De acuerdo a la real academia de la lengua española la palabra manía tiene 4 acepciones, pero para los fines que nos importan me enfocaré en dos: extravagancia, preocupación caprichosa por un tema o cosa determinada; afecto o deseo desordenado.
[/media-credit] Manía
Pasaban los minutos durante la plática y en verdad no podía concentrarme, lo único que tenía en la mente era el dobladillo mal puesto.
La veía a los ojos tratando de evitar mi locura, sonreía, le hacía preguntas pero mi cabeza no dejaba de decirme “el dobladillo, el dobladillo, su dobladillo está mal, mira el dobladillo”. Hasta que sucumbí y le dije –perdón pero es que tienes el dobladillo chueco- y acercándome a su pie se lo acomodé. Hasta ese momento mi alma estuvo en paz.
No voy a mentir en decir que los presentes me miraron con un “Ok, está un poquito loca”. Lo bueno es que la chica del dobladillo se rio y lo tomó muy bien –bueno eso creo-. Entonces para justificar mi extravagancia pregunté: -¿a poco ustedes no tienen ninguna manía?, ¿es horrible o no? Digo porque te tiene estresada hasta que logras “componer” las cosas. Por ejemplo yo con estas cosas chuecas.
Las etiquetas fuera de las blusas también me dan un ansia, nada más porque sé que igual alguien me pega, pero si por mi fuera iría acomodando cuanta etiqueta viera que no está en su lugar. Silencio nuevamente en la sala. Sí creo que está muy malita de sus facultades, era lo que pensaba que dirían al terminar la frase. Y si se fijan mi “deseo desordenado” no es desordenado, al contrario es para dejar todo en orden, para que se vea lindo.
Afortunadamente se dejaron venir como gorda en tobogán y ya parecía terapia grupal al enunciar las manías que sus parejas tienen y que el otro “no se da cuenta”. Sí, él acomoda su ropa por colores y pone los ganchos en la misma dirección. Es que se ve bonito, se justificaba. Ah si yo también arreglo mi closet por tipo de ropa; es que así es más fácil encontrar todo. Ella no se va a dormir sin antes revisar que todo esté cerrado; es por seguridad, argumentaba.
Ajá lo sabía, yo no era la única maniática. Admítanlo, todos llevamos un maniaco adentro así que no hay porque justificarse; uno es así, tiene sus detallitos, por lo tanto no estamos locos sólo nos preocupamos de manera caprichosa…
Referencias
- manía, Diccionario de la Real Academia de la Lengua http://lema.rae.es/drae/?val=mania Consulyado el 17 de septoembre de 2014
