nuestro corazón –y de todo el sistema cardiovascular- debe ser una prioridad en cualquier etapa de la vida.

GNP Seguros recuerda la importancia de adquirir hábitos saludables que mejoren la calidad de vida de toda la familia.

Existen tres factores fundamentales que ayudan a mantener el óptimo funcionamiento de nuestro corazón: tener una dieta saludable y reducida en grasas saturadas, realizar actividad física de forma regular y evitar el hábito de fumar.

“Los factores de riesgo son relativamente fáciles de detectar ya que mediante sencillas pruebas de presión arterial, glucosa, colesterol y triglicéridos los médicos pueden determinar riesgos, y en caso necesario, tratamientos para controlar niveles fuera de los rangos normales que puedan poner en peligro la salud del corazón”, comentó el Dr. Alejandro Chías, Subdirector Médico de GNP Seguros.

El experto señala que para mantener un corazón saludable es necesario tratar todos los factores mayores de riesgo, incluyendo hipertensión arterial, obesidad, diabetes, dislipidemia (alteración del metabolismo de los lípidos) y tabaquismo, por lo que la prevención y la adopción de un estilo de vida saludable marcan la diferencia en la vida de muchas personas y sus familias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)recomiendan vigilar la alimentación para controlar los tres factores de riesgo más importantes de las enfermedades cardiovasculares:

Hipercolesterolemia (Colesterol elevado)

El colesterol elevado favorece el desarrollo de enfermedad coronaria y lesiones ateroescleróticas. El eje central para el tratamiento de esta enfermedad es una dieta adecuada acompañada del uso de medicamentos para bajar los niveles de lípidos cuando es necesario.

Hipertensión arterial

Una dieta reducida en sodio puede disminuir la presión sanguínea. En diversos estudios se ha demostrado que los vegetales y frutas pueden disminuir la presión sanguínea.

Exceso de peso

El éxito en el objetivo de alcanzar y mantener un peso normal se basa en el cambio de la conducta alimentaria, para lo cual es indispensable seguir un plan nutricional personalizado y vigilado por un profesional de la salud.

Además de una alimentación saludable que incluya frutas y vegetales, productos lácteos descremados, pescados ricos en ácidos grasos omega-3, pollo y carnes magras, pastas, cereales y granos, los expertos recomiendan de 3 a 6 horas de actividad física semanal y dejar de fumar definitivamente.

“Las enfermedades cardiovasculares en su mayoría son prevenibles si se mantienen hábitos de vida saludables, que no sólo ayudarán a mantener un corazón sano, sino que mejoran la calidad de vida y previenen complicaciones que pueden afectar la estabilidad emocional y económica de las familias” concluyó el Dr. Chías.